El Látex Natural: Oro Blanco en un Negocio Expansivo

María Cristina Rojas Cruz

Periodista M&M

A raíz de la escasez mundial del caucho sintético, nace una oportunidad de negocio para los productores y procesadores de caucho natural de Colombia. La implementación de políticas gubernamentales que soporten la actividad de éste sector y su tecnificación, son la base para hacer de esta industria, un renglón rentable en la economía nacional.

 El látex natural, materia prima derivada del árbol del caucho (por su nombre científico Hevea Brasilensis (1)) parece ser la mejor opción para reemplazar, eficientemente, al polyol o caucho sintético, material del cual se obtienen espumas, pegantes o plástico y que es también el principal proveedor de estas industrias a nivel mundial.

El polyol es un material derivado del petróleo, recurso natural no renovable que se extrae de los yacimientos ubicados principalmente en Irán, Arabia Saudita y Venezuela pero que, debido a la alta demanda registrada en el último siglo ha visto minadas sus reservas mundiales, arrojando un preocupante pronósticos: las existencias del hidrocarburo solo durarán aproximadamente 41 años mas, según lo afirman los expertos.

El hecho, que explica también la tendencia al alza en el precio del petróleo durante los últimos años, ha afectando sin duda tanto a la industria global como local: un sinnúmero de fábricas que se surten del insumo para obtener sus productos, buscando alternativas para sobrellevar el desabastecimiento y los precios elevados, enfrentando tiempos muertos, incrementando los precios al consumidor pero con una disminución en sus utilidades y poniendo en riesgo su crecimiento y mucho en casos su existencia.

La industria ha empezado, entonces, una carrera contra el tiempo buscando un sustituto eficiente del polyol que compita con calidad, precio y ofrezca un abastecimiento continuo y seguro: el caucho o látex natural sería el ideal, con la ventaja que le abriría especialmente a Colombia, amplias, crecientes y expansivas perspectivas de negocio, y podría convertirlo en uno de sus mayores productores y transformadores primarios en el mundo.

Industria de neumáticos, colchonería, calzado, fabricante de guantes sanitarios, entre otras, serían los clientes directos del producto, sin embargo, para hacer posible el negocio, resulta indispensable revisar más allá de las condiciones favorables del mercado y la demanda, la situación del recurso, los planes que se adelantan para la siembra de la especie y para hacer posible la transformación en Colombia, de la resina en nuevos subproductos.

El Látex Natural en el Mundo

El caucho natural es una resina extraída de la corteza del árbol de caucho que, sometida a un primer proceso de transformación da como resultado una variedad líquida y una sólida, materias primas de alta calidad lista para ser comercializadas, que se emplean de acuerdo a los requerimientos de sus demandantes y ofrecen varados usos.

Estos dos tipos de látex primario son altamente valorados en la industria por sus excelentes propiedades fisicoquímicas como elasticidad, alta capacidad de fricción, poder adhesivo, flexibilidad, resiliencia (2), resistencia al estiramiento, a altas temperaturas y a la tensión; virtudes que los hacen materias primas ideales para la fabricación de llantas e implementos médicos, superando incluso al polyol, látex sintético, que, según lo demuestran recientes investigaciones, no tiene ni ofrece las mismas ventajas.

Gracias a esto y al escaso abastecimiento del polyol, el látex natural presenta hoy por hoy una creciente demanda comercial estimada en un 42 por ciento frente al 52 por ciento del caucho sintético, cuyo consumo actual se traduce en 3.5 kilos por persona, pero con una clara tendencia al alza.

De hecho esta situación que dispararía la demanda, y hablando específicamente del caucho natural, ha hecho prever que para el año 2020 podría registrarse un déficit de hasta un millón de toneladas anuales entre su producción y su consumo, eventualidad muy favorable para las empresas que proyecten su negocio sobre la base de esta materia natural.

Así, la coyuntura especial que enfrenta actualmente la industria nacional de espumas y almohadas con el desabastecimiento de su insumo principal y los precios desfavorables del polyol, resulta una buena excusa para incentivar la producción de caucho natural y explorar la posibilidad ya comprobada de penetrar con éxito un mercado internacional que demanda látex natural en productos bien posicionados y con amplios márgenes de utilidad.

Prueba de ello son las almohadas y colchones inteligentes a base de látex natural (3), muy apreciados en  Europa y Estados Unidos que reportan para los fabricantes, dividendos muy por encima de los arrojados con polyol; pues, a manera de ejemplo, una almohada puede alcanzar unos 45 euros y un colchón 1.220 euros, precios nunca pensados para estos mismos productos pero fabricados con una base sintética.

Colombia: Proveedor de Látex Natural

Pero, de acuerdo a las proyecciones de demanda de látex natural, ¿qué oportunidades tiene Colombia para competir en el negocio?

Según las fuentes consultadas, el país podría convertirse en uno de los proveedores más importantes de este material en su forma primaria, tanto para el mercado local como para el internacional; abordando cada terreno con una perspectiva industrial y de éxito muy positiva, si se aprovechan las condiciones favorables que tiene frente a la competencia.

En este sentido, explica Raúl Nizo González, Coordinador técnico de la Federación Nacional de Productores y Transformadores de Caucho – Fedecaucho, que Colombia posee uno de los climas tropicales más estables y favorables para el establecimiento del árbol, lo que hace posible también la producción continua de la especie y por lo tanto de su materia prima; un factor a favor si se tiene en cuenta que Brasil y Guatemala, sus principales productores a nivel latinoamericano, presentan algunas variaciones climáticas aceleradas que afectan el crecimiento y desarrollo del árbol.

A esto se suma la amplia disponibilidad de suelos y tierras para el establecimiento de plantaciones de la especie, que darían a Colombia una ventaja competitiva frente al mayor productor mundial de caucho natural como lo es Malasia, en donde las áreas para el establecimiento de plantaciones son prácticamente inexistentes.

De hecho, según estudios de la Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal – CONIF, en Colombia existen 8.144.520 hectáreas disponibles para el fomento del cultivo, de las cuales 3.964.800 son zonas de escape, es decir, no atacadas por el hongo Microcyclus ulei, principal agente causal del mal suramericano de la hoja del caucho; y las restantes son manejadas con variedades de caucho de clones americanos resistentes al hongo.

En el caso específico del mercado colombiano, las perspectivas son muy generosas si se considera que la sola demanda local se estima en unas 28 mil a 30 mil toneladas anuales y existe un déficit del 93.7 por ciento, ya que de las 16.200 hectáreas sembradas, 2.200 son aprovechadas obteniendo de ellas tan solo 2.300 toneladas de caucho, situación que ha obligado a la costosa importación del insumo restante, desde Asía principalmente, para cubrir las necesidades actuales.

Más Plantaciones, Más Materia Prima

Tendiendo en cuenta las necesidades de suministro enunciadas, el Gobierno Nacional ha diseñado varios incentivos para los productores caucheros y que le ha dado un matiz distinto a la forma en que conciben este cultivo los grandes empresarios, no sólo del gremio sino los comerciantes de otros sectores como el ganadero, quienes “paralelo a sus favores naturales, reciben otros servicios de la especie: cerca viva, barrera cortaviento o para el establecimiento de sistemas agroforestales de recuperación de zonas degradadas”, afirma el presidente de Fedecaucho, Tomás Mauricio Henao Fernández.

Los programas y recursos que el gobierno ha destinado desde el 2002 han tendido a favorecer el cultivo y comercialización de esta especie, entre ellos, la Política FINAGRO con líneas específicas de crédito para su cultivo con períodos a 15 años y 7 de gracia, intereses acumulables, pagos a partir de la producción y Depósitos a Término Fijo definidos para pequeños, medianos o grandes productores.

También se estableció el Incentivo a la Capitalización Rural o ICR que cubre hasta un 40% del valor del crédito otorgado a pequeños productores y un 20% a los medianos y grandes, el Fondo Agropecuario de Garantías – FAG, a través del cual el Estado asiste hasta en un 80% a los pequeños productores y hasta el 60% a medianos y grandes productores; o los contemplados en el Plan Colombia, programa de desarrollo alternativo bajo la figura de Cooperación internacional para la sustitución de cultivos que destina recursos del gobierno de Estados Unidos –gestionados a través de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUNDAP), Chemonics y los programas Midas y Adam–; todos con amplia cobertura a poblaciones en riesgo.

A su vez, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, incluyó a la cadena productiva del caucho, dentro de su agenda exportadora y de los Tratados de Libre Comercio como uno de los 10 sectores de mayor potencial en los mercados internacionales, junto con el cultivo de la palma, los bio-combustibles, hortalizas, lácteos, cárnicos y flores.

Sin duda e independientemente a los beneficios económicos y sociales que ofrece el cultivo de caucho, el apoyo estatal para su recuperación y propagación también obedece a sus reconocidas ventajas ambientales en la conservación de los suelos, la recuperación de aguas, fauna y follaje, de aporte de biomasa y como estrategia ecológica para contrarrestar el efecto invernadero; comenta el presidente de Fedecaucho, siendo una razón adicional para fomentar el cultivo del árbol.

Tecnificación y Oportunidades

 Entendiendo esta situación y las perspectivas del negocio rentable y eficiente que la producción de caucho primario puede llegar a representar a mediano y largo plazo en pro del desarrollo del país, los sectores industriales interesados y el Estado promueven hoy en día una serie de medidas tendientes a mejorar la capacidad técnica y productiva en torno a esta materia prima.

 Así, por ejemplo, en el departamento del Caquetá, donde existe la única planta de caucho técnicamente especificado con una capacidad productiva de 300 a 3000 toneladas mensuales, su gobierno local ha incrementado un agresivo plan quinquenal de fomento para la siembra de 1000 hectáreas anuales de caucho, dirigidas a reforzar y abastecer suficientemente el área de producción y alcanzar el 100 por ciento de su capacidad instalada.

Aunque en este complejo no existe aun una planta para el procesamiento de látex líquido, se ha estimado la posibilidad de su montaje en poco tiempo, motivada por la demanda creciente que muestran industrias como las del chicle, espumas, colchones y almohadas, entre otras. La inversión necesaria para este propósito se acercaría a los mil trescientos millones de pesos, contemplando además un sembradío de 2.000 hectáreas de la especie alrededor, comenta el ingeniero técnico de Fedecaucho.

Para el caso del montaje de una planta de caucho seco técnicamente especificada acorde a la normatividad internacional –y que aun no se contempla como próxima– se requeriría una inversión cercana a los dos mil quinientos millones de pesos costo que, asegura Raúl Nizo, se recuperaría rápidamente tendiendo en cuenta los beneficios económicos que arrojaría la misma pues, a través de ella, se suplirían las necesidades de materia prima de industrias tan grandes como la de neumáticos.

Sin embargo, en este punto vale señalar que Colombia podría obtener excelentes dividendos, de entrar formal y juiciosamente a producir, por ejemplo, caucho sólido granulado y competir en precios con el importado. Según el ingeniero Nizo de Fedecaucho este producto tiene un precio de US2.05 kilo en el puerto de Singapur (libre de impuestos) pero que, al sumarse los aranceles entra a nuestro país con un precio de US2.32 kilo, unos 5.400 pesos colombianos. Asoeca en Colombia lo está produciendo a 5.100 pesos kilo y con las mismas características.

A otro nivel, Fedecaucho ha adelantado diferentes actividades dirigidas a promover los conocimientos y experiencia técnica sobre el procesamiento inicial del caucho, con las cuales busca mejorar la productividad de la cadena en cuanto a la obtención de materias para uso industrial.

Los programas, que abarcan desde la investigación para el mejoramiento clonal de la especie hasta proyectos de soporte técnico y transferencia de tecnología, involucran industriales y al sector académico del país; con el objetivo de asistir eficiente y científicamente a los productores caucheros en el manejo agronómico del cultivo del caucho natural y apoyar la formación de canales de acopio y distribución, así como de empresas comercializadoras del recurso.

En este mismo sentido, cabe destacar la red de capacitación que Fedecaucho en asocio con el Fondo Nacional de Fomento y el Sena han creado a fin de formar técnicos en este tema y con la proyección de establecer, en corto tiempo, una red de escuelas caucheras a nivel nacional y brindar a todos los interesados, a través de ella, una capacitación y promoción continua en la materia.

Sin embargo, también sería conveniente revisar si la industria que se surte del látex en el sector del mueble, las espumas y los colchones, estaría en capacidad y disposición de apoyar los planes nacionales de reforestación del Caucho e incluso, invertir en el montaje de plantas para la transformación de la resina; eventos que serían altamente positivos para ellas, pues garantizarían el suministro de su materia prima, producirían con precios favorables y por ende, competirían ventajosamente con los afamados colchones y almohadas importadas.

El país se está preparando para aprovechar la magnífica oportunidad que le brinda uno de los recursos naturales propios de la región, el caucho natural, una especie que cuenta con una historia de explotación octogenaria, más no con un aprovechamiento óptimo y sostenible. La diferencia hoy, es que apunta a ser una de las fuentes de mayor importancia para el desarrollo económico –y porqué no social– nacional, con una proyección exitosa en el mercado global que bien podría rotularlo como el “oro blanco” del futuro.

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 Citas:

  • Sobre la especie forestal Hevea brasilensis: Revista M&M Ed. 47. Fecha de Publicación, marzo – mayo de 2005.
  • Resiliencia: En ingeniería, la resiliencia es la cantidad de energía que puede absorber un material, antes de que comience la deformación irreversible, esto es, la deformación plástica. Se corresponde con el área bajo la curva de un ensayo de tracción entre la deformación nula y la deformación correspondiente al esfuerzo de fluencia. En el Sistema Internacional de Unidades se expresa en julios por metro cúbico.
  • Información adicional sobre la industria de colchones y almohadas de látex, consultar Revista M&M. Ed. 53. Fecha de publicación: septiembre – noviembre de 2006.

 Fuentes:

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