A partir de maderas de escombros y recuperadas, Andrés Felipe Guzmán Gómez, magíster en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), ideó una serie de elementos estructurales que al agregarles nuevos materiales en perfectas condiciones mejoran su resistencia, según la norma técnica de sismorresistencia de 2010 (NSR-10).

“La investigación se basó en generar estos elementos evaluando si al ser reforzados con madera pino radiata y un adhesivo del sistema MLPE (madera laminada de pegada estructural) se podía mejorar la resistencia a flexión, avalando el posible uso de estos elementos en sistemas constructivos según los lineamientos de la NSR-10”, asegura el magíster.

Para este fin se utilizaron las piezas de madera resultantes del desmonte y cambio de la cubierta del edificio 238 de la U.N. Sede Bogotá (Posgrados de Ciencias Económicas), las cuales habían estado protegidas de las condiciones medioambientales, lo que conservó por algunos años sus propiedades físicas y mecánicas.

Después de procesarlas y unirlas con elementos nuevos de pino radiata, por medio del adhesivo melamina urea-formaldehído –ampliamente utilizado en los sistemas de MLPE–, se elaboraron prototipos de vigas a escala 1:1 de 3 m de longitud, para evaluarlos mediante el ensayo normalizado a flexión para comprobar su correcto armado y obtener los valores de resistencia para avalar su posible uso según la NSR-10.

Esto se hizo con el objetivo de compararlas con respecto a las resistencias que poseen algunas vigas producidas industrialmente en todo el mundo, y si eran favorables o no en relación con costos, resistencias, durabilidad, sostenibilidad y mercados.

“Esto nos permitió evidenciar que el sistema propuesto sí alcanza a tener resistencias iguales o superiores a las de maderas o especies madereras del tipo ES3, por lo que subió cerca de tres rangos según los grupos estructurales de maderas de la NSR-10, lo cual nos lleva a decir que sí funciona y que es viable a la hora de ponerlo en una prueba en un sistema estructural”, explica el magíster.

Del análisis de los resultados obtenidos en los ensayos a flexión de los elementos del estudio también se determinó que las vigas se pueden utilizar como elementos principales de primer nivel en las edificaciones con sistemas estructurales en madera.

Además, el proceso industrial para su fabricación no requiere de máquinas de última tecnología, por lo que cualquier persona con conocimientos básicos de estructuras puede realizarlas de forma eficiente. Esto puede resultar útil para responder a eventos catastróficos o para resolver las necesidades básicas de vivienda.

“Lo ideal es que este sistema pueda participar en la mejora de toda la infraestructura y los métodos de construcción tradicionales, siendo una opción de bajo costo que permita una resistencia que no falle en caso de un sismo o de una carga adicional”, afirma el investigador, quien comenta que desde este estudio se espera contribuir a generar espacios dignos de vivienda y convivencia.

Durante su investigación el magíster también se encontró con algunas especies de maderas consideradas en estado vulnerable y en peligro de extinción, debido a que antes eran consideradas como especies ordinarias y fueron altamente explotadas.

“Al reutilizar estas piezas contribuimos, en cierta medida, a reducir la explotación de estas especies y al reconocimiento de las diversas problemáticas que están cursando actualmente”, manifiesta el magíster.

Además, la investigación, dirigida por el arquitecto Jorge Enrique Lozano Peña, profesor y líder del Grupo de Investigación: Madera y Guadua (CIBAM), espera contribuir a recuperar el uso de estructuras de madera en la construcción en el país, como una alternativa para solventar problemas como el déficit de vivienda y espacios públicos.

Con información de: agenciadenoticias.unal.edu.co/