Dos documentos, relativamente recientes ⁽¹⁾, publicados por el Ministerio de Agricultura, tratan aspectos presentes y futuros sobre la sostenibilidad y competitividad de la cadena forestal y de cómo se pueden aprovechar las potencialidades del campo, entre las que, por supuesto, se encuentra el desarrollo y manejo de plantaciones forestales. En la construcción de propuestas, se suman las conclusiones del reciente seminario de la Federación Nacional de Cafeteros en la celebración de los 70 años de Cenicafé, cuyo tema central fue la ciencia y la agricultura del siglo XXI.

Estima la propuesta de discusión, ‘Visión Colombia segundo centenario’, que al 2019 el área de producción cubierta con plantaciones alcanzará algo más de 1.3 millones de hectáreas que, con una producción esperada de 8.5 toneladas por hectárea, generarán cerca de 10,9 millones de toneladas de madera. Indica igualmente que las 1.1 millones de hectáreas que se incorporarán a la producción forestal, provendrán de la conversión de tierras actualmente ineficientes e insosteniblemente empleadas en otros sistemas agropecuarios.

Entre las cinco estrategias que la visión plantean para aprovechar las potencialidades del campo, se considera una de ellas, el mejorar la productividad y la eficiencia en los sistemas de producción y comercialización agropecuarios, con tres metas específicas: mejorar en el uso del suelo, mejorar la innovación tecnológica en los sistemas de producción y la comercialización.

Avanzar en esta última meta considera el fomento a la producción y el uso de semillas y material reproductivo de calidad, el mejoramiento de los procesos de asistencia técnica, la promoción de nuevos insumos y servicios tecnológicos y el desarrollo de agendas de investigación encaminadas a atender las necesidades de innovación en los sistemas de producción y al fortalecimiento de la institucionalidad de I&D del sector agropecuario.

Consecuente con las necesidades y realidades de nuestro país, y mas aún, con las del sector dedicado a las plantaciones forestales, en los últimos años Colombia ha avanzado, en la investigación y la innovación tecnológica con base en el desarrollo de programas cofinanciados entre el Estado, los centros de investigación y entidades del sector privado, que actúan dentro del sistema de cadena productiva; de igual forma amplios procesos de consulta han concretado las áreas de investigación hacia las que se deben dirigir los recursos que se asignan, luego bajo concurso.

Ahora, a tiempo que se ha iniciado la divulgación de los primeros resultados obtenidos en investigación y desarrollo tecnológico forestal, a través del sistema de fondos concursales, reflexionando sobre lo que la Federación de Cafeteros y Cenicafé mostraron y propusieron en su reciente seminario y ante la propuesta de discusión para aprovechar las potencialidades del campo, nos preguntamos si ¿no sería conveniente proponer nuevos escenarios para la investigación y el desarrollo forestal en nuestro país?, pregunta pertinente, aún mas, cuando las potencias suramericanas en producción de bienes forestales, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay nos aventajan en diversos aspectos, pero muy significativamente en productividad y competitividad.

Si a los hechos anteriores se agregan al menos las 32 demandas tecnológicas ya descritas por la  agenda prospectiva de investigación y desarrollo, cabe igualmente preguntarnos si la actual estructura  para enfrentar los retos ya descritos resulta suficiente.

Indudablemente, los modelos aplicados en otros sectores podrían servir de ejemplo y aunque en palabras de los connotados científicos que trajo Cecincafé a su seminario, no sean éstas las formas mas usuales de desarrollar la investigación que requieren sectores particulares, el modelo de los CENI puede ser, tal vez, la institucionalidad que en I&D lleve al sector forestal a los niveles deseables. No quiere decir esto que lo hecho hasta ahora no sea bueno, conveniente o necesario, lo que se plantea es que el futuro demanda, no sólo una estrategia sino una entidad que permita optimizar lo actual.

Sin embargo y mientras no exista tal tipo de entidad responsable de la investigación científica y el desarrollo tecnológico para el sector forestal nacional –específicamente para el caso de las plantaciones– acortar la amplia brecha que nos separa de las potencias forestales del sur, no será fácil. Se requiere concentrar los recursos para aplicarlos en el desarrollo tecnológico de un deseable –muy limitado– número de especies forestales domesticadas, en las que el avance tecnológico específicamente en la producción de clones híbridos, permita un pronto y seguro retorno de las inversiones que en estas se hagan.

Los ejemplos de Centros de Investigación por Sectores ya son frecuentes en nuestro país y al menos uno de ellos – CENICAFE, ha sido generador de conocimientos y tecnologías que aplicados al campo, han contribuido a sostener y hacer cada ves mas competitivo al mas importante generador de divisas que ha tenido Colombia; si los objetivos y propósitos ya están identificados, ¿por qué no seguir tales ejemplos?

Citas

 – Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y DNP. 2008. Aprovechar las potencialidades del campo. Propuesta de Discusión. Visión Colombia II centenario.  Bogotá. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Tecnos y  Colciencias. 2007. Agenda prospectiva de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Cadena Forestal – Madera Tableros y Muebles en Colombia. Bogotá.