Conozca el Space 10, el gran laboratorio de ideas de Ikea
El laboratorio de Ikea es Space 10, el centro de I+D de Ikea en el que no diseñan muebles, sino que se dedican a buscar nuevas soluciones ante los retos y los cambios en la forma de vida del futuro.
Situado en un antiguo almacén de langostas de Copenhague, en este centro de investigación de Ikea trabajan treinta personas que se plantean constantemente cómo viviremos; qué comeremos y cómo nos afectaran los cambios políticos, sociales y tecnológicos en el futuro.
Aunque treinta personas parecen pocas para tan ingente tarea, su política de compartir (lo contrario a competir) les permite avanzar rápidamente en sus investigaciones y además de sus frecuentes colaboraciones con diseñadores y expertos, han creado una gran comunidad en la que todo el mundo tiene voz y llegan a interactuar hasta con 100.000 personas a la semana.
Space 10 y los espacios del futuro
Pensando en la acumulación de gente en las ciudades -estiman que en el 2050 el 72% de la población mundial vivirá en la ciudades-, los investigadores del laboratorio Space de Ikea están buscando una casa modular que pueda montar el mismo usuario.
Está búsqueda les ha llevado a crear un prototipo de vivienda modular hecha de piezas de madera cuyos planos e instrucciones de montaje el comprador se podría descargar desde su plataforma.
Esta idea ya se ha hecho realidad a pequeña escala con Growroom, su proyecto de jardín esférico para producir vegetales y diseñado también como pequeño refugio que se puede montar con piezas de madera cortadas con máquinas de corte C2. Sus planos se pueden descargar en la página: ikea.today/green-dreams-growroom/ – y han sido descargados ya por miles de personas que han hecho real Growroom en todo el mundo.
Con Space 10 Ikea no busca un rendimiento económico directo. De hecho, no todos sus proyectos verán la luz. Space 10 es su campo de pruebas que sirve para testar muchas soluciones del futuro, algunas de las cuáles serán válidas y otras no.
Ellos afirman que antes los grandes cambios se producían por los gobiernos y por las grandes corporaciones. Ahora los grandes cambios vendrán del mundo de la tecnología y de la IA y hay que estar preparado para dar soluciones a un mundo que cambia rápidamente. Y ellos sin duda, quieren estar en el futuro.
Más ideas
La visión de Ikea, incluye también diseñar hogares basados en los espacios compartidos que nos conecten a nuestros vecinos y a otros vecindarios. Las viviendas podrán abrir o cerrar estancias al uso común, según el momento y necesidades de sus habitantes. Se podrá acceder a servicios compartidos que harán la vida más fácil, sostenible y menos solitaria. Y se lanza la idea de crear viviendas por suscripciones, no por alquiler, es decir una paga mensual por renta, otra para servicios diarios donde puede estar desde la comida a los cuidados o el ocio. Así multitud de opciones que pueden reducir los costes y a los que se puede acceder o no, según las necesidades individuales. Son conscientes de que se trata de una visión que no valdrá para todo el mundo, pero lo que tratan es de abrir el debate público, porque saben que Ikea en solitario no puede solucionar un problema global.
En este laboratorio de retos de futuro se estudia desde convertir un sótano en un huerto con luz artificial —más sostenible y con resultados igual de sabrosos—, a simular en una maqueta un barrio en el que sus habitantes acceden a la energía combinando los paneles solares con la tecnología blockchain. Compartir en código abierto los planos para poderse fabricar su propia casa de 40 m2 solo con un martillo de goma y algo de fuerza; o utilizar los residuos del café —donde se quedan el 90% de sus nutrientes— como abono para cultivar alimentos. Por no hablar de coches autónomos a los que se podría llamar para que te traigan a la puerta de casa desde una oficina, a un hotel, una granja o un hospital.
“El futuro no es un destino, es una dirección, por eso no buscamos como destino desarrollar un producto”, afirma uno de los expertos de Ikea. No lo buscan pero llegan y en los Democratic Design Days se presentaron algunos que serán realidad en los próximos meses: un prototipo de lámpara solar; muebles robóticos que se mueven para cambiar los espacios según el uso y el momento del día; una colección textil conseguida a partir de plásticos recuperados del mar por pescadores españoles; otra creada a base de la paja del arroz, un residuo altamente contaminante; altavoces inalámbricos incluidos en la base de una lámpara de mesa y con grandes prestaciones de sonido; maceteros diseñados por Tom Dixon para crear huertos urbanos o una colaboración con Adidas para crear elementos para hacer ejercicio en los hogares.
Con información de: space10.io
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