El Degradé es una técnica artística en la que se disminuye insensible y de forma continuada la viveza del color y el tamaño de las figuras para dar sensación de distancia, y es también una de las técnicas de pintura para recubrimiento artístico que pertenece al grupo de los Efectos Especiales.

Gracias a su belleza, gran colorido, demanda de creatividad, fácil realización y versatilidad –pues cada color de tinte y cada disposición de trazo ofrecen resultados completamente distintos entre trabajos–, este proceso puede integrarse a cualquier propuesta de diseño contemporáneo, lo que la convierte en una técnica ideal cuando de fabricar piezas modernas se trata, sin importar el tipo: muebles, marquetería, objetos decorativos o utensilios de cocina y baño.

M&M comenzará precisamente con la técnica de degradé, un ciclo de varias entregas o Paso a Paso, mostrando algunas de las técnicas de recubrimiento sobre madera más bellas y sorprendentes. Ésta, dentro de su grupo, es una de las más fáciles y rápidas de efectuar lo que puede convertirla, no sólo en un buen pasatiempo para realizar en el taller, sino en una invitación singular para la experimentación de nuevas técnicas de acabado.

¡Manos a la obra y prepárese para cambiarle la cara a sus objetos de madera!

Costos de Producción

Esta es una técnica muy económica de realizar, pues los materiales empleados son pocos y en pequeñas cantidades. Su costo de producción, al igual que para todos los acabados artísticos esta representado realmente en la mano de obra del artista o fabricante, pues se trata de un trabajo más artístico que mecánico.

Por metro cuadrado, el precio de los insumos usados en la técnica puede costar un máximo de 15.000 mil pesos aunque, el precio de la obra terminada y según el objeto y el volumen puede variar ostensiblemente, alcanzando incluso los 100.000 pesos (metro cuadrado).

Materiales y Herramientas

Para este proyecto específico se utilizaron los siguientes insumos aunque cabe aclarar, que el color y el tipo de materiales pueden variar según las necesidades, presupuesto y/o gustos del artista.

Tintes (amarillo, rojo y café).
• Sellador nitro celulósico base solvente.
• Laca brillante.
• Thiner puro.
• Esmalte acrílico negro.
• Superficie de Madera (Puede ser virgen, reciclada, MDF o Triplex.
• Lija No. 180 y No. 360.
• Pinceles.
• Agua.

También es importante establecer desde el inicio el grupo de los materiales que se utilizarán, es decir, que si el fabricante escoge productos base agua para el proyecto, todos deben ser del mismo tipo; en este caso específicamente, se realizó el ejercicio con productos base thiner.

En cuanto al tipo de laca, los expertos aconsejan que el acabado final se realice con una brillante, que mejor se ajusta a este acabado específico, pero el producto también puede variar a gusto de quien realice el trabajo.

Paso No. 1. Preparación de la Superficie

Con lija No. 180, comience por pulir la madera –en el sentido de las vetas para evitar rayarla– hasta que esté totalmente lisa, luego limpie con un pañito la superficie para retirar el exceso de polvo, grasa y suciedad; de esta forma el objeto quedará listo para la aplicación de la técnica.

Es importante saber que este tipo de recubrimiento no debe realizarse sobre maderas que hayan sido selladas. Los tintes deben aplicarse sobre la madera virgen, (este acabado es irreversible), para que estos impregnen directa y profundamente el poro de la superficie trabajada, lo que no ocurrirá si sobre la superficie se aplican otras sustancias.

Paso No. 2. Manos a la Obra: Aplicación de los Tintes.

Esta técnica se inicia siempre desde el centro hacia fuera, aplicando los colores de oscuro a claro.

Se inicia mojando el pincel en el solvente escogido (thiner) y luego, con éste, se hace un centro en la madera (el movimiento del pincel debe ser circular para obtener mayor uniformidad). Después se seca el pincel en el paño.

Se moja el pincel con el tinte más oscuro –en este caso el color café–, y se aplica circularmente sobre el centro de thiner. Una vez se aplique este color, se debe lavar el pincel y descargarlo en el paño.

Moje nuevamente el pincel con el solvente, y aplíquelo alrededor del centro café. Recuerde que es el solvente la sustancia que permite la difusión del tinte, por ello, siempre antes de aplicar el color, debe aplicarse la capa de thiner. Proceda a secar el pincel y después mójelo en el tinte rojo.

Sobre el material conductor, aplique el nuevo tinte procurando difuminarlo entre la unión de este y el color anterior para evitar que se demarquen y noten límites muy fijos entre los tonos. Una vez se aplique este color, lave el pincel y límpielo en el paño. No importa que el pincel quede con un poco de residuos del tinte anterior, eso hace parte de la técnica.

Aplique nuevamente un aro de thiner como se viene realizando en los pasos anteriores, y prepare el pincel para la aplicación del nuevo tinte.

Aplique sobre el thiner un poco de tinte amarillo y otro poco de rojo, con el fin de mezclarlos y obtener un tono naranja, buscando poco a poco, y como la técnica lo dice, un degrade de tonos. Después de obtener el color, lave nuevamente el pincel y déjelo listo como en los pasos anteriores, para volver a usarlo.

Encima de un aro de thiner previamente aplicado, esparza ahora el tinte amarillo, sin omitir ninguno de los pasos anteriores. Recuerde: Thiner, tinte, limpiar pincel y así sucesivamente.

A medida que vaya aplicando el color, no olvide crear la sensación de mezcla entre los mismos, difuminarlos, para así lograr un efecto verdadero de degrade.

Así debe ir tomando forma su proyecto de acabado artístico. Note que las franjas de los colores se ven entremezcladas.

Cambie ahora a un pincel más grueso para terminar la aplicación de los colores que, por supuesto, deben ser cada vez más claros.

Por proyecto y en promedio se utilizan cuatro tonos, usted define el grosor de las franjas que aplica de cada uno, pero no olvide que el solvente es el medio que permite que los tintes fluyan, se difuminen, si aplica inicialmente, o en uno de los pasos, el tinte directo sobre la madera, éste no se podrá esparcir y no obtendrá el degradé.

A partir de este punto, empiece a ampliar los centros. Sobre cada color trabajado, y siguiendo la secuencia thiner – tinte, agrande el espectro de cada color difuminándolos con los que le siguen, pero nunca pierda la tonalidad del color inicial.

Inicie con el café, siga con el rojo, luego el naranja y por último el amarillo.

Su proyecto debe ir tomando esta forma en la medida que amplié los centros.

Hacia los extremos de la madera se puede aplicar un poco de tinte café (muy poco), para que si la intención es incorporarlo a una pieza de madera, el trabajo efectuado se vea como una extensión de la misma.

En este punto, el movimiento del pincel se hará mediante la técnica del ponseado, es decir, aplicando pequeños golpes a la superficie con las cerdas del pincel, sin olvidar seguir el círculo que se trazó desde el inicio del recubrimiento.

Sobreponga los colores para que se integren, lo ideal es que no se observe donde empiezan ni terminan los colores.

Una vez todo su proyecto tenga el color deseado, deje secar el tiempo ideal según los materiales usados, para este caso el secado demandará 10 minutos.

Cuando esté seco, aplique el sellador en dirección de la veta. Esta capa de sellador no se debe lijar porque es la encargada de actuar como la membrana que protegerá la obra del calor y de los cambios de temperatura.

Cuando seque la primera capa de sellador dibuje, con el esmalte acrílico negro el diseño que prefiera: puede dejarse llevar por las vetas o simplemente por su imaginación, luego déjelo secar. Una vez listo, vuelva a aplicar una nueva capa de sellador, y después, cuando esté seco, púlalo con la lija No. 360.

Limpie el exceso de polvo y aplique dos capas de laca brillante.

Créditos:
Realizador de la Técnica: Julliette Albarracín – giotto_ar@yahoo.com
Taller: GIOTTO – Arte y Restauración.
Textos: Paola Ruíz Rojas.
Fotografía: Paola Ruíz Rojas