Caficultores Impulsan Actividad Forestal

Ana María Berrío Baquero

Periodista M&M

La Federación Nacional de Cafeteros incentiva día a día la silvicultura como alternativa de diversificación para los caficultores. En ese sentido, desde 1993, con el Programa Forestal Río Magdalena la entidad, ha venido trabajando por el aumento de la actividad forestal en pro del desarrollo sostenible y el bienestar ambiental  de la cuenca del Magdalena

Desde siempre, la economía colombiana se ha caracterizado por el cultivo, la producción y la exportación de café. Incluso hay quienes afirman que “antes de la era del café Colombia todavía no era una nación, la falta de integración económica se reflejaba en un Estado débil” (1).

Hoy en total, Colombia posee 7,4 millones de hectáreas de café distribuidas desde Nariño hasta la Sierra Nevada de Santa Marta y la actividad cafetera se realiza hoy en 16 departamentos y en 566.000 fincas que ocupan un total de 3,6 millones de hectáreas, de las cuales 869.158 tienen café, las otras 2´730.442 hectáreas son utilizadas con otros fines o sencillamente se desaprovechan.

Sin embargo y pese a la intensa actividad cafetera, la situación de muchos de los campesino dedicados a esta actividad no es la mejor, pues partiendo del tamaño de las fincas, al menos el 66 por ciento de los cultivadores no posee un área mayor de 10 hectáreas, extensión que en muchos casos no les permite obtener ni siquiera ingresos superiores a un salario mínimo.

Así pues hoy, después de muchos años de liquidez y óptima calidad de vida, los caficultores se enfrentan a un incremento en la deserción de las zonas cafeteras, a los precios inestables del grano, a la broca, a un acceso limitado a créditos de inversión y a una violencia rural que infortunadamente crece con el paso de los años.

Por eso se ha hecho necesario que los agricultores adelanten en sus fincas otras actividades productivas como la ganadería, la silvicultura y la avicultura, labores que se presentan como complemento y alternativa para obtener ingresos adicionales a la producción cafetera, mas no como sustitución del total de la producción pues de esa forma no es rentable.

Para los campesinos, el principal beneficio de las actividades alternativas consiste en adquirir habilidades diferentes a las conocidas y una mayor rentabilidad en los procesos productivos de sus fincas.

Con base en lo anterior y con el fin de generar mayores ingresos y buscar soluciones a los problemas ambientales que enfrentan los caficultores, en especial los ubicados en la cuenca del Río Magdalena, la Federación Nacional de Cafeteros, en convenio decooperación bilateral con el gobierno de Alemania y Colombia, creó, desde hace 12 años, el Programa Forestal Río Magdalena.

Programa Forestal Río Magdalena

El programa Río Magdalena, que nació en el departamento de Santander en el año 1993, se extendió a Caldas y Tolima en 1996 y en el 2001 amplió finalmente su cobertura a los departamentos de Cundinamarca y Huila, tiene como propósito fundamental incrementar el uso forestal en terrenos de pequeños y medianos caficultores.

De igual manera busca incentivar la recuperación y la conservación de los ecosistemas boscosos de las subcuencas del río Magdalena -la reserva ambiental de 1582 kilómetros de extensión más importante del país- y contribuir al balance hídrico y a la reducción de la erosión en las cuencas, a través de un incremento en el uso forestal sostenible en pendientes y en las zonas altas degradadas.

Para esto, el programa determinó como base de su filosofía la consigna: “pagar por haber hecho”, es decir, asignar incentivos económicos a los agricultores que realicen las labores de siembra de las especies vegetales, que el Comité de Cafeteros le suministra, y mantenga dichas plantaciones.

Las especies más trabajadas son: el pino pátula, el ciprés, el nogal cafetero, el tambor, el alnus y el eucalipto.

Sin embargo las tareas se realizan, no sin antes, ofrecer al campesino un acompañamiento técnico e impartirle asesorías permanentes durante todo el proceso, gestiones que desarrollan las instituciones involucradas con el programa: El servicio de extensión de la Federación Nacional de Cafeteros y las entidades co – ejecutoras.

El acompañamiento es básicamente educativo y tecnológico, y se busca con él que los caficultores entiendan la silvicultura como una actividad rentable, más que como la simple incorporación de un cultivo adicional a su terreno; de allí que las capacitaciones estén orientadas a temas como la creación empresarial y la administración, entendiendo las fincas como una empresa que merece ser administrada como tal.

Así, periódicamente, la Federación, representada por los técnicos de los respectivos Comités de cafeteros,  realiza visitas a las fincas con el fin de evaluar la labor del campesino y los incentivos que brinda el programa se pagan cada seis meses según los resultados de dicha evaluación.

Para cerrar el proceso, el programa contempla también la comercialización de la madera obtenida de las actividades descritas.

Dicha comercialización se realiza a través de los Centros Asociativos de Transformación de la Madera – CATM, creados con el fin de promocionar, transformar y comercializar la madera recogida por los caficultores.

Aquí el Programa construye y entrega a los campesinos organizados una estructura física y su respectiva dotación de equipos, en las cuales se reúnen allí la producción total de las fincas asociadas para, posteriormente, transformarla en productos terminados con valor agregado.

Pese a la antigüedad del Programa, vale señalar que el primer CATM solo comenzó sus operaciones en marzo de 2005, en el departamento de Santander, y que por esta razón la producción total del centro no ha sido calculada aun. Sin embargo, para diversificar multiplicar las operaciones, mejorar los resultados obtenidos hasta el momento y extender los beneficios a un mayor número de campesinos, la Federación informó que próximamente se abrirá el segundo CATM en el departamento de Caldas.

Recogiendo una Buena Cosecha

En resumen y después de 12 años de trabajo, el Programa Forestal Río Magdalena ha vinculado en su actividad a 3.517 familias, generando así más de 4.500 empleos permanentes en 8.307 lotes.

El balance es satisfactorio “Contamos hoy con un promedio de 11.500 hectáreas plantadas con especies forestales y 2.400 hectáreas con  especies agroforestales en las cuales predomina el nogal cafetero”, afirma Raúl Jaime Hernández, Coordinador Nacional del Programa Forestal Río Magdalena.

Ubicar aquí el cuadro de hectáreas forestales por departamento.

De otro lado, el programa también cuenta dentro de sus logros e impactos positivos haber incrementado el uso forestal de los suelos, lo que paralelamente ha generado una notable reducción en la erosión y ha mejorado las condiciones de diversidad de fauna y flora de la zona.

De igual manera, las plantaciones forestales han impulsado en la comunidad cafetera su participación activa y han cambiado su óptica sobre el trabajo comunitario. Así mismo, ha generado empleo simultáneo para personal no calificado y para profesionales y técnicos especializados en áreas forestales, agropecuarias y sociales.

Económicamente, la Federación estima como sobresaliente resultado de su iniciativa, beneficios representados en 11.402 millones de pesos, dinero dado como incentivos a los caficultores quienes, además de su pago, también han mejorado notablemente sus prácticas de cultivo, han incremento del uso productivo del suelo en la zona andina y han contribuido, sin duda, al crecimiento del sector.

Una Extensión para el Eje

Con el fin de darle continuidad a las actividades realizadas hasta la fecha, el Gobierno alemán ha ofrecido un total de 17,3 millones de euros que servirán para fortalecer las acciones forestales en la zona cafetera.

Uno de ellos -programa extensivo del Forestal Río Magdalena- es: “Silvicultura como alternativa de producción en la zona marginal de la región cafetera”, una propuesta desarrollada por la Federación Nacional de Cafeteros y el Banco KFW Bankengruppe.

Con éste se busca contribuir a la protección de los recursos naturales y al mejoramiento de las condiciones de nutrición y alimentación de la población rural ubicada específicamente en los departamentos de Antioquia, Caldas, Cauca, Cundinamarca, Huila, Risaralda, Santander y Tolima.

Al igual que el Programa río Magdalena, este programa de silvicultura sigue el propósito de recuperar los ecosistemas boscosos y consolidar la producción forestal.

Para este fin, los organismos ejecutores tienen programado desarrollar un completo plan de trabajo que iniciará el próximo mes de julio de 2005 y se extenderá durante los próximos diez años, destinando los primeros cinco a la intervención total de las áreas de trabajo, divulgando el programa, seleccionando los beneficiarios y capacitándolos.

Los cinco años posteriores serán de acompañamiento técnico y asesoría impartidas por la Federación Nacional de Cafeteros, representada por diferentes Comités Departamentales.

 Otros Proyectos Paralelos

 Sin duda, el campo y el bosque no tienen propósitos únicos cuando se estiman las múltiples actividades productivas que pueden adelantarse en ellos, las oportunidades de trabajo que ofrecen y los aportes y beneficios económicos y sociales que genera su aprovechamiento inteligente.

En este sentido y además de los programas de incorporación forestal impulsados por la Federación Nacional de Cafeteros, otras son las entidades que también han considerado dentro de sus actividades tradicionales, el tema forestal.

Tal es el caso de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – Corpoica, que de igual forma adelanta un programa de vinculación de especies forestales y agroforestales como alternativa productiva para los agricultores de productos tropicales tipo girasoles, frutales, café y cereales.

Pero otros existen otros ámbitos en los que puede desarrollarse paralelamente actividades forestales, que incluso son independientes de la producción de alimentos.

De hecho, la baja productividad de la agricultura de subsistencia y de la cría extensiva de ganado presente en distintas zonas del país, representa una buena oportunidad para el sector forestal, pues existen alternativas viables a los métodos tradicionales para las tierras marginales situadas en las laderas y las áreas destinadas al pastoreo.

Pero en este sentido, se necesita urgente y mayor inversión en programas adicionales de extensión que promuevan las posibilidades descritas, así como planes de crédito ágiles y efectivos que den acceso a los recursos financieros destinados para los agricultores y mejoren sus métodos agrícolas.

Tal como lo está realizando la Federación Nacional de Cafeteros, el llamado es ahora para otros gremios y organizaciones entre los que se encuentran los ganaderos,  palmicultores y avicultores, que tienen el presupuesto y la disponibilidad de adoptar el sector forestal con una visión productiva y competitiva.

Actividades aparentemente pequeñas pueden generar grandes entradas e incrementar los ingresos de todos los involucrados. Colombia reclama la participación de los diferentes sectores productivos en los programas forestales, considerando la importancia de aumentar la cobertura forestal y mejorar las prácticas para su aprovechamiento y transformación.

Es vital que empresas, entidades y gremios distintos a los madereros desarrollen programas de vinculación campesina con fines agroforestales, es una forma de incentivar el sector, mejorar el medio ambiente y multiplicar los ingresos de los agricultores.

Fuentes:

– Raúl Jaime Hernández: Coordinador Nacional del Programa Río Magdalena. Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. E-mail: rauljaime.hernandez@cafedecolombia.com

 Cita

  1. Joaquín Viloria de La Hoz, Artículo: La economía cafetera en la Sierra Nevada de Santa Marta.

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