Regresó el Barroco Francés al Mobiliario Contemporáneo

Camilo Marín Villar

Periodista M&M

 El estilo europeo altamente decorativo de principios del siglo XVIII, caracterizado por sus líneas fluidas e irregulares y sus formas recargadas de ornamento, se combina con las tendencias de los muebles modernos, para dar lugar a espacios mixtos, muy al estilo ‘loft’, amplios y funcionales, pero también íntimos y acogedores.

 “La tierra es clásica y el mar es barroco”, recordaba el poeta cubano José Lezama Lima, en su libro ‘La Expresión Americana´ (1), barroco por su exuberante forma en continuo movimiento, barroco por su majestuosidad, que agota todos los superlativos conocidos y barroco porque inspira la exaltación de la condición humana.

Así es la nueva tendencia en el diseño de muebles y la decoración para el 2009, inspirada en el barroco francés del siglo XVIII, un estilo que ha hecho su reaparición triunfal en Europa y Estados Unidos y que actualmente inicia su ingreso al mercado  colombiano.

“Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol” (2), con esta referencia del Antiguo Testamento, se puede explicar que la tendencia barroca contemporánea no propone nuevas formas de mobiliario, sino que renueva los detalles clásicos combinándolos con los propios de los estilos modernos, nuevos materiales y diferentes colores.

Así las cosas, la nueva corriente, que marcará con fuerza el diseño para el próximo año, no contempla el cambio de todo el conjunto mobiliario, simplemente plantea la combinación de unidades de muebles o accesorios barrocos en la decoración moderna, incluso en ambientes minimalistas, sobrios y lineales. La tendencia también concibe la recuperación y restauración de piezas clásicas a través del uso de materiales e insumos vanguardistas y renovadores.

Reconciliación de los Opuestos

Según el arquitecto y diseñador de interiores, Gustavo López, actualmente esta moda se encuentra en los almacenes de muebles internacionales, dónde se ofrecen, en comunión perfecta, la rotunda elegancia del mueble contemporáneo, junto a la exhuberancia del barroco francés.

“La nueva tendencia viene con una sutil y puntual mezcla de estilos, es decir, no se trata de retomar completamente el fenómeno barroco, comprar, por ejemplo, una sala del siglo XVIII y desechar todos los muebles modernos. La propuesta apunta a conjugar aquellas hermosas piezas mobiliarias del clásico francés, con las líneas simples y vanguardistas del momento”, explica López, y agrega que se busca aportar un toque de distinción y calidez a los actuales espacios fríos y cúbicos.

Una combinación ideal de este tipo, podría ser, juntar un sofá contemporáneo, de largas líneas rectas, de un sólo tono oscuro y mate, con dos poltronas estilo Luís XV, talladas en cabecera, brazos y patas, y tapizadas con una tela damasco de color verde lima, fuerte y brillante. Además, se puede Incluir una moderna mesa lateral en murano con patas de reluciente acero.

La intervención barroca en el diseño actual y viceversa, incluye también la utilización de elementos modernos en los muebles clásicos, así, una cama de corriente francesa, con espaldar alto capitoneado(3), de gran talla y originalmente tapizada en terciopelo, se puede renovar con telas de colores cítricos, muy alegres.

López, quién es un reconocido diseñador, explicó que esta tendencia es producto, en muchos casos, del aburrimiento que genera el minimalismo: “para combatir las líneas rectas y depuradas, si está cansado de tanto minimalismo, nada mejor que dejarse llevar por otro tipo de decoración; una tendencia de toques barrocos que se mezclan con lo moderno para darle calidez a los espacios fríos e impersonales. Las curvas que simulan el movimiento de la madera, el brillo de la pintura y el estampado de las telas de los muebles barrocos, le imprimen dinamismo y expresividad, al diseño interior”.

El minimalismo, una corriente contraria a los excesos y detalles, despejó los ambientes hasta dejarlos en su mínima esencia, los hizo utilitarios, eficientes, pragmáticos y simples, defendiendo la necesidad de minimizar las formas para crear un diseño consecuente con la inmediatez de nuestra época. Ahora bien, la reaparición de la moda barroca en lo contemporáneo apunta a lograr ambientes y piezas eclécticas, es decir, conciliar elementos de tendencias ‘aparentemente’ opuestas en el diseño de muebles, integrando el pasado con el presente.

Actualmente, esta mezcla de diseños en el mobiliario y decoración cuenta con un promotor, el artista plástico y diseñador, Philippe Starck, un talentoso francés reconocido por su estilo irreverente y extrovertido. Starck, en el primer semestre del año, presentó obras con tendencia barroca contemporánea en los dos eventos más importantes del diseño de muebles: El Salón Internacional del Mueble, en Milán (Italia) y Casa Decor, en Madrid (España).

El Estilo Barroco en Colombia

Auque el estilo barroco contemporáneo predomina en los almacenes internacionales, en Colombia también encontramos algunos exponentes de la tendencia, es el caso de la Galería Hermida, un histórico almacén de Bogotá, que desde hace 45 años fabrica y comercializa mobiliario clásico.

Su gerente y propietario, Oscar Hermida, asegura que el mueble clásico no pasará de moda: “por el contrario, de lo que muchos piensan, los clásicos perduran y aunque los muebles minimalistas se imponen por todas partes, jamás podrán competir con estilos como el barroco, que nunca dejará de ser una alternativa muy valiosa”.

Hermida se atreve a predecir que el mueble minimalista representa una moda que tenderá a desaparecer pues, según él, algunos muebles modernos no tienen valor estético y en muchos casos tampoco calidad. “No es bueno generalizar, pero la simpleza minimalista está enfocada hacia el precio, si es bonito y barato se compra, en nuestro país aún no hay una cultura del mueble, no se valora ni se reconoce la belleza de las piezas clásicas. La necesidad es llenar los espacios, sin importar si el mueble está bien hecho, con maderas de calidad, buenos materiales y técnicas apropiadas”, explica el empresario.

Según Hermida, el renacer de la tendencia barroca representa un esfuerzo por recuperar los diseños ricos en detalles, formas, acabados y belleza, siendo importante la inclusión de nuevos materiales en las piezas; telas, pinturas y chapillas de diferentes maderas que, combinados con un dedicado y profesional trabajo, son determinantes para la consecución de un producto único y de alta calidad.

A lo que agrega: “la gente está aburrida de las cosas simples y sin diseño y, por eso, vuelven al barroco. Son personas que aprecian los materiales de calidad, los diseños elaborados, elegantes y con gran trabajo. Es cierto que quienes se interesan por nuestros muebles cuentan con el poder adquisitivo para comprarlos, pero sobre todo, buscan piezas únicas que reflejen parte de su personalidad”.

Y añade: “el mueble clásico tiene un valor agregado que incrementa su valor comercial; todo el proceso de fabricación puede llevar meses, es un trabajo arduo y costoso. Como en la mayoría de los muebles, se pasa por el corte de la madera, ensamble, talla y enchapado, para terminar con la pintura y los acabados. Sin embargo, en la construcción de mobiliario clásico el proceso es más complejo; cada pieza es única y especial, está hecha con detalles laboriosos y con los mejores materiales; se utilizan, telas, herrajes y pinturas exclusivas en cada mueble”.

Actualmente, la Galería Hermida produce una alcoba estilo barroco, con cabecera alta cuya silueta dibuja fuertes movimientos adulatorios, típica del primer periodo barroco, con fuertes curvas que muestran la plasticidad y flexibilidad de la madera.

Esta cama se fabrica en caoba, una madera muy noble que se deja trabajar fácilmente y, a la vez, conserva su dureza. “La caoba es un material exquisito e igualmente muy reconocido por los maestros ebanistas, artesanos, escultores y tallistas del mundo entero, es una de las maderas que históricamente se han utilizado para fabricar muebles de interior”, explica Hermida.

Aunque, el barroco es un estilo artístico que no depende en sí del material, el mobiliario barroco comúnmente se fabricó en maderas macizas de excelentes resistencia, en Europa se puso de moda el tejo, nogal y la caoba y en Norteamérica, además, se utilizó arce.

La familia Hermida trabaja esencialmente con caoba, una madera tropical original de Cuba, de color dorado en sus mejores presentaciones, que tiene una consistencia resistente y se adapta muy bien para el trabajo ebanista. Aunque en épocas de baja oferta, también se utiliza el nogal.

Sin perder la tendencia clásica, el mueble Hermida también incluye algunos toques vanguardistas, las piezas mezclan estilos y materiales: sobre madera maciza se colocan chapillas ricas en vetas como raíz de nogal, olivo, palisandro y haya para embellecer la pieza, con la misma intención, son tapizadas en cuero, terciopelos, damascos, cheniles, sedas, rasos y brocados, y se cubren de brillo, con predominio de colores vibrantes que van desde los pasteles, ocres y verdes hasta los naranjas.

En este almacén también se pueden encontrar diversas sillas clásicas, incluyendo algunas con características barrocas; espaldares altos, hermosamente talladas en brazos y patas, además tapizadas con telas muy modernas.

Los diseños de la Galería son el fruto del trabajo y la tradición de la familia Hermida, y son productos inspirados de ferias internacionales e incluso, han sido sacados de la literatura y el cine europeo.

“Estamos incursionando en diseños novedosos que mezclan la tradición del mueble europeo con apliques y detalles muy autóctonos, por ejemplo, fabricamos un juego de cuatro mesas auxiliares con chapillas, con formas inspiradas en el arte precolombino. Hace un par de décadas, los colombianos envidiábamos el trabajo de los ebanistas extranjeros, por su calidad y delicadeza en cada obra, actualmente no tenemos nada que envidiarles y en muchos casos los superamos”, explica el empresario.

 Restauración, una Forma para Recuperar el Pasado

 Ya sea por su valor emocional, porque es heredado de algún pariente querido ó porque son piezas de arte muy valiosas, hay muebles que vale la pena conservar. Es lo que sucede con algunas piezas del mobiliario barroco.

Es así como, a falta de una gran oferta de muebles clásicos, en el país existen restauradores que han desarrollado esta labor durante años e incluso transmiten sus conocimientos de generación en generación.

Juan Dueñas, un ebanista y restaurador bogotano, ha trabajado en la tapicería fina y reparación de muebles desde hace más de 20 años. Dueñas, explica que restaura principalmente muebles antiguos, ya que la calidad de fabricación y materiales es superior a la del mobiliario actual, por ello soportan los trabajos de recuperación.

Destaca que generalmente restaura muebles de herencias familiares y que ocasionalmente recibe piezas barrocas, pues son muy apreciadas y sus dueños tienen especial cuidado con ellas. “Las maderas utilizadas en el mueble de los siglos XVIII y XIX son de alta calidad y muy pocas veces se usan en los actuales, por eso es difícil reponer partes completas, así que siempre guardo maderas de distintos tipos y épocas para reparar la pieza como la original”.

Dueñas explica que la restauración de muebles es un oficio que implica mucha paciencia y perseverancia y que no basta con estudiar carpintería o tener experiencia en un taller. “Los muebles pasan de mano en mano, algunas personas los cuidan y guardan muy bien, otras son descuidadas; mi trabajo es hacer lo necesario para recuperar todas sus partes, conservar el estilo, el color, las sombras, todo, lo más fiel posible a la historia del mueble”, agrega.

También señala que el precio de la restauración depende del estado en que se encuentre el mueble, pues hay algunos que llegan en excelentes condiciones y se han conservado casi intactos y el trabajo es mínimo; según comenta, el costo puede oscilar entre $150.000 y $1´000.000.

Dice que la mayoría de sus clientes buscan la restauración de las piezas por sentido artístico y no utilitario, además, que son personas que tienen interés por el arte y la cultura, aprecian el sentido estético e histórico del mueble.

 Un Mercado Exclusivo

Según un informe de 2005 del Departamento Nacional de Estadística (Dane), el segmento del mueble de hogar ocupa el 20.37 por ciento de total de la industria, enfocándose en su mayoría en muebles fabricados con tableros aglomerados y otros materiales como el vidrio, plástico, acero y aluminio.

Si a esto se suma que los diseños y estilos en su gran mayoría son de tendencia moderna, se puede afirmar que no es destacable la cuota de muebles barrocos en el mercado colombiano. Pero tampoco hay una gran demanda, por ello, para quienes buscan alternativas de este tipo, existen buenas opciones.

En Bogotá, específicamente en el barrio Chapinero, se pueden encontrar galerías y almacenes que ofrecen mobiliario nuevo con estilo clásico, pasando por el barroco, imperial, rococó, Reina Ana y los Luíses.

Los precios del mobiliario clásico son muy variados y dependen de cada pieza, en general, pueden oscilar entre $1.000.000 hasta $50.000.000, los muebles de colección o que han sido catalogados patrimonio histórico pueden superar fácilmente estas cifras. Y aunque son más costosos que el común de los muebles de interior, cuentan con gran valor agregado, por la alta calidad de los materiales, gran trabajo manual y especial diseño.

Así mismo, entre la carrera 9ª con calles 65 y 60 están ubicados varios anticuarios que ofrecen mobiliario clásico de segunda mano a muy buenos precios. M&M hizo un recorrido por la zona y encontró excelentes piezas barrocas que se ajustan a todos los gustos y precios, a continuación encontrará algunos ejemplos.

Citas

  • La Expresión Americana. Lezama José. (La Habana, Ministerio de Educación, Instituto Nacional de Cultura, 1957), ensayos sobre la cultura americana.
  • Eclesiastés 1:9 LBLA
  • Tapizado de formas geométricas acolchonado, decorado con botones forrados de la misma tela.

 Fuentes

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