Camas: Una Revolución al Servicio del Usuario

Camilo Marín Villar

Periodista M&M

La gran evolución en las últimas décadas de la industria de las camas ha ocasionado una explosión general de todos los elementos que intervienen en su fabricación: diseño, producción, tecnología, materiales y mercadeo, entre otros.

Las últimas tendencias en camas no apuntan exclusivamente a facilitar el confort al dormir, buscan estimular el gusto por el disfrute de nuevas funciones, diseños y tecnología en cualquier momento del día, además, están concebidas dentro del concepto de espacios integrales, en armonía con los demás muebles de la alcoba. Actualmente, las camas no se utilizan sólo para descansar sino que también se han convertido en un espacio ideal para mantenerse activo mientras se reposa gracias a la aplicación e integración de novedosas tecnologías.

Hoy, los fabricantes ofrecen un tipo de cama para cada personalidad de usuario: camarotes, sofá-camas, minimalista, clásica, étnica, camas eléctricas con cabeceros reclinables, camas que adoptan diferentes posiciones, con mesillas para el desayuno, con espacios de almacenamiento, con bolsillos para guardar libros, camas para ver la televisión y leer, camas redondas, en fin… Camas para vivir en la cama.

Este concepto va más allá de asegurar un buen descanso, está encaminado a brindar al usuario comodidad, funcionalidad y belleza al mismo tiempo, pues el objetivo es alcanzar el bienestar completo. Así, las camas incorporan funciones nunca antes pensadas, como por ejemplo dispositivos de luz anexos a la propia estructura, mejores materiales, resistentes, impermeables y retardantes del fuego. La calidad, su diseño y su funcionalidad están en constante desarrollo.

En este panorama lleno de diversidad, las camas son clasificadas de diferentes maneras, según su tipología, tamaño, desarrollo, estilo, país de origen, materiales de fabricación o mercado, entre muchas otras. Como una forma práctica para este artículo, se describen siete categorías bien definidas, que incluyen de manera general varios de estos aspectos.

Clásica y Clásica Contemporánea

La cama clásica representa un estilo destacado en un momento de la historia que se ajusta a la corriente filosófica y estética de su época: por ejemplo, las camas retro, barroco, rococó, romántico, Reina Ana, Luis XIV, Luis XV, Luis XVI, renacentista, gótico etc. Son camas de época, generalmente diseñadas por destacados maestros ebanistas y fabricadas en maderas macizas y nobles como caoba, roble o cerezo, con cabeceros capitoneados o tallados, en formas recargadas y curvas que simulan un movimiento en la madera. De igual forma presentan diversos detalles decorativos, chapeados, brillos, dorados, tallas y grabados, incrustaciones en bronce y plata. Además, su estilo guarda total simetría con todos los demás elementos de la alcoba, sin mezclar estilos, como lo hace el diseño moderno; generalmente, son muebles inspirados en la decoración tradicional de la burguesía y la clase adinerada de una época. Se distinguen dos clases de camas en este renglón: la doméstica, que es una adaptación más sencilla del mueble suntuoso, y la señorial o palaciego que se identifica con la grandiosidad y majestuosidad de la monarquía.

Actualmente, el mercado ofrece camas clásicas originales y copias de muy buena calidad, son piezas de gran belleza estética que se contraponen a la tendencia minimalista y tecnológica del momento. Una cama clásica original y en buen estado es muy apetecida por los coleccionistas y su valor es considerable, también se encuentran reproducciones de excelente calidad que pueden alcanzar los $8.000.000, aproximadamente.

Adicionalmente, se destacan las camas clásicas contemporáneas, las cuales conservan las características de los estilos clásicos mezclados con intervenciones modernas, con nuevos elementos como telas de colores fuertes y ácidos. Sin perder la esencia clásica, esta cama mezcla materiales; sobre madera maciza se incrustan chapillas ricas en vetas como raíz de nogal, olivo, palisandro y haya para embellecer la pieza y con la misma intención son tapizadas en cuero, terciopelo, damascos, chelines, sedas y brocados de tonos brillantes, pasteles y cálidos como los naranjas y verdes. Otra categoría clásica por excelencia, es la cama de hierro y bronce, piezas altamente duraderas y cuyos diseños nunca pasan de moda, por el contrario, se consolidan en el tiempo.

Contemporánea, Moderna

El arquitecto Francisco Ruiz, experto en el diseño de muebles, explica que durante el siglo XIX se produjeron una serie de cambios sociales, económicos y científicos que provocaron el nacimiento de la llamada ‘Era Moderna’. Esta época se caracterizó por el desarrollo de tecnologías enfocadas a la industrialización de la manufactura, como alternativa para solucionar los problemas de la sociedad. En este sentido, el diseño de camas asumió una corriente que destaca la funcionalidad sobre la estética y expresó un postulado básico: “la forma sigue a la función”. El objetivo era resolver las nuevas necesidades del mercado: aumento de la producción, disminución de costos, salubridad, practicidad y sencillez. Las nuevas camas que se fabricaron fueron despojadas de ornamentos para resultar más asépticas y funcionales.

La tendencia funcionalista marcó notablemente la mayoría de los nuevos estilos de camas: Deko, Bauhaus, Minimalista etc; los dos primeros estilos comparten los sellos de las líneas geométricas y de la simplicidad, además combinan colores vibrantes y dimensiones amplias; por su parte, el minimalismo responde a la necesidad de optimizar espacios mientras exagera la sencillez y la sobriedad. En común, son tendencias que representan el auge del comercio y la tecnología.

Ruiz explica que hoy día, la mayoría de camas que se venden tienden, de una u otra forma, a guardar los parámetros de la tendencia contemporánea, son estructuras sencillas, lineales, con poco o ningún ornamento y en la que es la base lo más importante. “Sin importar el mercado, esta tendencia es predominante; el mercado ofrece camas contemporáneas fabricadas con maderas macizas como caoba o nogal y también en aglomerados, laminados o atamboradas con tratamientos en tono wengue, que simulan vetas y acabados naturales” añade. Además, combinan partes en acero inoxidable, plástico, vidrio y telas sintéticas.

Por su parte, Oscar Núñez Tobar, diseñador industrial, asegura que al ser la base la parte de la cama lo que más incidencia tiene en el confort, no es de extrañar que sea ésta la que realmente haya tenido una constante evolución. En este sentido, los tablados de las camas contemporáneas han sufrido una transformación hacía láminas fijas y/o graduables que forman una base o bastidor y que tiene como objeto distribuir el peso a lo ancho de la cama. Esta división entre la base y el cabecero-piecero se ve acentuada en nuestra época, en la que es muy común comprar un somier o base con el colchón e instalar un cabecero que se adapte al estilo decorativo del momento. En materia de precios, todo depende de los materiales que se utilicen en la fabricación, en el mercado se pueden encontrar muy buenas opciones que oscilan entre $500.000 y $20.000.000, aproximadamente.

Núñez explica que los herrajes constituyen otro elemento de gran evolución en las camas contemporáneas, en la medida que han revolucionado el concepto del mueble predominante en los últimos treinta años. “Ahora podemos tener camas que se repliegan y quedan suspendidas a la pared, camas ensambladas y herrajes que soportan altos esfuerzos”, dijo.

De igual manera agrega que, “la tendencia es la utilización de herrajes universales (tornillería, bisagras de esfera, de brida, de ángulo, abrazadera con o sin bulón, pletinas, etc.) para ensamblar diferentes tipos de camas, lo cual ha reducido los precios de las mismas”.

Rústica o Cama Rural

La cama rústica es fabricada en madera e intenta imitar la apariencia de una cama antigua, de tipo rural, con características sencillas que incluso pueden llegar a lo tosco. Para lograr esto, los ebanistas aprovechan las imperfecciones naturales de la madera, como son: los nudos, las vetas, la pigmentación e incluso las grietas. Las maderas que más se emplean para esta cama son el pino, el cedro y, en menor medida, la teca, todas con poco tratamiento que simulan un aspecto envejecido. En común, también se utiliza madera reciclada o de segunda mano proveniente, muchas veces, de demoliciones. Son camas fuertes, robustas y pesadas, por lo que tienen excelente rigidez y brindan confort, están diseñadas con formas lineales y cúbicas inspiradas en la tradicional decoración de la casa de campo, la gran mayoría tienen aplicaciones de forja y vidrio. Sus precios oscilan entre $250.000 y $1.500.000, según el tamaño, tipo de madera, accesorios, etc.

Al respecto Manuel Ortiz, ebanista de tradición y dueño de un almacén de muebles ubicado en la popular zona mueblera del barrio Gaitán, al noroccidente de Bogotá, explicó que estas camas han tenido una excelente acogida en el mercado local, superando los espacios campestres para incursionar en la urbe. Ortiz, afirma que para lograr el acabado rústico de la madera se tiene especial cuidado en su pigmentación, ya que esta puede tener varias tonalidades, pasando de un amarillo claro hasta un rojo óxido oscuro. “El ebanista debe acentuar la veta natural de la madera, para obtener una apariencia de desgaste uniforme. Las grietas también son muy importantes y no se consideran un imperfecto, sino un aspecto natural que embellece el mueble”, añade.

Artesanal, Étnica

Básicamente, la cama artesanal representa un estilo de mueble único que es fabricado empleando algunas técnicas tradicionales y saberes propios de una comunidad, cultura o etnia. Estas camas son construidas a través de procesos en su mayoría manuales, es decir, con poca intervención de tecnología industrial, su producción utiliza maquinaria simple y por ello el número de las piezas es muy limitado. El arquitecto Francisco Ruiz, quien, entre otras actividades, fabrica este tipo de camas, explicó que la base de la cama, el cabecero y piecero, en su mayoría, son elaborados en madera maciza y algunas veces combinan el hierro forjado. Adicionalmente, tienen piezas en materiales naturales como guadua; bamboo; fibras naturales (rattan, mimbre, chipalo, yaré, calceta de plátano, caña flecha, etc); piedra; metales envejecidos; telas tejidas a mano, en macramé o en telares y cuero que conservan el pelo del animal.

 El mercado de estos muebles es exclusivo y por ser piezas irrepetibles tienen un valor más alto que las de otros estilos, entre $1.000.000 y $10.000.000 aproximadamente. En Colombia no se encuentran comunidades que se dediquen a fabricar un tipo étnico de cama en particular, pero sí hay numerosos artesanos y diseñadores que intervienen las camas contemporáneas con materiales naturales, creando piezas además de elegantes, ricas en identidad, únicas e irrepetibles.

Simple, Tradicional

En la categoría tradicional se ubican todas aquellas camas que tienen estructuras simples, con armazones constituidos por dos largueros, un cabecero y un piecero, están hechas con múltiples materiales, desde maderas macizas hasta aglomerados, láminas, MDF, plásticos, perfiles de hierro, acero o aluminio, incluso, una combinación de dos o más materiales.

Son camas que abundan en el mercado y que se caracterizan por sus líneas rectas y formas prácticas. Aunque la mayoría conserva la utilización de herrajes para la sujeción de su estructura, hoy la industria comercializa diversos tipos de estas camas que carecen de ellos y se ajustan por ensamble. Por lo general la base son tablas de pino, con cabecero-piecero barnizado o lacado muy brillante.

Estéticamente, combinan elementos de varios estilos, entre ellos: clásico, contemporáneo, deko, minimalista, con colores claros y tonos oscuros muy sencillos, sin embargo, no hay un estilo totalmente definido. En este caso, el mercado ofrece diversas camas para todos los gustos y presupuestos, muchas de ellas importadas y sus precios están entre $90.000 y $1.000.000, aproximadamente.

High Tech, Industrial.

El diseño de mobiliario ‘High Tech’ aplica el concepto que rige también a la arquitectura en este campo y que significa: “construir con alta tecnología”. El diseñador ‘High Tech’ ve la fabricación de sus obras como un proceso en el que prevalece la tecnología al servicio y la comodidad del usuario. Obras que deben ser fabricadas para que sean funcionales y eficientes al igual que las herramientas tecnológicas de la vida moderna.

Dentro de este estilo se identifican claramente dos tipos de camas, las High Tech que responden al fenómeno tecnológico revolucionario del momento y las camas High Tech Care, versiones industriales de alta tecnología especiales para el sector salud. En las primeras, los fabricantes incluyen accesorios funcionales en el mueble que sirven para propósitos diferentes al descanso; estas camas están provistas de sistemas mecatrónicos de movimiento complementarios para que el usuario elija la posición del colchón, o bien, obtenga planceteros masajes; también se agregan diversos aparatos electrónicos como consolas de videojuegos, DVD, conexión a Internet con cámara web, televisión digital y todo esto en una pantalla LCD – ‘High Definition’. Este es el caso de la cama creada por el diseñador italiano Edoardo Carlino, denominada ‘Hi-Can’, la cual integra equipos electrónicos de audio y video en el mismo mueble, además, de controles en su cabecera, con los cuales es posible controlar la intensidad de las luces, la temperatura de la habitación y accionar la apertura y el cierre de las cortinas.

Las camas ortopédicas también se incluyen en esta categoría. Éstas cuentan con una base o somier articulado que los fabricantes ofrecen en diferentes tipos: fijo, graduable manualmente y electrónico por control remoto. En todos los casos, funcionan con un colchón sobre un armazón o estructura en acero o aluminio, atravesado horizontalmente por láminas paralelas de madera o acrílico que forman una especie de bastidor. Las láminas tienen la función de soportar y distribuir el peso del usuario, con la particularidad de poseer un sistema de amortiguación y regulación de tensión. Dependiendo del grado de rigidez que se necesite, las láminas centrales cuentan con una serie de anillos tensionantes que se pueden desplazar hacía el centro o hacía los extremos para menor o mayor flexibilidad, respectivamente.

En segunda instancia, están las camas High Tech Care desarrolladas para usos clínicos, entre ellas se encuentran las de alta tecnología, especiales para procedimientos terapéuticos o diagnósticos complejos (nutrición artificial, infusión intravenosa de antibióticos, quimioterapia, hemodiálisis, ventilación mecánica, etc.). Generalmente, éstas incluyen ruedas para el fácil traslado del paciente, cuentan con sistemas articulados de tres ejes accionados de forma manual con manivelas o electrónicamente para la inclinación del cuerpo, tienen partes –en las secciones de pies y cabeza– fabricadas en plástico que son desmontables, al igual que las barandas, para mover al usuario y además, soportan peso de hasta 300 kilogramos; también utilizan una serie de accesorios útiles para la labor de enfermería como sujetadores de suero, orina y sangre, barandas deslizables, poleas, arnés y mosquetones.

Todos los tipos High Tech –incluso la línea para el hogar– se caracterizan por sus diseños en estilos fríos, colores sólidos y neutros, líneas y estructuras rectas y ángulos afilados. Para su fabricación se usan materiales de última generación: acero inoxidable, fibra de carbono, titanio y aleaciones de aluminio y níquel, también diferentes tipos de polímeros, lo que incide notoriamente en su precio final, en la medida que estas camas superan los US$1.000 y, según su desarrollo tecnológico, pueden llegar al millón de dólares.

Polifuncional o Multipropósito

Aquellos muebles que tienen el propósito principal de servir como cama pero que, adicionalmente, ofrecen una o dos utilidades integradas, constituyen una alternativa ideal para muchos usuarios. El más conocido es el sofá-cama que, siendo un mueble para la sala, gracias a un diseño articulado se puede extender y armar para obtener una superficie para acostarse.

 En esta categoría, se pueden encontrar camas convertibles en puffs, sofás, escritorios, cama-cunas e incluso, camas-biblioteca y camas-armario. Todas combinan múltiples materiales, como plásticos, metales y madera y cuentan con sistemas de herrajes especiales articulados y reforzados. En cuestión de precios, hay una gran variedad y alternativas, desde $180.000 hasta $900.000 aproximadamente.  Aunque los camarotes y las camas-nicho (una cama individual estándar y otra de patas plegables que se guarda debajo de la primera), sirven esencialmente para descansar, también son ideales a la hora de optimizar espacios.

Mary Reyes, diseñadora industrial y copropietaria de la firma Neutra, especialista en el diseño y fabricación de muebles modernos, explica que una de las tendencias del momento, en la construcción de camas, es que éstas cumplan la mayoría de las expectativas y deseos de los usuarios. La idea es ofrecer una cama única para cada persona y necesidad. En muchos casos esto implica fabricar la cama a la medida del cliente, según el presupuesto, edad y personalidad, además con una fuerte carga de funcionalidad y para múltiples usos. De hecho, el slogan de su empresa es: “Pide un deseo”, y uno de sus muebles más revolucionarios es un comedor-futbolín, el cual tuvo gran éxito en la pasada feria ExpoConstrucción y ExpoDiseño en Bogotá.

Es una época en la que el desarrollo del mueble obedece a una manifestación creativa que combina la vanguardia con lo clásico, en la que la hay una disolución cada vez más acentuada de las barreras convencionalmente establecidas entre la estética y la funcionalidad industrial. El mercado de la cama es jalonado por el fenómeno cultural y tecnológico, en una sociedad muy vinculada al comercio y la economía, que, alentada por la divulgación, popularización y democratización de los estilos, demanda piezas y productos que sean únicos de alguna manera para cada usuario. En las últimas décadas se observa una materialización quizá más efectiva que nunca, de la noción ‘cama personalizada’.

Fuentes:

  • Oscar Núñez. Diseñador Industrial. Gerente OLC. nunezoscar@hotmail.com
  • Francisco Ruiz. Arquitecto. ruizdis@hotmail.com
  • Mary Reyes. Diseñadora. Gerente Neutra – Arquitectura y diseño. mreyes@neutra3d.com
  • Manuel Ortiz. Propietario de Rústicos Crear Ltda. manue098@hotmail.com
  • flou.it/index.asp, www.thinkfuture.it, www.camasrebatibles.com.ar/, http://decoraciona.com/camas-para-sonar-despierto/

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