Muebles con Múltiple Personalidad… Muebles Multifuncionales

Alexandra Colorado Castro

Redacción M&M

Explosión imaginativa de diseño, juego de formas, objetos que pierden su nombre convencional producto de las múltiples tareas que cumplen y los servicios que ofrecen; una tipología de mueble que ha mostrado una interesante evolución a la par con el desarrollo de sectores de la industria –como los herrajes– y con los cambios en la manera de vivir de la sociedad.

Movimiento, dinámica, evolución. A lo largo de la historia, el hombre ha diseñado e integrado para su servicio y el óptimo desarrollo de su trabajo y diario vivir, elementos capaces de cambiar de forma, amoldarse a requerimientos básicos, adaptarse a usos específicos y resolver, de forma versátil, aquellas necesidades que surgen a medida que cambian los estilos de vida y la forma de asumirla; se ha surtido, en suma, de objetos camaleónicos orientados simplificar la vida.

En este sentido, existe una línea de muebles cuya misión ha sido ampliar la categoría de la mera silla, banco o mesa –elementos que pierden su nombre convencional– a una dimensión de elemento integral, y desde la cual el diseño y la industria ha propuesto piezas versátiles que han ganado terreno en el mercado: los multifuncionales.

Formalmente –y aunque han existido desde siempre piezas que sugieren usos mas allá de los tradicionales de acuerdo con su naturaleza– el desarrollo de esta tipología de mueble surge durante la década de los años 50, cuando aparecen piezas tan famosas como el closet de tres cuerpos, que en su parte central guardaba una mesa con pata cuadrangular que descendía hasta el piso; y que en sus naves laterales –con el mismo sistema de herraje– descubría un par de butacas para originar una especie de comedor. Aquel armario podía ser también una menuda alcoba pues descolgaba, de su cuerpo central, una cama y de las puertas laterales y por despliegue, dos mesas de noche.

El concepto de multifuncionalidad aplicado en muebles, fue entonces en sus inicios, más un despliegue de imaginación, de geometría variable y mente delirante; de hecho en sus arranques creativos, explica Camilo Ospina, Arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia y actualmente, profesor de geometría descriptiva y empaques de la Institución de Educación Superior para América Latina – Isdal, produjo piezas “poco estéticas pero pioneras en la intención de servir con distintas caras”.

En 1967, los diseños multifuncionales, sin la limitante actual del espacio, exhibían una cuota alta de imaginación desbordante. Es el caso de esta cama para estar, en aglomerado enchapado, del diseñador sueco Stephan Gip y que intentó integrar un “dormitorio” con una “sala de estar”.

En la actualidad, el diseño de muebles multifuncionales apunta a cierta “destrucción de las formas” para proponer configuraciones que le den al usuario la posibilidad de lograr diversos usos, de un mismo elemento. Los diseñadores y las empresas fabricantes, señala Ospina, buscan –en el marco de la ergonomía y la antropometría– la descomposición y recomposición geométrica de sus productos a fin de alcanzar “elasticidad de usos”, condición que se vuelve imperante si se analiza que la concepción de área, en estos tiempos, han cambiado radicalmente.

“La utilización del espacio ya no admite la sala de estar, se toman alimentos sobre las rodillas, se trabaja sobre la mesa del comedor y el estudio almacena además de libros, otros elementos como Cd´s y películas; de allí el éxito, por ejemplo, de los teatros en casa (home theater) que responden eficientemente a toda la parafernalia tecnológica que acompaña una multiplicidad de actividades diversas y que ocurren a cualquier hora y casi de cualquier modo”.

Los muebles multifuncionales hacen, entonces, parte fundamental de la vida dinámica y del dinamismo de los espacios actuales, como piezas que proponen nuevas maneras de aprovecharlos y que, como elementos individuales, quiebran también la concepción tradicional de “mueble” y sus formas rutinarias de uso.

“Cuando los muebles tienen “cara de mueble específico” adquieren una connotación de cosa que se usa de una determinada manera. A nadie se le prohíbe pararse sobre un cubo o hacer tareas sobre un sillar de piedra bien pulida; esto pasa desapercibido para las personas que ven las cosas que sólo son comprendidas cuando tiene nombre propio y función determinada de antemano y específica”, explica Camilo Ospina.

Herrajes: Artífices del Movimiento

Uno de los segmentos industriales que ha influido poderosamente en la evolución de los multifuncionales, son los herrajes, dado que su vinculación en diseño y fabricación ha hecho posible el movimiento y transformación de los muebles en elementos más versátiles; de hecho, los desarrollos en esta materia han provocado el nacimiento de nuevas líneas de producto o trabajos de investigaciones conjuntos entre las empresas de muebles y las compañías fabricantes de herrajes, con excelentes resultados para el mercado y el avance mismo del sector.

Hoy existe una suerte de sistemas de unión, desplazamiento o sujeción que le han dado herramientas a los diseñadores y fabricantes de muebles para que superen la construcción de la básica escalerilla –esa especie de silleta para sentarse, génesis del segmento, usada en la cocina y que le permitían al usuario, transformada en escalera, alcanzar utensilios en áreas altas– y pasen a una generación de piezas complejas, bien pensadas, que normalizan el espacio y en las que se racionalizan también, desde los materiales hasta los costos de producción.

Al respecto, explica Helberth Ramírez, representante para Colombia de Häfele, compañía alemana de herrajes que –en la amplia gama, respuesta a las necesidades de espacio que manifiestan los usuarios de muebles– existen hoy desde elementos para ampliar el área de un mueble (en las tapas de mesas, por ejemplo), hasta sistemas que convierten un sillón en un camarote o una cama en un escritorio.

Precisamente, éste último es el caso de un desarrollo de Häfele y en el que, con un par de movimientos y un sistema de desplazamiento, una mesa se transforma en cama sin que el usuario deba recogerla, pues el tablero de la mesa se mantiene siempre en posición horizontal y sube o desciende suavemente, sin que los objetos que contiene, resbalen. Luego, es posible ocultar la cama en la pared dorsal del mueble para dar paso a un funcional escritorio, sección que se mantiene estable gracias a dos espigas de seguridad.

Mueble abatible universal, provisto de un sistema de herraje que permite transformar un escritorio en una cómoda cama, gozar de dos servicios en un mismo mueble y ampliar las posibilidades constructivas de los fabricantes

Además de la posibilidad de movimiento, este mueble también incluye amplios espacios de almacenaje e iluminación, lo que representa, igualmente, valores agregados para el uso y el disfrute del versátil sistema.

Por su parte, el herraje –en el que el fabricante consideró la producción en serie del mueble, cuyo peso no supera los 4.0 kilos y que consta de dos muelles de gas que se ajustan según el peso de la cama, dos brazos de soporte provistos de mecanismo abatible, dos placas de sujeción para el tablero de la mesa, y material de fijación– se ofrece con un paquete de datos CAD para permitirle al instalador un rápido, sencillo y preciso proceso de armado (1).

En este mismo sentido, aparecen en el mercado otras opciones de herrajes que, además de aportar a la obtención de muebles “transformistas”, le brindan la posibilidad a muebleros, ebanistas, carpinteros y profesionales de las reformas, de fabricar muebles justos a las necesidades de sus clientes y responder, incluso, a un variado grupo de usuarios pues las configuraciones que ofrecen, tras su vinculación en el diseño y armado, pueden ser tan amplias como la imaginación o los requerimientos de sitio o condición lo exijan.

Entre los desarrollos actuales aparecen, por ejemplo, correderas especiales para centros de entretenimiento que permiten girar partes del mueble para evitar mover la totalidad de éste al momento de instalar el cableado de los aparatos eléctricos o electrónicos montados en él; ó accionados a control de remoto que permiten mimetizar aparatos como televisores de 50” (capacidad de carga de 65 Kl), elevándolo tras un panel y además, lo hace girar 210° sobre una torre.

Alternativas más sencillas son las empleadas para la extensión de superficies en mesas. Para el caso, los fabricantes de herrajes han diseñado sistemas sincrónicos, manuales para mesas plegables gracias a los cuales, con sólo abrir dos alas suplementarias laterales –ocultas en la mitad del mueble y con un mecanismo similar al que incluyen las mesas de plancha– el usuario logra una ampliación de área. Este mismo sistema de extracción, plegado y desplegado se ha aplicado incluso, para convertir mesas cuadradas en redondas. La multifuncionalidad, ciertamente, la otorga el herraje.

A nivel de precios, se ha estimado que, aunque la incorporación de herrajes especiales incrementa en cierto porcentaje el valor de un mueble –el herraje eléctrico para girar y mimetizar el televisor, por ejemplo, cuesta alrededor de los 2.500.000 pesos– los fabricantes o carpinteros elevan de tal manera los precios de las piezas terminadas, que la demanda y comercialización de estos herrajes es hoy muy escasa en Colombia y su uso se reserva, como es de suponer, sólo en productos de alta gama.

Muebles en la Era Domótica

De la mano de términos como ahorro de energía, confort, seguridad, comunicaciones, accesibilidad y tecnología, todo, integrado en el diseño inteligente de un recinto cerrado y cuyo sistema ha sido bautizado como domótica (2), la industria del mueble ha desarrollado durante los últimos 15 años, una nueva tipología de piezas que incluso superan a nivel de servicios y posibilidades de uso, los límites de la imaginación.

El término que resulta de las palabras domus (que en latin significa casa) y tica (que en griego, significa ‘que funciona por sí sola’), se entiende como el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda a través de servicios energéticos, de seguridad, bienestar y comunicación integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableados o inalámbricos, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar.

En este sentido, los muebles domóticos, como los espacios que ocupan, han sido diseñados para responder a los principios básicos de eficiencia en el consumo de energía a través del uso de fuentes renovables; automatización de su funcionamiento –y de ciertas áreas de la casa– a partir de instalaciones y/o equipos operados por comandos electrónicos vía internet y multimedia de fácil manejo; y conexión con los sistemas o infraestructuras de comunicaciones que posea, a fin que se integren y sirvan eficientemente.

Es así como han surgido interesantes propuestas como la de la firma de muebles austriaca Skloib, que diseñó para su proyecto de casa automatizada, White Box, muebles domóticos programables desde los cuales es posible que el usuario controle y automatice la música, las luces, el televisor y el movimiento de algunos aparatos (convertir los murales de la casa en enormes reproductores MP3), simplemente girando un cubo, con la opción incluso de hacer programación individual.

Otro es el caso de la empresa española Inmomática que trabaja con innovadores fabricantes de muebles y que asesora, desarrolla e integra tecnología de “piezas conectadas” para el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y AfinesAIDIMA, con destacados resultados a la fecha; de hecho sus piezas “inteligentes” fueron presentadas en la ‘Exposición interactiva de muebles tecnológicos en el hogar digital’, celebrada en Valencia, en enero del presente año, en una eficiente integración entre la tecnología, los usuarios, las empresas, los productos y los servicios.

Precisamente, uno de los muebles claves del evento y exponente fiel de la domótica fue el ‘Sofá Isla’, un objeto a la vista, cotidiano, pero tapizado con una tela provista de sensores y dotado de un sofisticado mecanismo que combinó electrónica e informática para concentrar en él, el funcionamiento total de la “casa” –entrada tecnológica a todos los dispositivos universales del hogar (ordenador, USB, móvil)– sin cables y sin obras.

“Desde el sofá, mueble conectado a una serie de terminales tecnológicas, es posible acceder a las distintas funciones de la casa a través del panel integrado que permite modificar iluminación, temperatura, música, películas, abrir puertas, o conectarse a internet, entre otras”, explicó Alfredo Villalba, director general de Inmomatica, en el marco del evento.

Otros “detalles” atractivos de la casa fueron la cocina y su despensa tecnológica, la cual –previa alimentación de datos– sugiere dietas ideales a los habitantes de la casa e informa sobre la caducidad de los alimentos; o el espejo multimedia del baño desde el cual es posible conocer en un panel, la temperatura exterior e interior de la casa, que entrega avances sobre meteorología y hasta memoriza en una tabla digital anexa, hábitos y horarios para el lavado de dientes, el peinado o afeitado.

Sin duda, en éste particular ambiente, el mobiliario superó su función habitual de elemento pasivo, estable, inamovible y se convirtió en una “fuente autónoma de información en interacción con su entorno”, una unidad desde la cual comunicar, transmitir y recibir órdenes e información valiosa y diversa sobre el entorno y que a futuro también, incluso, podrá arrojar datos sobre el estado de los mismos habitantes de la casa y brindar apoyo a quienes padezcan limitaciones funcionales o físicas pues ya se estiman aplicaciones audaces de tecnología –sensores, actuadores, centrales de gestión, soportes de comunicación, aparatos terminales, ADSL, Fibra óptica, Wifi, Bluetooth, Infrarrojos, USB– para cumplir estos objetivos.

Ya, en términos que van más allá del mero reto creativo que por su naturaleza representa esta variedad de muebles para la industria, a nivel de mercado los domóticos también proponen una oportunidad para que los fabricantes innoven sus productos y abran un interesante nicho de mercado; no en vano –según Alfredo Villalba– existe interés creciente por piezas inteligentes al punto que hay demanda. En el caso particular de las empresas fabricantes de los muebles prototipo expuestos durante la feria en Valencia, actualmente adelantan gestiones para comercializar sus diseños hacia el mes de septiembre y distribuirlos antes que termine el presente año.

Paralelamente –y además de los avances en la materia demostrados por los países europeos– en América Latina se han destacado también en la producción de muebles domóticos, Chile tras la automatización de las estaciones de las Líneas 4 y 4A del metro de Santiago, además de varios edificios de oficinas; y Argentina que inició investigaciones en el ramo desde la década de 1990 y hoy cuenta con numerosas empresas dedicadas a diseñar espacios y muebles bajo el concepto. En Colombia, entidades como el Centro Tecnológico del Mobiliario del Sena han presentado interesantes prototipos de muebles –cocinas que activan desde los grifos hasta la apertura de puertas a control remoto– desarrollados conjuntamente con las áreas de robótica y automatización de la entidad formativa.

La industria española del mueble, líder en el mundo en cuanto a organización se trata, es uno de los casos más loables en amueblamiento de espacios domóticos, no en vano existen en el país una gran cantidad de empresas fabricantes –algunas con más de 10 años en el mercado–, al menos cuatro asociaciones (2) promotoras de la domótica como ciencia aplicada al sector productivo; y un apoyo económico importante por parte de entidades como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para la formulación y puesta en marcha de proyectos investigativos con fines comerciales relacionados con el tema.

Multifucionales o domóticos, ha surgido en la industria del mueble una generación de piezas hibridas, desarrolladas y potencialmente convenientes para los usuarios –que exigen al paso del tiempo y sus necesidades, productos más eficientes– pero también para la industria fabricante que se ve orientada hacia un cambio radical en las formas tradicionales de fabricar, a innovar y abrir una línea poco explorada en la que parece estar el futuro de esta industria.

  • Cita:
  1. El sistema lo ofrece el fabricante, para camas de dos dimensiones: 0.90 x 2.0 metros y de 1.40 x 2.0 metros y cuenta con la aprobación de la LGA. Actualmente está disponible en Colombia.
  2. Cedom: Asociación Española de Domótica que reúnen todos los agentes del sector en España: fabricantes de productos domóticos, fabricantes de sistemas, instaladores, integradores, arquitecturas e ingenierías, centros de formación, universidades, centros tecnológicos. LonUsers: Asociación de usuarios de la tecnología LonWorks, creada por iniciativa de empresas líderes de diferentes sectores que la aplican tecnología LonWorks (domótica, inmótica, control industrial y de transporte). KNX: Asociación nacional para la promoción del protocolo de bus KNX y de la que forma parte un amplio abanico de empresas fabricantes, distribuidoras, de ingeniería, constructoras, y centros de formación, y KNX Professionals: Asociación de profesionales de la tecnología KNX, creada por la iniciativa de empresas líderes en proyectos KNX, con el respaldo de KNX Associtation.

 nador, la silla provista de monitor “personal” o estructuras básicas que se acomodan a las necesidades del usuario.

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