Durante el primer semestre, Bancóldex anunció la creación del primer fondo de fondos, a través del cual moviliza, en principio, US$30 millones hacia fondos de capital que inviertan en empresas jóvenes con potencial de crecimiento y en industrias creativas y culturales.

Javier Díaz, presidente de la entidad, dijo que es un avance más del programa Bancóldex Capital, que en 10 años ha invertido $184.000 millones en fondos que, a su vez, han movilizado cerca de 1,6 billones hacia 114 empresas de sectores como biotecnología, tecnología, eficiencia energética y economía naranja.

Pero esta no es la única alternativa con la que cuentan los emprendedores para conseguir recursos que les ayuden a financiar y sacar adelante sus proyectos, además de los dineros propios, de familiares y algunos amigos.

Entidades públicas como Innpulsa Colombia –que dispuso de $7.510 millones para apoyar emprendimientos–, el Sena y Colciencias; algunos establecimientos financieros, los fondos de capital y, más recientemente, inversionistas privados, a través del llamado crowdfunding, también le están apostando a esas iniciativas con potencial de desarrollo y de alto impacto ambiental y social, venidas de nuevas generaciones de empresarios.

Aunque el factor monetario es fundamental, quienes apalancan esas ideas coinciden en que también es clave el acompañamiento técnico permanente, la orientación financiera e incluso, la asesoría legal que se les pueda brindar a quienes tienen un emprendimiento, pues la mayoría de las veces son jóvenes que conocen muy bien su proyecto, pero carecen de conocimientos necesarios en las materias para sacarlos adelante y, lo más importante, que estos sean sostenibles.

“El año pasado financiamos unas 130 empresas en etapas tempranas con modelos de negocio innovadores, con cerca de $20 millones. Además, les permitimos el acceso a servicios no financieros y asesoría que les ayudaron a elevar sus ventas en más del 70% en promedio”, dijo Luz María Velásquez, vicepresidenta de personas, pymes y empresas de Bancolombia.

Los recursos que provee la banca a estas iniciativas, por lo general, se otorgan en condiciones de plazos y tasas especiales, en tanto los requisitos para acceder a estos difieren de las condiciones de los créditos tradicionales, muchas veces porque el dinero también es producto de alianzas y convenios entre esas entidades y organismos multilaterales que apoyan emprendimientos en países en desarrollo, como Colombia.

El impulso a las ideas de los jóvenes empresarios no solo viene del sector financiero. Desde hace más de 16 años opera el Fondo Emprender del Sena, diseñado para apoyar los emprendimientos de estudiantes colombianos o de aquellas personas que hayan culminado el 90% de formación académica.

A la fecha, a través de este fondo, se han apoyado cerca de 7.300 empresas en 788 municipios del país, con recursos que superan los $588.000 millones. El 35,2% han sido iniciativas con impacto en el sector agropecuario y 32% corresponde a industria manufacturera.

Con regularidad, el Fondo Emprender hace convocatorias para que los interesados presenten esas iniciativas que puedan tener algún impacto social en distintas regiones y municipios del país.

Pese a que la figura de la financiación colaborativa o crowdfunding todavía no es muy popular en Colombia, la misma está llamada a convertirse en uno de los principales vehículos para canalizar recursos hacia las pequeñas y medianas empresas (pymes), y hacia los proyectos de innovación. Se estima que para este año el tamaño de dicho mercado alcanzará los US$70.000 millones, y a la vuelta de siete años se duplicaría hasta los US$150.000 millones en el mundo.

Pero, ¿de qué se trata?

Según los entendidos, el crowdfunding es el uso de pequeñas cantidades de recursos de varios individuos con el fin de donar o financiar, sin respaldo, proyectos, negocios o actividades personales, a través de una plataforma con conexión a internet. Ese apoyo puede ser otorgado como una donación, préstamo, acciones o recompensa, según resultados de la iniciativa respaldada.

Aunque en Colombia esta alternativa ya cuenta con el aval del Gobierno (Decreto 1357 de 2018), el negocio todavía no despega con la rapidez esperada, debido a la rigidez con que fue redactada la norma, pues esta limita y condiciona la participación de los interesados en este esquema de financiación, dicen los expertos.

El año pasado financiamos unas 130 empresas en etapas tempranas con modelos de negocio innovadores, con cerca de US$20 millones. Además, les permitimos el acceso a servicios no financieros

En principio, dicho mecanismo permite que, a través de una plataforma de crowdfunding (internet), un emprendedor postule su iniciativa, indicando en detalle de qué se trata y precisando la cantidad de dinero que necesita para desarrollar su idea.

​También es necesario que el interesado especifique el tiempo o plazo estimado para la recaudación de los recursos. En la mayoría de casos son las plataformas de financiamiento colaborativo las que entran a definir bajo qué modalidad se hace el apoyo al proyecto, es decir, si mediante préstamo, donación o compensación, dependiendo de la valoración de las características del proyecto.

Con información de: www.eltiempo.com.co