Mobiliario de Uso Exterior: Una Vida a la Intemperie

Edwin Alejandro García

Periodista M&M

 Sillas para jardines y parques, toldos para piscina, comedores para terraza y demás hacen parte del mobiliario que se usa comúnmente en ambientes exteriores y que, de involucrar insumos de calidad, correctamente tratados, augurarán una resistencia a la intemperie por muchos años. 

Durante los últimos años los muebles de jardín y terraza han ganado un espacio en el hogar gracias, en buena parte, a su interesante evolución en materia de diseño y confort; pues han pasado de ser meros elementos exteriores de la casa para convertirse en una atractiva prolongación de la misma.

Sin embargo, vale la pena destacar que el mobiliario exterior no se limita únicamente al dispuesto en los espacios abiertos de nuestros hogares, en este también se incluye todo el amoblamiento urbano -bolardos, cabinas telefónicas, sillas de parque y demás- que tiene la misión de servir a múltiples usuarios en un espacio compartido, por lo cual sus características de resistencia y calidad deben ser óptimas para soportar su exposición al sol, agua y uso prolongado, etc.

Teniendo en cuenta lo anterior, el mobiliario exterior se puede dividir en diversas categorías según su naturaleza:

–  Mobiliario vial: Paneles de señalización, papeleras, jardineras para árboles, paraderos, etc.

–  Mobiliario en áreas infantiles: Vallas de separación, juegos infantiles, etc.

–  Mobiliario en áreas de ocio: Mesas, bancos, talanqueras, muebles de piscina, puentes rústicos, columnas, parasoles y toldos, etc.

  • Mobiliario en áreas deportivas: Circuitos de preparación física, plataformas para pesca en lagos o ríos, obstáculos para caballos, petancas, juegos de ajedrez, etc.

En realidad, más que ser elementos para el descanso, los muebles exteriores son piezas que deben cumplir con unos parámetros básicos de calidad y funcionalidad -y en este punto- los insumos tienen una importancia mayúscula cuando son precisamente éstos los que le permiten su adaptación formal, hablando de diseño y “funcional” cuando de soporta los caprichos del clima se trata.

 Es indudable para fabricar este amplísimo rango de productos existe también una extensa variedad de materias primas entre las que se cuentan los metales, plásticos, resinas, telas, etc., pero parece lógico pensar que dado el carácter natural de las zonas a las que está destinado, es la madera el elemento de mayor preferencia, razón por la cual ocupa un espacio de privilegio en el presente artículo.

 Para Interior y Exterior

El mobiliario exterior para terraza, piscina, jardín y parque que tradicionalmente ha sido diseñado para disfrutar del buen tiempo al aire libre -tomar el sol, merendar, hablar con los amigos, etc.- se ha modernizado a tal punto que, en algunos casos, resulta casi imposible distinguirlo del clásico mueble de interior.

La revolución de los materiales y el diseño de las piezas los ha transformado en elementos multiuso y muchas veces, en piezas decorativas, tal como ocurre con los metacrilatos, polipropilenos y policarbonatos usados en muebles para terraza, piscina y jardín susceptibles de cumplir una función al aire libre y otra, cuando termina el buen tiempo, dentro del hogar.

Igualmente están las nuevas fibras sintéticas, hechas con polietileno teñido, fáciles de manipular e inalterables a los rigores climatológicos, que han ganado su espacio junto a la madera y al hierro en la fabricación de muebles exteriores.

En general, este tipo de mobiliario ha conquistado el mercado entre otras cosas, porque no necesita un cuidado especial de mantenimiento siempre y cuando sea elaborado con los materiales indicados. Es ligero, permanece inalterable frente a las inclemencias del tiempo y su diseño es atractivo, otorgándole funciones tanto prácticas como ornamentales.

Mobiliario de Madera

La madera es, gracias a su belleza y naturalidad, el material por excelencia a usar en la fabricación de muebles exteriores sin embargo, antes de su elaboración se deben tener en cuenta factores como el tipo de madera, el tratamiento al que se deba someterse el material y de mantenimiento una vez el mueble u objeto este en uso.

Por ejemplo, en el caso de las maderas tropicales, y tal como ocurre con la teca, éstas poseen una gran cantidad de aceites naturales y resinas que las hacen resistentes a las inclemencias del sol, la lluvia y la contaminación atmosférica. Esta es una gran ventaja sobre otras maderas ya que dichas sustancias orgánicas interiores protegen el mobiliario de la humedad y los parásitos, reduciendo su mantenimiento posterior a un lijado periódico y una mano de aceite natural para devolverle la frescura y apariencia que tenía el mueble al salir de la fábrica.

Sin embargo, la industria no debe desechar el uso de maderas no tropicales en la elaboración de mobiliario exterior ya que su empleo es posible siempre y cuanto se les de el tratamiento correcto. En la práctica, éste puede ir desde la sencilla aplicación de un barniz o pintura en base agua, para el caso de los de cedro -y que por su durabilidad son dejados al aire libre con una mínima protección- hasta sistemas de impregnación profunda de químicos protectores para maderas para el pino.

En realidad, el tratamiento de inmunizado en cualquiera de los casos no debe dejarse nunca en un segundo plano, aunque según el Ingeniero Agrónomo Henry Llanos, es común que los fabricantes de muebles prefieran decir a sus clientes que trabajan maderas muy duras, que no son atacadas por insectos y resisten a la humedad, a que mencionen como sus maderas son resistentes porque se han sometido a un correcto proceso de preservación. Se relega el valor que tienen los tratamientos para madera y con ello, la garantía que ciertamente ofrecen.

Tratamientos para la Madera de Mobiliario Exterior

La madera de mobiliario urbano se encuentra normalmente a la intemperie en contacto con el suelo o bien sobre una superficie, sea metal, piedra u hormigón. En ambos casos los muebles pueden verse afectados potencialmente por diversos factores de origen abiótico o biótico. Los primeros, de tipo climático, son las temperaturas extremas y cambios bruscos de estas, así como las radiaciones solares ultravioleta que causan fraccionamiento y cambios de color en la madera o la siempre negativa acción de la humedad. Entre los segundos se deben citar los hongos cromógenos y de pudrición así como los insectos xilófagos.

Actualmente la forma más efectiva y económica de protección preventiva para madera es mediante su impregnación química, con soluciones de materias activas de características insecticidas, fungicidas y de protección frente a agentes climáticos; y ya en el procedimiento, se deben tener en cuenta algunos puntos clave para garantizar su éxito.

En primer lugar se deben conocer las características de la madera a proteger, su durabilidad natural o el grado de resistencia que, de forma natural, presenta frente a los distintos agentes de deterioro, así como con su grado de permeabilidad al paso de los líquidos.

Según Llanos, la inmunización obra según el tipo de madera ya que «las madera blandas como el pino son fáciles de tratar mientrar que las duras como el abarco no, a raíz de sus problemas anatómicos: sus tejidos celulares están entrecruzados unos con otros, haciendo más difícil que el producto fluya dentro de ellos».

Para ello el ingeniero recomienda usar los productos concentrados disueltos en agua al tratar maderas del tipo pino mientras que, para el arbaco o maderas de características similares, los productos se deben disolver en derivados del petróleo para asegurar e incrementar la retención del preservador en la madera.

Dado el gran problema que la humedad representa para los muebles y en especial para aquellos expuestos permanentemente a la intemperie, este es el principal factor a considerar. Existe una relación inversa que a mayor cantidad de humedad menor cantidad de penetración de los perservadores de la madera; tal como ocurre con una esponja: entre mayor cantidad de agua posea menor es su absorción y entre más seca, mayor capacidad tiene.

Por eso, en el caso de muebles exteriores se recomienda siempre trabajar con un porcentaje de humedad menor al 20% para así asegurar que el producto inmunizante penetre y se instale en las paredes celulares.

Otro factor influyente es la cantidad de químico que se infiltre en la madera, entre más producto se use mejor será la protección. En las etiquetas de los productos el fabricante indica un rango de dosis pero se recomienda en las aplicaciones manuales siempre utilizar la dosis más alta. Así mismo, es aconsejable emplear productos protectores que incluyan en su fórmula elementos repelentes del agua y que a la par mejoren el grado de estabilidad dimensional de la madera frente a esta.

Actualmente, el mayor problema que presenta la madera del mobiliario exterior tratado preventivamente en profundidad, es su mala respuesta a la acción deteriorante de los rayos UV solares, causantes del agrisamiento y desfibración superficial de la madera. Para contrarrestarlos se deben emplear protectores con un muy alto grado de permanencia en la madera, o dicho de otra forma, con un bajo grado de deslave frente al rocío y el agua lluvia.

Los principales elementos químicos empleados para la protección en este caso, son hidrosolubles y disolvente orgánico, siendo preferiblemente utilizados los primeros, para muebles que estén contacto directo con el suelo, mientras que los segundos se destinan para aquellos que no lo están. Estos mismos productos se recomiendan para atacar hongos e insectos xilófagos, según la situación de la madera, tal como se indicó anteriormente.

En cuanto a los sistemas de inmunización la situación de la madera a la intemperie supone su impregnación en profundidad, con sistemas de autoclave del tipo Vacío-Vacío o bien Vacío-Presión-Vacío, debiéndose alcanzar penetraciones totales de albura y retenciones de materias activas del orden de 7 Kg/m3 y 24 l/m3 con protectores hidrosolubles y con disolvente orgánico respectivamente

En lo que hace referencia a los protectores antifotodegradación, que se aplican superficialmente mediante pulverizado o pincelado, se deben alcanzar los grados de absorciones sólidas que los fabricantes del producto indiquen, para cada caso.

Mobiliario Metálico

  • Hierro

Todos los muebles y objetos de hierro forjado ofrecen gran robustez y resistencia. De hecho, cabe recordar que durante años este tipo de material estuvo reservado para rejas y cerramientos. Posteriormente, se introdujo en la decoración a través de los muebles de jardín y exteriores, precisamente por ser un material que, tratado previamente, resiste los cambios de las temperaturas y de las condiciones climáticas.

Sin embargo, aunque los nuevos modelos de muebles en hierro son tratados con métodos modernos como la galvanización, el forjado y la pintura al horno con polvos termofraguantes, siempre terminan perdiendo su apariencia.

Por ello, para protegerlos de daños como la oxidación provocada por el agua se deben tratar con un spray de silicona que recubra todo el mueble, haciendo especial énfasis en las partes inferiores, normalmente más propensas a oxidarse y adicionalmente, debe aplicarse cada año un protector y varias manos de pintura a base de antioxidante.

Los elementos fabricados con este material -que no son tratados- envejecen mal a la intemperie, por lo que se destinan básicamente para jardines y comedores cubiertos. Además, dadas sus características de alta corrosión no es muy recomendable para climas húmedos, donde en cambio el aluminio puede ser una excelente alternativa por tener una apariencia similar, pesar menos y presentar poca oxidación.

  • Aluminio

Es el material que más ha evolucionado respecto a los demás permitiendo cambiar el diseño y la estructura del mobiliario en general. Nunca se oxida y si es bien trabajado y moldeado no se deforma.

A modo de protección, el material debe ser pintado con polvo de poliéster, elemento que eleva su resistencia frente a los cambios violentos del clima.

Actualmente, y gracias a su proceso de fabricación,  es muy resistente y permite hacer con él todo tipo de formas como tubo, pirámides o cualquier otra según las necesidades del usuario. Este material es muy usado a nivel urbano en el diseño y fabricación de paraderos, cabinas telefónicas y papeleras, entre otros.

Fibras Naturales

En cuanto a las fibras naturales, el mimbre, el rattán y el bambú son las más comunes y empleadas en la fabricación de muebles de exterior. Son materiales muy apreciados por su elegancia, belleza, sencillez y porque confieren al mueble cierto aire natural. Sin embargo, y aunque su demanda es creciente, no son muy resistentes a la intemperie.

El sol reseca las fibras hasta romperlas y el agua las pudre, razón por la cual sólo son recomendables para espacios cubiertos; ya si se exponen en áreas abiertas, es recomendable tratar previamente las fibras con aceites y resinas que las protegen de las inclemencias del clima.

Precisamente, en cuanto a tratamientos, en el mercado europeo ha empezado a aparecer una variante del material denominada loom, que se obtiene a partir del trenzando de hilos de aluminio,  los cuales se recubren con fibras de celulosa natural. La fibra obtenida se teje en un telar para posteriormente barnizarla.

Este da como resultado un material más resistente y elástico que las fibras tradicionales, no absorbe líquidos ni se mancha con la humedad, no cruje ni rechina, es indeformable y resiste el calor.

Mobiliario Sintético

  • Plástico

Este es el material por excelencia para los muebles de exterior: Sufren una afectación mínima cuando se exponen al aire libre y también son los más fáciles de mantener, de hecho, el plástico se limpia utilizando sólo un trapo y un poco de agua tibia con detergente, para luego enjuagarlos con una manguera.

Sin embargo, al producir, comercializar o comprar muebles de plástico u otros materiales sintéticos,  se debe prestar especial atención al uso de materiales de calidad como metacrilatos, polipropilenos y  policarbonatos que le otorgan resistencia ante los constantes cambios del clima, así como resistencia frente a la decoloración por el exceso de sol, ya que en algunos casos, con el tiempo, los rayos ultravioleta pueden provocar este daño en el mueble.

Adicionalmente, se exige que el componente fundamental del plástico, la resina, sea de buena calidad ya que de caso contrario, el mueble perderá su brillo y belleza muy rápidamente.

Como gran ventaja estos muebles, que son de bajo costo respecto a los metálicos y de madera, poseen una adaptación infinita a cualquier espacio que se les destine, aunque no puede negarse que, dada su impermeabilidad son usados preferencialmente en ambientes frescos, tropicales o húmedos como piscinas y fincas.

En cualquier caso, mantener los muebles con este tipo de material en lugares con sombra, ayudará mucho a prolongar su vida útil.

  • Materiales Sintéticos

Pese a que los muebles exteriores fabricados en materiales clásicos naturales aun tienen dentro del público un buen número de adeptos, las piezas del mobiliario para jardín fabricadas con ellos -tales como el rattán, la médula, el junco marino e incluso el lino-, han sido reemplazadas por materiales elaborados en polietileno totalmente reciclable, de combustión no tóxica, menor costo y mayor resistencia.

En realidad estas últimas se convierten en las  principales características de los nuevos modelos de muebles para exterior, sumando la obtención de una amplia variedad de diseños gracias al lanzamiento de llamativos y brillantes colores. Precisamente, el desarrollo en esta materia tiene en el campo estético una importancia indudable pues las empresas que trabajan materiales sintéticos, realizan permanentes investigaciones para lograr armonía en sus diseños, cuando en ellos combinan estructuras en madera, aluminio, fibras naturales o hierro.

Y, ¿en Colombia Qué?

En el país existen empresas que se dedican a la producción de muebles para exteriores a todo nivel: Sombrillas, toldos, muebles para piscina y jardín, columpios, etc, que han logrado un gran reconocimiento dentro y fuera del país gracias a los altos estándares de calidad que manejan, aunque, según Parasoles Tropicales -empresa del sector que exporta a La Florida- «la mayoría de las empresas colombianas aún no están bien preparadas para manejar los volúmenes y los tiempos que exige el mercado norteamericano».

De hecho, las empresas colombianas del ramo, que participaron en la Macro Rueda de Negocios organizada por PROEXPORT en la ciudad de Miami, el pasado mes de octubre de 2004, lograron concertar exitosas reuniones con compradores de Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, importantes consumidores y nicho de mercado para muebles exteriores y de jardín, especialmente destinado al equipamiento de bares, restaurantes, hoteles, casas de campo y sectores residenciales de alta gama.

Sin duda, el mobiliario de uso exterior es actualmente un segmento atractivo, dinámico y potencial del mercado general de muebles, que se amolda a los cambios y desarrollos del nuevo mercado y que responde a la demanda de piezas cada vez más novedosas y duraderas.

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Fuentes:

 –  Henry Llanos. Ingeniero agrónomo. Gerente general de Control Plus Ltda. E-mail: controlp@cable.net.co

–  Michel Delcourt. Gerente Diseños Tropicales. E-mail: internacional@disenostropicales.com

–   José A. Rodríguez Barreal. Mobiliario Urbano en Madera: Su Tratamiento Protector Preventivo. Artículo publicado en la revista Protecma. Web: www.protecciondelamadera.com

–  Revista Segundo Acto. Escenario de lo público. Escuela de diseño industrial, Facultad de artes. Universidad Nacional de Colombia. Mayo 2003

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