Sistemas de Descanso: Porque Dormir, No es Descansar

Carol Rubiano Mogollón

Periodista M&M

 Novedosos e integrales productos que garantizan comodidad, calidad de sueño y la buena salud, son los más recientes desarrollos de las empresas fabricantes de sistemas descanso, que diseñan y comercializan camas articuladas electrónicas, por control remoto, mecánicas y manuales para satisfacer las necesidades de miles de usuarios. Para el consumidor nacional estas son alternativas prácticamente desconocidas.

El ser humano pasa la tercera parte del día durmiendo, alrededor de 10 días al mes y 120 días en el año, lo que significa en pocas palabras, que una persona que ha vivido 60 años, ha dormido aproximadamente 20. La cama, es entonces un elemento vital para la vida, un mueble originado de una necesidad fisiológica inherente al descanso y que ha evolucionado con el tiempo no sólo en sus usos, sino en su fabricación, materiales, estilos y servicios.

De hecho, al revisar en la historia se observa como, para los pueblos antiguos el lugar de descanso era realmente un cúmulo de paja y otros materiales similares que, dispuesto en zonas amplias, le daban al servicio un carácter comunitario y colectivo, pues allí dormían todos los miembros de la casa. Otros “sistemas de reposo” más personales y prácticos fueron las hamacas propias de las comunidades indígenas.

Aparecen también los egipcios, mucho más exigentes y reservados a la hora de dormir, con camas excesivamente decoradas con grabados e incrustaciones en piedras preciosas que, además del uso tradicional, tenían una clara función decorativa.

Luego, durante el Imperio Romano, la forma y los materiales de las camas adquirieron un nuevo significado con modelos que buscaban suplir la evidente necesidad de confort, pero también, que se fabricaban con un sentido más comercial y de moda, si se quiere. Fue la época de las camas semicirculares en madera, que se ubicaban alrededor de los comedores para facilitar la costumbre popular y poco higiénica, de tomar alimentos en las habitaciones.

Así, surgen con el paso del tiempo un mar de propuestas creadas por el hombre en la búsqueda permanente del mueble que le proporcione descanso total para el mejoramiento de su calidad de vida, propósito que encuentra su materialización, en el siglo XX y en los fabricantes europeos de camas y sus complementos, con un nuevo concepto: El sistema de descanso.

Un Nuevo Concepto

Según el Dr. Dietrich Schneider-Helmert, investigador del Departamento de Diagnóstico y Terapia del sueño de la clínica Kirschgarten de Basilea (Suiza); el uso de los sistema de descanso integrales compuestos por el colchón, la almohada y la base ajustada a las necesidades del usuario – frente al uso de una cama tradicional– le ofrece a éste una considerable mejoría en la calidad de su sueño.

Precisamente esta idea –que concibe la cama como un mueble estético, pero principalmente utilitario y funcional– ha sido el motor para que importantes fabricantes europeos de camas y colchones diseñen sistemas cuyos componentes se amoldan a las necesidades anatómicas del usuario bajo el principio: cada cuerpo es diferente y requiere más que un simple descanso, un sistema que le proporcione bienestar y salud.

La cama, desde esta perspectiva esta superando el carácter de mueble tradicional, estático y decorativo, para convertirse en un producto desarrollado tras décadas de estudios, investigación e innovación y que hoy se ofrece integrando una amplia gama de productos que incluyen colchones, somieres, almohadas, bases fijas, manuales y electrónicas ajustables y articuladas.  Foto: (media portada y portada 1)

Para el mercado esto ha significado una revolución en cuanto a la oferta de estos sistemas se refiere, lo que a su vez le ha permitido a este segmento del mueble renovarse, especializarse y capturar nuevos adeptos, en especial, en los países líderes en su producción.

A continuación M&M reseña algunos de los productos afiliados a la nueva línea de Sistema de descanso que mayor popularidad tienen en Europa y Estados Unidos y que poco a poco se integran a la oferta de las empresas comercializadoras colombianas.

No hay que olvidar que estas soluciones, aunque sean desconocidas para el consumidor local, son de su interés y deben ser puestas a consideración por quienes conducen el mercado: Los fabricantes colombianos de camas y productos similares. Es parte de un buen servicio al cliente y será necesario cuando las opciones de diversifiquen en el mercado nacional.

Clasificación de los Somieres Articulados 

 Sin duda, el producto líder de esa nueva generación para el descanso, y que a su vez sirve literalmente, como “base” para los demás desarrollos son los somieres articulados, que los fabricantes ofrecen en cuatro tipos: fijos (no graduables), manuales, mecanizados y electrónicos o por control remoto.

Pese a que cada uno cuenta con ventajas particulares que se describirán más adelante, todos tienen algunas características comunes: pueden ajustarse en distintos grados a las necesidades del usuario y todos funcionan en un somier o bastidor estándar, fabricado en madera o partes tubulares y gruesas en acero o aluminio, que le ofrecen, estas últimas, mayor estabilidad, menor vibración y mejor apoyo y durabilidad al conjunto.

Estéticamente se trata de bastidores muy sencillos, ausentes de detalles o decoraciones, estructuras uniformes sin importar el sistema que integren, pero que las empresas fabricantes recubren y mejoran a través de carcasas en acrílico diseñadas de acuerdo al público objetivo.

Igualmente y tanto para bases fijas como para las graduables, sobre todos los bastidores se instalan unas lamas o láminas –que tienen la particularidad de proporcionarle flexibilidad al soporte, en la medida que se fabrican en madera con un alto grado de resistencia y elasticidad como Haya vaporizada o Chopo (1)  y que hace las veces del tablado sobre el cual se instala el colchón.

Dichas láminas, que por lo general van entre 10 y 24 (dependiendo de su espesor), se aseguran al bastidor a través de unas terminaciones en materiales indeformables y elásticos como el PVC o el caucho, que unen una o dos láminas en cada extremo para generar un tipo de muelle amortiguador y obtener una perfecta articulación de la cama.

Adicionalmente, y como detalle fundamental de estos sistemas, la gran mayoría cuentan en el área lumbar, es decir, en cuatro lamas del centro de la cama misma, con una serie de anillos tensores que pueden ser regulados por el usuario dependiendo el grado de rigidez y comodidad que desee en las láminas: puede desplazarlos hacia el centro para mayor flexibilidad o hacia los extremos para mayor tensión. Una forma sencilla de adaptar la base al peso del cuerpo.

Ya, a nivel particular, entre la gran variedad de somieres se encuentra en primer orden, la base fija, la más sencilla pues, si bien cuenta con sistema de láminas flexibles y anillos tensores para ofrecer gran comodidad, solamente tiene configuración horizontal, es decir, no permite ningún plano de inclinación y por lo tanto no se incluye en el grupo de las bases articuladas.

La segunda en complejidad es la base manual que, para generar la articulación de sus partes, cuenta con un mecanismo sencillo compuesto por unas bisagras ubicadas en los extremos superior e inferior de la cama –dentro de dos planos de articulación o inclinación– lo que permiten subir o bajar dichas partes generando una graduación del sistema en 16 diferentes posiciones y ángulos de acuerdo a la necesidad del usuario.

Dentro de las articuladas, esta es sin duda la base más conocida en el mercado local, pues se utiliza principalmente en los centros hospitalarios y tiene por ende fines ortopédicos al pasar fácilmente de una posición horizontal a la de pies elevados, ideal por ejemplo en tratamientos circulatorios, o permitir simplemente sentar los pacientes para recibir alimentos o descansar.

De otro lado y con un grado mayor de servicio están las camas mecánicas que trabajan únicamente con dos planos de inclinación pero cuentan con sensores para masajes de cabeza y pies en intensidades regulables a control remoto y están condicionadas, la mayoría, con un sistema automático que guarda, graba y repite la última posición escogida por el usuario para conservar el grado de inclinación que le sea más cómodo. Particularmente este tipo de base puede graduarse en cien diferentes posiciones.

El último tipo de base desarrollada por los fabricantes y que cuenta con interesantes servicios es la eléctrica, que se opera por control remoto y le permite al usuario graduar la posición de ésta con sólo oprimir un botón. Integrando las ventajas de las mecánicas (masaje y grabación), funciona con cuatro motores que hacen posible la articulación en al menos cinco planos, es decir que cinco partes diferentes de la cama pueden inclinarse o levantarse para formar ángulos adaptables a la curvatura del usuario.

Dentro de esta gama, el mercado también ofrece somieres eléctricos dobles matrimoniales, que cuentan con una base dividida en dos partes a fin de que puedan graduarse independientemente, a gusto o necesidad de uno de los usuarios sin incomodar al otro.

Como es evidente, los somieres articulados ofrecen grandes bondades y beneficios para los usuarios y para el mercado mismo que hoy cuenta con alternativas de avanzada, logradas con investigación, tecnología y diseño para reevaluar las camas tradicionales que durante siglos han acogido el sueño y el descanso de la humanidad; no en vano la demanda de los nuevos sistemas se ha incrementado durante los últimos años, caso muy distinto en Colombia y otros países de América.

El Sistema en el Mercado Nacional

 En países como Francia, España, Portugal, Italia, Rusia y Estados Unidos el concepto de sistema de descanso es familiar desde hace años, los fabricantes han sabido ofrecer a sus clientes una amplia gama de productos integrales con los cuales han logrado abrir mercado, popularizar sus invenciones y crear cierta preferencia por los mismos en el público.

Pero en Colombia la situación es muy distinta, y obedece principalmente a la falta de oferta y demanda de estos productos en el mercado y que tiene como base el desconocimiento de los usuarios y de los mismos fabricantes de camas, sobre la importancia del descanso y su promoción.  

Según Miguel Ángel Carneiro, Gerente de Somycol (2), en Colombia no existe un conocimiento real ni generalizado de lo importante que es un óptimo descanso para mejorar la calidad de vida: “los hogares no invierten en productos asociados con el confort al dormir, sus prioridades son otras por eso, fácilmente, compran dos o tres televisores pero nunca una buena base o un buen colchón”, afirma. .

El mercado y la tendencia –tanto de los consumidores como de los fabricantes nacionales de camas– ha estado influenciada tradicionalmente por el diseño, por moda o por la vigencia y el impacto de los materiales usados en su fabricación, más que por el servicio mismo que pueda ofrecer el conjunto, de allí que considerar su compra no ha sido una prioridad para los colombianos.

En efecto, los sistemas descanso destinados al hogar tienen una demanda mínima: los almacenes que los venden –principalmente de colchones muy reconocidos– son contados, el 99 por ciento de la oferta es importada, las pocas empresas locales que fabrican camas articuladas orientan sus productos al sector hospitalario (escasa producción), sin contar que la diferencia de precios entre las camas tradicionales frente a sus versiones ultramodernas influye en la decisión de compra.

Sin embargo, José Gabriel Pino, Gerente de Los Pinos, compañía nacional dedicada a la fabricación de camas para el sector hospitalario (3), asegura que recientemente algunas empresas locales están incursionando tímidamente en el diseño y producción de camas articuladas para el hogar, pero con resultados muy discretos.

Particularmente Los Pinos, es la única empresa colombiana que en el momento, y dentro de su catálogo, fabrica camas articuladas para el hogar adelantando para ello también, el desarrollo y diseño de los sistemas mecánicos, electrónicos e hidráulicos para su funcionamiento.

De hecho, una de las innovaciones alcanzadas por la empresa ha sido el diseño de una cama eléctrica con sistema retráctil que permite, no sólo plegar la base en cuatro planos, sino ascender el cabecero sin que el usuario pierda la distancia con los objetos ubicados sobre su mesa de noche, es decir, que mientras sube el cabecero, la base se desplaza simultáneamente hacia atrás para mantener una distancia justa y cómoda de acceso.

Sin embargo y pese a que esta empresa tiene, por el hecho de ser local, la posibilidad de ofrecer asistencia y servicio post venta en tiempos mucho más cortos que los ofrecidos por las empresa importadoras y que además, puede ofrecer precios hasta un 30 por ciento más bajos; la demanda es muy escasa pues, según José Gabriel Pino, no supera las 20 a 30 unidades mensuales para distribución nacional.

De todas formas, la oferta de sistemas –especialmente manuales y mecánicos, con todos sus complementos– está impulsada hoy por unas pocas compañías europeas, pioneras en el desarrollo de estos productos, que los importan a través de sus representantes y los venden a distintos precios dependiendo del tipo, en un rango que varía entre los 900.000 y 1.600.000 pesos las manuales y los cuatro millones de pesos las mecánicas. Las bases eléctricas, muy contadas, oscilan entre cuatro y nueve millones de pesos.

Colchón y Almohada: Los Complementos Ideales.

 Una de las partes fundamentales en los sistemas de descanso modernos es el colchón que, a la par con las bases, presenta un desarrollo importante en cuanto a especificaciones, servicios y variedad de materiales para su fabricación se refiere, a fin de alcanzar la mayor calidad, durabilidad y confort posible.

Aunque en Colombia existe una gran oferta de insumos para colchones, uno de los materiales y uno de los colchones de alta tecnología preferidos para camas articuladas es el látex (4), dada su comprobada elasticidad que le permite adaptarse fácilmente a los planos de inclinación de los sistemas (en especial si tiene más de dos), recuperar rápidamente su forma y brindar un efectivo apoyo anatómico y lumbar al cuerpo.

Como ventajas adicionales, este es uno de los pocos materiales para fabricación de colchones y almohadas que no acumula humedad o bacterias asociadas a ésta –gracias a que su estructura está formada por cientos de hilos de caucho dispuestos para que a través de ellos circule el aire con facilidad en cada movimiento–, y que además ofrece mayor durabilidad que los colchones de muelles o resortes.

Este colchón, que tiene un precio aproximado en el mercado de 2.000.000 a 3.500.000 pesos dependiendo de su referencia y dimensiones, es uno de los últimos desarrollos en este campo y uno de los preferidos para fines ortopédicos y hospitalarios.

Un segundo tipo de colchón de gama alta y cuya materia prima es una de las más apreciadas y costosas del mercado es el fabricado en espuma visco elástica termo-sensible o Memory Foam. Este, además de regular la temperatura del cuerpo, cuenta con un núcleo en gel para que el colchón se adapte totalmente a la estructura del usuario eliminado los puntos de presión y repartiendo uniformemente su peso.

Según Mabel Bonilla, representante de Somycol en Colombia, este material fue inicialmente desarrollado por la NASA (National Aeronautics and Space Administration) para reducir los efectos de la gravedad en los viajes espaciales, característica que aplicada en los colchones, los convierte casi en un molde para el cuerpo, ideal para fines ortopédicos, aunque su precio no es realmente muy popular: entre dos y tres millones de pesos.

En una gama media, menos especializada y costosa están los colchones de resortes o muelles, de menor adaptabilidad que el látex o la espuma visco elástica y que en Colombia son los más vendidos con precios que oscilan entre los 300 mil y un millón de pesos. El sistema cuenta con varias capas de algodón y espuma y resortes (5) que proveen la amortiguación al colchón pero, con el tiempo, suelen ceder y deformarse precisamente en los puntos donde recibe el cuerpo. No obstante cuentan con un buen sistema de ventilación y regulación de temperatura. 

De igual forma, para la fabricación de colchones gama media se usan otros materiales básicos como la espuma, clasificada en colores de acuerdo con su densidad y que, para este uso específico, debe ser rosada (26kg por m3) o naranja (26kg por m3) pues con un color y densidad inferior, se obtiene una lámina que se deformará drásticamente y en corto tiempo. Estos colchones se ofrecen entre 80.000 y 250.000 pesos en el mercado nacional.

Como última opción entre los materiales usados para colchones esta la Casata, un aglomerado de espuma firme y duro que se utiliza para otorgarle durabilidad a la estructura pero sin confort, tendencia que según Héctor Julio Navarro, Gerente de la fabrica Colochones y Futones, es generalizada entre los consumidores nacionales: “la prioridades dormir sobre una espuma dura que garantice una mayor vida útil del colchón, aunque con ella se sacrifique el confort”.

Finalmente y como complemento del colchón y el somier, está la almohada, parte importante del sistema de descanso y que dada sus funciones de soporte para la cabeza y el perfecto alineamiento de la espalda, ha sido también objeto de investigación y mejoras, partiendo de las diferentes posiciones para determinar dimensiones y materiales

Así, el mercado nacional ofrece almohadas de plumas y fibra de poliéster que no regulan la temperatura y son tan fácilmente moldeables que incluso pueden ser muy blandas, generando malas posiciones de la cabeza y fuertes dolores cervicales con el uso frecuente. Frente a esto se han desarrollado almohadas de látex que garantizan perfecta adaptabilidad a la forma y peso de la cabeza.

 Recomendaciones Finales

En vista de lo decisivo que es contar con un excelente producto para el descanso y garantizarle al cliente una buena inversión para su comodidad y salud, podría decirse que es obligación de las compañías fabricantes y distribuidoras de colchones, conocer a fondo los desarrollos de vanguardia propios de su mercado pero también, ofrecer los productos partiendo de las necesidades específicas de cada cliente.

La premisa “cada cuerpo es diferente según su edad, peso, condiciones físicas y de salud es, en este sentido, el punto de referencia no sólo para diseñar un colchón sino para recomendar y guiar la venta misma pues, aunque para el usuario conocer información técnica sobre los productos sea interesante, lo que realmente necesita saber es, que producto le ofrecerá mayores beneficios, cubrirá sus expectativas y justificará su inversión.

Para el mercado colombiano, el concepto de sistemas de descanso, con todos los productos citados, es realmente nuevo y desconocido pero está de las empresas nacionales fabricantes de camas y productos complementarios iniciar la exploración de este campo y porque no, ofrecer a través de investigación y desarrollo de nuevos productos, una oferta al alcance, en precio especificaciones, del consumidor local.

Superar la idea que sólo el factor estético le importa al cliente, es una necesidad para ofrecer mejores productos y en especial, en este campo que en el que la funcionalidad no es un valor agregado, lo es todo.

Citas:

  • Chopo: Nombre que se atribuye en España a distintas especies de árboles del género Populus, de largo y recto tronco y de madera blanda y poco densa. Frecuentemente cultivado por su rápido crecimiento, se utiliza para fabricar puntales, pasta de papel, muebles ligeros, banquetas, guía de persianas y tablas para camas de línea económica.
  • Somycol: Empresa española con 30 años de experiencia en la fabricación de sistemas de descanso, bases articuladas, colchones y almohadas. Tiene desde el año 2006 representación en Colombia.
  • Los Pinos (Medellín): Empresa fundada en 1957, dedicada a la fabricación y comercialización de mobiliario médico, hospitalario y de rehabilitación, que también fabrica camas articuladas manuales, mecánicas y eléctricas para hogar. Esta línea inició en 1995 y ofrecen como innovadores servicios motores con bajo nivel de ruido, controles inalámbricos y controles por radiofrecuencia (no infrarrojos).
  • Esta materia prima es obtenida en un 85 por ciento de la savia árbol de caucho y en un 15% de material sintético a base de petróleo.
  • Los fabricantes señalan que entre mayor sea el número de resortes en el colchón, este presentará mayor firmeza. Dependiendo de las dimensiones, se recomienda integrar aproximadamente 340 resortes cubiertos de felpa de aglomerado de fique para proteger las espumas, algodón y telas acolchadas.
  • Fundación Kovacs: Ubicada en Palma de Mallorca (España), adelanta programas de investigación médica, asistencia sanitaria y promoción de salud pública. Trabaja en 142 entidades de 12 países, en centros de investigación, hospitales, universidades e instituciones públicas y privadas. (www.kovacs.org)

 

Fuentes:

  • Miguel Ángel Carneiro. Gerente de SOMYCOL, Empresa española fabricante de Sistemas de Descanso con distribución en Estados Unidos y Colombia. Correo electrónico: somycolusa@aol.com
  • Mabel Bonilla, Representante de Somycol para Colombia. Correo electrónico: Somycolbogota@aol.com
  • Héctor Julio Navarro, Gerente de Colchones y Futones.
  • Americana de Colchones, empresa fabricante de colchones y comercializadora de sistemas de descanso y bases articuladas www.americanadecolchones.com
  • DICON, S.A. Fabricantes Españoles de Sistemas de descanso. Correo electrónico: Dicon@dicon.es
  • Revista Consumer. Artículo: “Sistemas de descanso, Una elección muy personal“.Octubre de 2004.
  • Fundación Kovacs (Palma de Mallorca, España). Página Web: www.kovacs.org
  • Revista Buen Vivir, Artículo “¿Cuál es el Mejor Colchón? buenvivir.org/salud/colchon.htm

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