Con 20 años de labores ininterrumpidas está entre las tres empresas más grandes del sector mobiliario para oficina en Colombia. Quiere continuar siendo líder, por ello le apuesta al diseño y la inclusión de la madera en sus productos.

 El argot popular dice que “de tal palo tal astilla” y en el mundo empresarial también se comparten estas verdades, certidumbres de una realidad que no se puede ocultar, sobre todo en aquellas empresas de carácter familiar. Precisamente, este es el caso de Solinoff Corporation S.A, compañía nacional que, como su fundador, es capaz, ambiciosa y asume retos.

En efecto, Néstor Guillermo Flórez Blanco, gerente y fundador de Solinoff, tiene tres banderas: la primera es la constancia, pasión para sacar adelante un sueño y llevarlo a su materialización; la segunda, el optimismo ya que por firme convencimiento empresarial, suele encontrar ventajas en cualquier situación, y la tercera es quizá su mayor fortaleza, es visionario; permanentemente hecha una mirada a su alrededor para comprender el presente y avizorar el futuro con claridad.

Ser pionero le enorgullece y por ello no teme asumir riesgos, en teste sentido no ha temido apostarle a la adquisición de tecnología de punta, invertir en la investigación, diseño y desarrollo de nuevos productos con altos estándares de calidad. En suma, con entusiasmo y visión vanguardista, su empresa se ha convertido en un punto de referencia para el sector del mueble de oficina en el país.

Logros que Ameritan Reconocimiento

Actualmente Solinoff es una de las empresas líderes en el mercado de soluciones modulares para oficina en Colombia, no en vano está en el rango de las tres compañías más grandes del país en este sector.

En este sentido –y de acuerdo con la Superintendencia de Sociedades–, ocupa el segundo lugar en cuanto a ingresos operacionales se refiere reportando, según las últimas cifras en 2007, ventas por 24.000 millones de pesos, mientras que durante el primer trimestre de este año reportó ventas por 8 millones de dólares, rubro que ascendió a 11 millones en junio y que la compañía espera, alcance un resultado cercano a los 19 millones de dólares al cierre de 2008.

Pero los buenos resultados en el plano económico tienen su sustento también en los más recientes ajustes que en materia de infraestructura, equipos y líneas de producto ha realizado la empresa.

Es así como testimonio de su propósito constante de abrirse paso en el competido escenario productivo y posicionar fuertemente –más que su portafolio de productos– su marca en el mercado de muebles para oficina abierta, el año pasado la compañía invirtió dos millones de dólares para la construcción de una nueva planta especializada en la producción de las piezas de madera, que ocupa 2.500 metros cuadrados y que cuenta con moderna maquinaria de control numérico para las tareas de corte, fresado, canteado y acabados sobre chapillas y madera natural.

Ahora, las nuevas instalaciones, junto a la antigua infraestructura de trabajo especializada en procesos metalmecánicos y el área administrativa, suman un total 7.500 metros cuadrados, y lograron tras la ampliación del espacio, unir el departamento de investigación y desarrollo, en un solo edificio con la fábrica, lo que les ha permitido mejorar el trabajo interdisciplinario entre los dos pilares claves: creación y producción.

Hoy por hoy, 15 ingenieros y diseñadores trabajan en equipo con sus compañeros técnicos y operarios, haciendo uso tecnologías de cómputo, software para el diseño CAD/CAM de tercera dimensión y sofisticada maquinaria de producción, para la producción general de líneas y piezas de mobiliario.

Solinoff cuenta con 20 años de experiencia en el ramo y se destaca por la investigación de nuevos desarrollos y diseños, además por su actual diversificación integrando en su lista de insumos básicos, el uso de materiales como: madera, vidrio, cuero y polímeros, para fabricar creativas líneas de productos con personalidad propia.

Así Fueron las Cosas

La historia de la empresa está ligada estrechamente a la historia misma del país. A finales de los 80 y vislumbrando una oportunidad de negocio en la fabricación de muebles para almacenamiento y archivo, Flórez Blanco y su familia fundaron Archimóvil y Equipos Ltda., compañía que comenzó con cerca de 10 empleados, nómina que rápidamente creció gracias al incremento de las ventas.

Para 1990 el ‘negocito’ ya marchaba firme y pedía inversión, sin mucho esperar y aprovechando la política de apertura económica del gobierno del entonces presidente Cesar Gaviria Trujillo, la empresa, inicialmente metalmecánica, comenzó un proceso de tecnificación gradual mediante la importación de nuevas y modernas máquinas.

Flórez Blanco asegura que su fábrica fue una de las primeras en adquirir tecnología de punta y nueva maquinaria –como punzonadoras automáticas– cuando los demás empresarios le temían al cambio y llenos de incertidumbre esperaban conocer el rumbo que tomaría la economía nacional, antes de arriesgarse a invertir. Al poco tiempo la demanda creció y la necesidad de ampliar la planta de producción era evidente, en 1991 Archimóvil contaba con 60 empleados.

El objetivo era crecer y atender con eficiencia y calidad las necesidades de almacenamiento y archivo del país, sin embargo cada día el mercado exigía más y mejores soluciones, inclusive se encontraban nichos desatendidos por la industria. Por ello, era necesario ampliar los campos de acción y el camino era la diversificación de productos para incursionar en espacios desamparados por la competencia.

Así nació Solinoff Ltda., –Soluciones Integrales de Oficina–, con aproximadamente 20 empleados más, y con el firme propósito de posicionarse en el mercado de los muebles de oficina abierta. A partir de entonces, el negocio evolucionó hacia otro target, el reto consistía en desarrollar nuevas propuestas de productos, manteniendo la calidad y eficiencia en la entrega, el primer paso fue lograr un estilo propio, eficiente, moderno y siempre a la vanguardia.

Con estos objetivos, Solinoff da dos saltos importantes para alcanzar la meta: en 1996 la compañía inicia una nueva actualización tecnológica, adquiere mejores máquinas metalmecánicas y compra equipos de trabajo y transformación de la madera, a fin de iniciar su incursión en la elaboración y aplicación de piezas y partes no metálicas para todas sus líneas. Como consecuencia directa: la productividad y las ventas aumentaron 100 por ciento, los dos años siguientes.

Así mismo, en el 2000 consigue el Certificado de Aseguramiento de Calidad ISO 9001 otorgado por BVQI Ltda. La certificación del sistema de calidad contribuyó en forma destacada a potenciar la imagen de calidad de Solinoff Ltda., y Archimóvil & Equipos Ltda., en Colombia y el mundo. Sin embargo, según el gerente, no se trató únicamente de un argumento de tipo comercial, la implementación de este sistema de calidad contribuyó al desarrollo de la compañía y ha sido un motor eficaz para la optimización y mejoramiento continuo de los procesos productivos, logísticos, administrativos y comerciales.

Evolución Reciente

 Mientras el fantasma de la recesión económica de finales de los 90 provocaba incertidumbre en muchas empresas, Solinoff, decide correr un gran e incierto riesgo: abrió al público en Bogotá Ofigrup, sala de ventas dirigida al posicionamiento de la nueva línea de producto de igual nombre, dedicada a un mercado joven y del hogar.

Además de un acierto, Ofigrup sirvió también como punta de lanza para la comercialización de productos en el mercado internacional; Suramérica, Centroamérica y el Caribe fueron las primeras plazas de destino, a partir de ese momento se incrementaron las exportaciones, llegando éstas en el 2002 a representar el 14 por ciento de las ventas.

La internacionalización de la empresa trajo consigo la necesidad de consolidar la imagen corporativa y diseñar productos diferenciadores en los nuevos mercados, al mismo tiempo la consigna de mantener la calidad y poco a poco continuar con el incremento de la productividad. Por ello, para conseguir mayor eficiencia en todos los procesos, en 2005 Solinoff absorbe a Archimóvil, fusión que no implicó reducir la planta o despedir personal, simplemente unificó administrativa y operacionalmente el negocio.

Actualmente Solinoff Corporation S.A, es la sociedad que integra todo el proceso productivo, reuniendo a Archimovil y Equipos Ltda.y a Ofigrup S.A. La sede principal está ubicada en Bogotá, con sucursales en Panamá y Medellín, además se espera que antes de diciembre de este año se inauguren nuevas oficinas en Barranquilla y Cali. Hoy, cuenta con una nómina de 300 colaboradores y proyecciones de crecimiento inmediatas, aunque la idea es enganchar en los próximos meses aproximadamente 15 nuevos empleados para el área de producción.

La Clave, Investigación y Diseño (I+D)

 Cada año los ejecutivos de Solinoff visitan las ferias internacionales para estudiar y analizar los nuevos desarrollos tecnológicos del mercado, conocer de primera mano las tendencias del diseño en muebles para oficina y visualizar el panorama del negocio.

Solinoff sabe que gran parte de su éxito empresarial está sustentado en la investigación y el desarrollo de nuevos productos, la compañía es consciente que millones de personas pasan la mayoría de su tiempo en las oficinas y por ello es sumamente importante que el espacio donde trabajan, además de ergonómico y cómodo, sea agradable, amable y acogedor.

Así, le apuestan a la búsqueda y creación de diseños llenos de personalidad e innovación. Para esto, cuenta con un departamento de Investigación y Desarrollo (I+D), donde 15 profesionales se dedican exclusivamente a generar propuestas creativas, nuevas formas y aplicaciones para materiales.

Según el empresario, la tendencia del mobiliario de oficina en la actualidad es generar cariño por el sitio de trabajo y para lograrlo, la empresa no escatima esfuerzos ni dinero. Con esta base se concibió y diseñó la más reciente campaña publicitaria de la compañía, que tiene como eslogan: ‘Un amor de Oficina’.

La idea de las nuevas líneas de productos es aprovechar la calidez, elegancia y belleza que aporta la combinación de materiales como la madera, vidrio y cuero a los muebles en las diferentes colecciones, e integrar en ellos accesorios como portalapices o tarjeteros, además de herrajes vistosos en una variedad de colores, para dotar de personalidad a los puestos de trabajo.

Hoy, Solinoff le apuesta a ofrecer un producto diferenciador en el mercado, sabe que este trabajo lleva tiempo y que debe ser constante, por eso continua paulatinamente la transición hacia los nobles materiales; de hecho, la mayoría de los muebles de la fábrica incorporan actualmente un 30 por ciento de otros insumos no metálicos.

Según Flórez, la experiencia de lograr esa transición, conformar un departamento I+D para el propósito, y proponer diseño novedoso, no ha sido una tarea sencilla, debido a la alta inversión que demanda y la baja disponibilidad de profesionales con experiencia en el sector; sin contar que, como consecuencia de la constante rotación de personal entre las diferentes empresas del gremio y la falta de garantías legales para la protección de la información industrial, los diseños y prototipos son fácilmente copiados.

Para el gerente y los accionistas de Solinoff el futuro está marcado. La agresiva competencia, la entrada en vigencia de los Tratados de Libre Comercio y el exigente mercado hacen indispensable que en el sector de muebles, las firmas mantengan una visión vanguardista, dinámica y que asuman retos importantes –como la implementación de departamentos de Investigación y Desarrollo– pues solo ellas tendrán la capacidad de sostenerse, abrirse nuevas posibilidades comerciales y posicionarse, tanto a nivel local como internacional en el mercado.

Finalmente, hay que decir que Solinoff es un ejemplo para el sector y la industria que enfrenta todos los días nuevos retos. Según la compañía, es una obligación evolucionar hacia un mejor servicio de atención al cliente; reducir tiempos de entrega, asegurar originalidad y ofrecer un amplio portafolio de productos. Para conseguir la meta es indispensable incorporar en los procesos de fabricación el uso de tecnología de punta, trabajar arduamente en el mejoramiento y desarrollo de los diseños e invertir en el recurso humano.