Moldureras: Diseñadas para Trabajar, Trabajar y Trabajar

Edwin Alejandro García

Periodista M&M

 Máxima precisión en el corte, rendimiento en las labores de maquinado y eficiencia en la producción son las características que destacan a la moldurera sobre otros equipos en el trabajo de la madera, y que día a día la ubican como indispensable para la industria del mueble

El uso de trompos, cepillos y planeadoras es  frecuente en las empresas del mueble en Colombia, sin embargo y sin cuestionar su funcionalidad, son máquinas diseñadas para cumplir con una sola función, bien sea planear, cantear o simplemente regruesar.

Adicionalmente, sus tiempos de producción no son los mejores a causa de los desplazamientos que deben realizar con las piezas de madera entre una y otra máquina, asimismo, ocupan demasiado espacio y es necesario un operario o más que se encarguen de poner en funcionamiento cada equipo, es decir, uno para planear, uno para cantear y otro para regruesar, factores que se traducen en costos adicionales al final de la producción.

Por ello, y en el panorama actual donde los costos de operación suben incesantemente, la madera y otras materias primas son cada vez más costosas, los deseos de los clientes se refinan, los plazos de entrega son más cortos y las empresas enfrentan una competencia que impone mayores y mejores estándares de calidad, se hace necesario el uso de equipos de fabricación que ayuden a las empresas, de mediana y alta producción, a superar sus niveles y ser más competitivas.

Este es el caso de las moldureras, máquinas diseñadas para hacer el trabajo de la planeadora, cepillo y trompo en una sola unidad estructural, presentándose como una solución en cuanto al mejoramiento de los tiempos de producción, la calidad y precisión uniforme de las piezas, y la reducción del espacio en planta.

¿Por qué una Moldurera?

Cuando una fábrica ha sobrepasado el nivel artesanal y se ve obligada a realizar trabajos en series que requieren cambios constantes tanto en diseño,  producción,  materiales -sin aumentar en personal ni en área de planta- es hora de considerar la conveniencia de adquirir una moldurera que le permita -de acuerdo a sus necesidades reales- mejorar y establecer los niveles óptimos de precisión, rendimiento y eficiencia, pilares sobre los cuales se establecen tanto la viabilidad como el tipo de una inversión a realizar.

 En este sentido, el mercado y los importadores nacionales ofrece moldureras que van desde los 60 millones de pesos -para máquinas con cuatro husillos- hasta aquellas con siete usillos, memoria y ajuste electrónico de la velocidad de avance que, aunque altamente versátiles, no son comunes en el país pues su precio ronda los quinientos millones de pesos y requieren toda una infraestructura adicional para su funcionamiento.

La selección de la moldurera ideal debe corresponder, entonces, a niveles y tipos de producción previamente determinados y específicos, para que así la fábrica no caiga en un sobredimensionamiento que le genere pérdidas en un futuro.

Conformación Básica

 El funcionamiento de una moldurera es, a simple vista, muy sencillo: se introducen las piezas de madera predimensionadas por el costado de entrada ya sea de forma manual o automática cuando la máquina hace parte de una línea de producción; los rodillos de avance ubicados a lo largo de la  maquina, tanto en la mesa como en la parte superior de la misma, la transportan la madera hacia los husillos que contienen cuchillas, mientras éstas giran a gran velocidad y trasfieren un diseño específico a la madera. Dicho diseño es  previamente elaborado en las cuchillas o en  las fresas que se  montan en los husillos.

Las piezas molduradas salen exactas y listas  para un proceso posterior de lijado, muy superficial, y pintado si así se requiere.

Sin embargo, para que esta secuencia de producción se cumpla a cabalidad es necesario contar con una serie de elementos primarios en la moldurera.

  • Bastidor

 En primer lugar y como regla general, una moldurera esta construida sobre un bastidor pesado de fundición macizo en hierro fundido que minimiza las vibraciones, y se transforma en una base confiable para la marcha suave de las piezas hacia los husillos y elementos de avance, característica que finalmente se reflejará en productos precisos.

 En dicho bastidor esta instalada una mesa de trabajo sobre la cual se realiza el maquinado de las piezas y que, dependiendo del trabajo, presenta la opción de ser cromada para maderas duras o usos con MDF, y acanalada para la fabricación de pisos cortos. Esta base permite maquinar piezas irregulares como aquellas cortas, arqueadas y no tronzadas a 90 grados, así como piezas encoladas y aglomerados, reduciendo las labores de preparación del material a moldurar.

  • Cuchillas, Husillos y Cabezales:

Siendo éstos los encargados de hacer el trabajo fuerte, deben ser de excepcional calidad; por ello se recomienda el uso de cuchillas elaboradas en acero rápido, material que brinda un buen acabado y una excelente duración para soportar las 6000 revoluciones por minuto que en promedio se generan.

La cantidad de husillos a usar es muy variable de acuerdo a la complejidad del diseño que el producto final exija, sin embargo, en una conformación básica de trabajo se recomienda disponer como mínimo de cuatro husillos con movimiento axial y radial que permitan ajustar los cabezales o fresas para que ataquen la pieza por cada una de sus caras.

En trabajos especiales como la carpintería  arquitectónica, la fabricación de pisos de alta  especificación, las piezas para molduras de cuadros y ebanistería, requieren de un quinto husillo para lograr los resultados esperados. Adicionalmente se puede disponer de un husillo universal que pueda moverse libremente alrededor de la pieza a trabajar. Este elemento aumenta enormemente las posibilidades de la moldurera en trabajos que requieren un ranurado especial o en perfiles con ángulos de difícil penetración, gracias a que proveen a la cuchilla una órbita de giro de hasta 200 mm.

Adicionalmente los husillos deben tener, para su efectiva operación, un diámetro mínimo de 40 mm (algunas máquinas poseen ejes más pequeños, sin embargo un eje de estas  dimensiones garantiza robustez y fiabilidad en el trabajo) y ser soportados por un sistema de sujeción que asegure máxima calidad en la superficie durante todo el ancho del trabajo.

 En el caso de los cabezales porta cuchillas éstos deben ser lo más seguros posibles, por ello se recomiendan aquellos que en procesos de perfilado usan cuchillas ranuradas, lo cual garantiza la correcta ubicación de las  cuchillas  y las mantiene soportadas.

  • Mecanismo de Avance 

La velocidad con la cual la pieza a trabajar se desplaza dentro de los husillos está determinada por los rodillos de avance. Los más comunes poseen 140 milímetros de diámetro y son fabricados en metal templado y cromado, característica que le permite transportar sin inconvenientes piezas de madera dura, susceptibles a ser quemadas durante el maquinado.

La transmisión de fuerza para los rodillos de avance es proporcionada mediante el uso de ejes cardánicos, sistema similar al de los automóviles, estos transfieren la energía cinética del motor a los rodillos de manera confiable y segura.

Este sistema requiere de muy poco mantenimiento y su vida útil es larga, de hecho es una de las piezas que presentan menor desgaste en la máquina y puede trabajar con cualquier tipo de madera, bien sea dura, húmeda, corta y curvada, así como con materiales tipo MDF, los cuales, por ser más abrasivos exigen cuchillas un poco más resistentes.

La distancia entre cada uno de los rodillos de avance varía según el fabricante y tipo de trabajo para el cual está diseñada la máquina: marcos de fotos, perfiles de ventanas, etc, de hecho es posible encontrar distancias que parten desde los 50 centímetros y velocidades que oscilan entre los cinco hasta los 20 metros por minuto, tiempo variable también según el material a usar.

 Así mismo, estos mecanismos permiten el maquinado de piezas desde los 20 milímetros de ancho hasta los 230 y un alto que va desde los ocho milímetros hasta los 180.

  • Motor

Para que todo el sistema funcione la moldurera posee, por lo regular, un motor que cumple a cabalidad con las distintas exigencias de potencia requeridas por el operador, por ello en un sistema básico se recomiendan motores trifásicos desde 5,5 Kw. y 10 Hp. Hasta 15 Hp.

Adicionalmente es importante que tenga una bomba lubricante de fácil acceso y puntos de engrase centralizados -tanto para el motor como para la estructura- que permitan un mantenimiento rápido sin omitir puntos de engrase por olvido.

  • Elementos de Seguridad

 Para cumplir con las disposiciones  internacionales en materia de seguridad, las moldureras deben contar con un sistema de frenos de husillo, bien sea mecánico o eléctrico, que detenga la acción de las cuchillas de corte en un máximo de 10 segundos después de haber sido accionados.

 Del mismo modo, debe incluir un rodillo especialmente diseñado para que durante el maquinado de piezas muy cortas evite que éstas salgan despedidas por el aire, obstruyendo la máquina, y en el peor de los casos, golpeen al operario.

Por lo general, la capota de seguridad que cubre el área de trabajo esta fabricada en fibra de vidrio reforzada con plástico para que absorba el impacto de las posibles piezas que puedan saltar, del mismo modo evita que el operario quede expuesto al polvo resultante del maquinado así como al ruido, reduciendo la emisión sonora hasta en 18 decibeles en maquinaria de última tecnología.

  • Extracción

Como para toda máquina diseñada para la industria maderera que genera residuos como las partículas de polvo, las normas internacionales exigen que la moldurera posea un sistema eficiente de seguridad ambiental  el cual consta de campanas de extracción ubicadas en los husillos, conectadas a un extractor de potencia acorde con el tamaño de la máquina.

 Adicionalmente, se requiere un compresor que provee el aire necesario para alimentar el sistema neumático de avance de la madera.

Más Opciones… Más Versatilidad

Las distintas moldureras que existen en el mercado presentan un gran número de elementos accesorios que le permiten al usuario acondicionarlas para un manejo más fácil y versátil, dentro de los más comunes podemos encontrar:

  • Grupo fresador de biseles: Gracias a este es posible biselar en una sola pasada las cuatro caras de la pieza a trabajar, ahorrando así tiempo de producción.
  • Rodillos de avance inclinables: Con él se pueden transportar maderas macizas con cortes diagonales o encolados en escalones a través de la máquina.
  • Mesas de entrada y salida de diferentes tamaños que permiten alimentar la moldurera con piezas de distintas dimensiones con mayor comodidad.
  • Unidad de aserrado vertical doble: cuando es necesario realizar un aserrado horizontal, de derecha a izquierda, esta herramienta resulta muy útil. Es usada principalmente para la producción de laminillas superiores para parquet de varias capas así como para el aserrado de perfiles múltiples.
  • Grupos de lijado para perfiles de MDF: ubicados a la salida de la moldurera ofrece la ventaja que, una vez perfilada, la pieza pueda ser lijada por sus cuatro caras.
  • Afilado y perfilado de cuchillas: Cuando la máquina no posee un sistema de autoafilado es necesario comprar un afilador que asegure un excelente desempeño de las cuchillas de corte, sin embargo, dados los costos de este (su valor ronda los entre 10 y 25 millones de pesos) muchas industrias recurren a centros de afilado, empresas especializadas que ofrecen un máximo de alineación y seguridad y que además perfilan cuchillas en bruto según el diseño que se desee el usuario.
  • Sistemas de medición y controles de memoria: para hacer más fácil el manejo de la máquina se han establecido distintas ayudas numéricas tales como un ajuste electrónico de la velocidad de avance y sistemas de memoria que almacenan hasta 98 dimensiones de piezas y disponen de ellas con tan solo pulsar un botón, obteniendo una producción uniforme de varias referencias en serie sin la inversión de grandes tiempos de ajuste.

En resumen, gracias a la versatilidad que ofrecen las moldureras es posible crear gran cantidad de piezas que representan productos novedosos y lucrativos y cuyo diseño sólo está limitado por la creatividad del usuario.

Fuente:

– Jorge Salamanca: Se desempeña como Gerente de ventas de la importadora de maquinaría para madera Aristizabal y Jinete. E-mail: jorge@aristizabalyjinete.com

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