Muebles para Baño: Ofrezca Antes que Buen Diseño, una Excelente Solución.

Luisa Fernanda Castro Patiño

Periodista M&M

Hoy en día, la industria de muebles para baño produce y ofrece piezas en diferentes diseños, colores, tamaños y materiales, pero en ocasiones deja de lado un aspecto vital a la hora de definir el producto o juego ideal a fabricar, según el tipo de usuario: La funcionalidad.  

 Actualmente, la sala de baño -igual que otros espacios de la casa-, se sigue reinventando con el surgimiento de las interesantes propuestas que lanza el mercado del mueble para este ámbito y que ha llevado a que hoy, el tema del diseño cobre gran importancia en los hogares modernos y a que las empresas fabricantes nacionales de muebles para baño exploren las tendencias que se lanzan en Europa y consideren como importante, la funcionalidad y practicidad que desean los clientes a la hora de cotizarlo.

En este sentido vale mencionar también que, pese a lo anterior, las estrategias de venta de los almacenes dedicados a ofrecer baños, no están muchas veces bien orientadas, es decir, sus asesores recurren a los mismos recursos y argumentos de venta para todo tipo de cliente, sin tener en cuenta las necesidades puntuales de cada público objetivo.

Este aspecto -de vital importancia pero muy descuidado por los asesores de los almacenes- provoca consecuencias que afectan tanto a las empresas como a los consumidores finales, en la medida que los primeros prestan un mal servicio en diseño y asesoramiento -perjudicando la imagen de su nicho de mercado-, y que los segundos se hacen a espacios muchas veces lujosos, pero que están lejos de responder a sus requerimientos.

Falencias en la Venta y el Diseño.

Sandra Sanabria, gerente de Nicol Cocinas & Baños, empresa con más de diez años de experiencia en la fabricación de muebles para estos segmentos, afirma que existen varias falencias a la hora de diseñar baños debido no sólo a la concepción que tienen de los espacios, quienes diseñan, sino también al tratamiento que se da a los compartimentos de muebles.

Según Sanabria, los problemas comienzan cuando las empresas fabricantes desconocen aspectos como funcionalidad, estética y durabilidad en las piezas que diseñan y que son necesarios para que el baño sea más atractivo, lógico y práctico. Por lo general, esto sucede cuando los departamentos de diseño -pese a sus excelentes habilidades para manejar las estructuras y los espacios- obvian las observaciones de las amas de casa quienes, finalmente, tienen contacto permanente con esta zona y pueden dar una opinión asertiva sobre lo que desean y necesitan.

De igual forma, pero relacionado con la concepción de diseño, está la tendencia que tienen las empresas fabricantes de llenar con cajones los muebles de baño, confiriéndoles a estos un sentido de organizadores únicos, cuando muchas veces ni los tamaños, ni los servicios, permiten al usuario efectuar tareas tan simples como la de guardar un champú o un secador.

“Es común ver como se instalan cajones de menos de 20 cms de ancho y 13 cms de alto, tan pequeños, que no permiten que el usuario pueda almacenar objetos con dimensiones medianamente mayores o muy robustos. No se trata de llenar el mueble con compartimentos que finalmente no van a tener ninguna utilidad, sino de hacer espacios que realmente el cliente pueda utilizar”, asegura Sanabria.

De hecho, el manejo en tamaño que se da a estos cajones es también consecuencia de cómo las empresas fabrican un módulo único para almacenamiento, y no diseñan o proponen otros muebles para que el cliente pueda acomodar, de manera más organizada, sus objetos de acuerdo al tipo y no mezcle -como ocurre regularmente- implementos de aseo con otros accesorios; lo que resulta peligroso además de antihigiénico.

De hecho, de este fenómeno no se escapan ni las más reconocidas empresas fabricantes de baños pues se dan casos en los que éstas diseñan espacios extremadamente suntuosos pero sin áreas definidas para almacenamiento, convirtiendo los supermontajes en inadecuados, ostentosos e irracionales.

Paralelo, y como otra de las falencias presentes en el gremio de fabricantes de baños pero orientada a la asesoría al cliente, está la práctica de ofrecer como única información, detalles sobre la estética de los muebles a nivel de contrastes, colores y materiales de última generación (el mármol, el granito, el poliéster, la fórmica, la madera, el corian) y obviar los datos prácticos y útiles relacionados con el cuidado dichos materiales, su mantenimiento y limpieza.

En este sentido, las compañías se imitan a entregar instructivos más que sencillos, básicos sobre el tema, con los que el cliente no alcanza a comprender a profundidad los aspectos que debe seguir para mantener sus muebles y lograr la durabilidad que espera.

Al respecto, los asesores comerciales y las empresas que representan deben entender que lo más importante para un cliente es, además de hacerse a un espacio dinámico y conveniente, ver justificada su inversión en un área que le ofrezca total e integral servicio, con espacios inteligentes y considerados si se quiere, pues no hay que olvidar que se trata de una zona de vital importancia en cualquier área habitacional y que incluso puede ser decisiva en la valorización de la vivienda misma.

A la Hora de Diseñar…  

Pero existen otros aspectos claves a considerar para ofrecer el mejor conjunto, el mejor servicio y dar solución a las falencias anteriores -y a otras asociadas con la conveniencia de los muebles de baño-, y entre ellos están la anatomía y la ergonomía, por cuanto estas ciencias se ocupan del estudio del cuerpo humano, su relación con los objetos y pueden dar las pautas a las empresas de mueble para que mejoren sus productos y brinden mayor comodidad, seguridad y bienestar a los usuarios.

En este sentido, puede hablarse de aspectos como las alturas a las que se ubican los diferentes módulos básicos –la torre, el superior y el inferior– con relación a la estatura del usuario, pues existe la tendencia entre los fabricantes e instaladores, a ubicar muebles muy bajos o altos, que resultan de incómodo uso o acceso.

“La altura del módulo inferior, de acuerdo a la estatura promedio de los colombianos, debe estar entre los 80 y 85 cms desde el piso de modo que, cuando el usuario utilice el lavamanos, por ejemplo, sus brazos no queden levantados y en cambio, caigan sobre él. Así no se afectará la postura”, asegura Sanabria.

Otro aspecto a revisar cuando se brinda asesoría al cliente y claro, se diseñan muebles para este uso, es el tipo de elementos que el usuario almacena y el número de personas que viven en su casa, pues no todos guardan los mismos objetos ni tienen los mismos hábitos; cada caso amerita un tratamiento distinto según las necesidades.

En este sentido, no es lo mismo diseñar para quienes guardan perfumería o elementos de aseo en su mueble superior de baño, como para quienes prefieren otras zonas de la casa para hacerlo. En el primer caso es necesario disponer un módulo superior, preferiblemente, a una altura de 55 cms (con respecto al inodoro) para el almacenamiento de estos productos, mientras que para el segundo, el tradicional tocador de la alcoba puede ser el sitio indicado.

Así mismo, no es igual diseñar para familias compuestas por tres miembros que para aquellas que superan los siete o más, en la medida que aumentan o disminuyen los artículos a guardar, así como la frecuencia de empleo.

Los tradicionales muebles para guardar utensilios que ofrecen las empresas fabricantes de baños: el mueble inferior destinado recibir productos de aseo, la torre en la que se guarda el secador de pelo y las toallas, el mueble superior que integra compartimentos para guardar medicamentos y perfumería (productos pequeños) y el espejo, pese a ser un conjunto casi inmodificable, debe adaptarse a las necesidades y gustos de cada usuario.

Jaime Gutiérrez Lega, diseñador industrial con más de 20 años de experiencia en esta materia, afirma al respecto que a diferencia de años anteriores, ya no es recomendable disponer muchos compartimentos en el baño para guardar elementos de aseo y menos si los productos son notorios; ahora, el diseño de baños apunta a instalar en la parte trasera del espejo sobrepuesto en la pared, un cajón en el cual puedan ser guardados distintos elementos: jabón, pasta dental, cremas faciales, medicamentos, y demás.

De esta forma, señala Gutierrez Lega, además de disponer un espacio discreto para los implementos de aseo, se les protege colocándolos en un área seca del baño, en la que no afecta el agua o el vapor de agua y se previene la creación de bacterias.

Este es un punto importante si se tiene en cuenta que, el baño es una zona altamente húmeda y que los materiales usados para la fabricación de los muebles tienen también una importancia decisiva, no sólo en la protección de los productos existentes en el espacio, sino en la durabilidad y calidad de las piezas mismas de mobiliario.

Al respecto, y según Oscar Mauricio Urrego, representante de ventas de Socoda, compañía antioqueña que desde hace más de 50 años produce y comercializa muebles para cocina y baños, es fundamental la buena escogencia de los materiales con que se fabrican estos muebles -en especial si se trata de materiales derivados de la madera- pues su comportamiento varía drásticamente ante condiciones extremas de temperatura y humedad.

Por ejemplo, los aglomerados MDF, ampliamente usados para fabricar mobiliario en general, tienden a deteriorarse si se emplean en zonas de la casa de alta exigencia, razón por la cual los expertos aconsejan los de tipo MUF que, provistos de una resina o película de color verde, protegen el aglomerado evitando que agua y humedad lo afecten y otorgándole durabilidad a la placa y al mueble. Ya, para el caso de los herrajes, es obligatorio usar materiales inoxidables o con acabados que aseguren una vida útil más larga.

En realidad, que el cliente cuente con un espacio lógicamente dispuesto y que pueda disfrutar sus muebles sin ningún contratiempo, son aspectos que deben ser prioritarios en la planeación correcta del baño. Las empresas fabricantes y sus asesores deben considerar entonces, y antes de ofrecer su portafolio de productos, los hábitos de limpieza, el número de personas que lo usarán y la cantidad de utensilios que guardará su cliente y así ajustar el espacio a las necesidades y no a la moda o la estética.

Diseño de los Muebles.

Las nuevas tendencias en diseño de muebles para baño, es otro de los aspectos que las empresas fabricantes deben atender, pues estar a la vanguardia les representa, indudablemente, mejor posicionamiento en la oferta y mayor rentabilidad en el negocio; pero también deben cuidarse de no caer en extravagancias, pues el cliente local es aun tradicional, amigo de los conjuntos novedosos y modernos pero también de líneas sencillas, que no pasan fugazmente de moda.

En este sentido, en el mercado actual puede notarse como existen dos concepciones de diseño para este mobiliario y que se evidencia en el tratamiento del módulo inferior.

En el primero, este mueble -independiente del lavamanos- presenta puertas y cajones para ofrecer un máximo aprovechamiento del espacio y almacenamiento de los productos cosméticos y de aseo; en el segundo, se ofrece un diseño minimalista, en el que lavamanos y mueble forma una unidad estética compacta, con cuidadosos acabados, pero lo más importante, que se empotra en cualquier lugar del espacio sin seguir una tendencia estricta de ubicación (debajo del espejo).

De hecho, en la tendencia minimalista, el mueble no tiene que ir de pared a pared, en algunos casos y a preferencia del cliente, los módulos incluso se suspenden o sobreponen en ella (sin patas), lo que deja mayor espacio libre y da mayor fluidez al diseño del conjunto en general.

Se trata en realidad de una variación en el concepto de la ubicación de los muebles, más no de los muebles en sí, de allí que la estética minimalista no signifique contradicción entre elementos o muebles, es un orden diferente, más limpio y personalizado.

Esta nueva tendencia va de la mano con la diversidad de estilos de muebles que se ofrecen actualmente, en la medida que permite combinar un armario modular de puertas y cajones con una repisa de madera natural o de acero; ubicar el infaltable espejo de manera más libre –independiente o empotrado a la pared– y hacer un uso más inteligente de las luces que tradicionalmente se instalaban sobre el espejo o sobre el mueble superior, y que ahora van incrustadas en la pared o colgadas del techo.

Vale anotar que el mobiliario para baño goza hoy de un tratamiento similar a la que se da a otros muebles de la casa y que han tenido preponderancia tradicional –como los de sala o alcoba–, es decir, que para éstos también se emplean los mejores materiales, el cuidado en los acabados, buen diseño y los mejores insumos.

En el caso de los herrajes, por ejemplo, los más recientes diseños europeos, integran correderas especiales para los cajones, que los hacen más estables, más extensibles y que mejoran la calidad del mueble. De hecho, los expertos fabricantes, recomiendan utilizar bisagras del tipo invisible, que quedan ocultas en un orificio al interior del mueble, especialmente dispuesto para que externamente no se noten.

Finalmente, en materia de colores, acabados y tamaños, estos muebles también muestran interesantes tendencias, como el uso de madera de roble natural en color wenge y castaño, la disposición de repisas de gran espesor y acabados tanto para las repisas como para el espejo, en silestone (1), una superficie que tiene como principal componente al cuarzo que presenta buen comportamiento, conserva su brillo y ofrece durabilidad en medios exigentes.

Y ¿El Mercado?

En Colombia existen un importante número de empresas dedicadas a la producción de muebles para baño a todo nivel: torres, espejos, módulos superiores e inferiores, muebles para lavamanos, que han logrando gran reconocimiento dentro y fuera del país gracias a los altos estándares de calidad que aplican.

En ese sentido, es importante señalar que muchas empresas que producen muebles para baño, en serie o estandarizados, exportan a otros países, como el caso de Socoda que, desde varios años los distribuye en   el mercado estadounidense y venezolano.

Sin embargo, vale señalar que para las compañías que producen muebles exclusivos para baño, exportar con los volúmenes y en los tiempos que exige el mercado exterior resulta muchas veces difícil -y no porque carezcan de los equipos o la mano de obra necesaria para fabricar- sino porque, en la medida que satisfacen las pretensiones de su cliente, los procesos de producción son mucho más lentos y dispendiosos.

Según Sandra Sanabria, “Si en Colombia existiera la misma tendencia de producir cocinas y baños uniformes y homogéneos que existe en el exterior, las empresas fabricantes nacionales estarían en total capacidad de competir en el mercado extranjero”.

Para Jaime Gutiérrez Lega, el diseño de muebles para baño ha avanzado mucho más en el exterior, a razón que en Colombia las compañías dedicadas al tema han sido más conservadoras y siguen fabricando y ofreciendo los mismos cuatro componentes del juego (torre, módulos y espejo); lo que demanda un verdadero cambio, en el que se experimente con nuevos materiales y distribuciones para hacer del baño, una de las áreas más importantes de la casa.

De hecho, Gutiérrez asegura que en la actualidad el mercado de muebles coquetea, hace tímidos experimentos con materiales alternativos y explora nuevas formas, pero al final, esos experimentos se quedan en pruebas porque los fabricantes se inclinan, finalmente, por lo que ya conocen y lo que tradicionalmente han fabricado: prima lo práctico sobre lo estético.

Sin duda, el mobiliario para baño se revela hoy como un segmento atractivo, dinámico y potencial del mercado de muebles en general, pues ha demostrado (en especial en Europa) que se justa a los cambios y desarrollos del mercado y que puede responder a las demandas con piezas novedosas, bellas y durables. Queda el reto para los fabricantes nacionales del segmento, pues hay todo un mercado posible y dispuesto a ser conquistado.

Cita:

  • Marca registrada. Fabricante de superficies para la industria que tienen, como principal componente, la piedra de cuarzo (dióxido de silicio (SiO2) cristalizado. El producto, tratado y al que se eliminan el 90 por ciento de sus cargas inorgánicas (fundamentalmente en cuarzo natural y sílice), tiene una atractiva apariencia, es agradable el tacto, presenta un peso similar al de la piedra natural y se ofrece en tablas de 304cm x 138cm y 327cmx 156cm, y en tres calibres: 12, 20 y 30 mm.

 

Fuentes

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