Paola Andrea Ruíz Rojas

Periodista M&M

 La taracea, arte milenario que deriva su nombre de la palabra arabe “tarsia” y que significa incrustación, es básicamente una técnica de ornamentación que se utiliza primordialmente para dar valor agregado a las piezas de madera donde es aplicada.

Totumo, tagua, cacho, coco, carey o nácar, son algunos de los materiales que se incrustan en la madera, sin embargo, una de las técnicas más apreciadas en el mercado es la incrustación de madera sobre madera; no en vano los artesanos expertos en la aplicación y utilización de la taracea, juegan con las vetas, las texturas y los colores de los materiales que seleccionan, a fin de producir piezas únicas, muy finas, de gran valor estético y comercial.

En esta edición, la Revista M&M, les presenta la técnica de Incrustación por recorte, que permite armar figuras más decorativas y artísticas.

Costos de Producción

Vale señalar que a la hora de estimar el valor comercial de una obra lograda tras el desarrollo de esta técnica, no se puede hablar de un precio estándar por metro cuadrado, porque factores como el dibujo, el tipo de madera de las chapillas escogidas y la mano de obra definen individualmente este ítem que se determina según la pieza trabajada. De igual forma, el mueble o elemento que reciba la incrustación, también determina su valor.

A nivel práctico, la técnica de incrustación por recorte puede realizarse sobre cualquier superficie de madera enchapada o maciza, aunque según José Miguel García, experto taraceador de la Escuela de Artes y Oficios de Santo Domingo, no es recomendable trabajarla sobre maderas recicladas ni aglomeradas.

Sobre la chapilla, el experto señala que pueden extraerse de cualquier tipo de madera, aunque para la selección debe considerarse la combinación, pues esta determina el balance estético y visual que se obtenga en la obra finalizada. De igual manera, señala que las chapillas seleccionadas para la incrustación deben tener el mismo espesor, dado que si varía, se dificultará el encajamiento de las piezas dentro de las ranuras.

Herramientas y Materiales

La siguiente es la lista de herramientas y materiales necesarios para trabajar la técnica:

• Segueta de pelo No 0.3.
• Serrucho corte fino.
• Cepillo No 4.
• Cepillo cuchilla dentada.
• Taladro de árbol o motor tool.
• Lesna.
• Martillo.
• Marco de calar o marco manual (según elección).
• Caladora Eléctrica (según elección).
• Caladora portuguesa (según elección).
• Prensa.
• Estufa.
• Raspa y porta raspa.
• Ruteadora.
• Chapillas de tres clases: una para el fondo de la incrustación, una para ser incrustada y otra para los hilos que bordean el diseño.
• Tabla de armado o triplex.
• Pegante para madera.
• Puntillas portuguesas o alfileres.
• Puntillas ¾.
• Arena volcánica.
• Goma laca.
• Plano del diseño.

Paso No 1. Elaboración del Diseño

 Defina el motivo que desee incrustar, recuerde que la técnica le permite realizar diseños complejos y artísticos.

Tienda una hoja de papel bond sobre una superficie plana, de manera que quede lisa y, sobre ella, trace el motivo escogido. Asegúrese de repasar todas las líneas que componen el dibujo para que a la hora de realizar los cortes para la incrustación, no queden piezas incompletas.

 Con la ayuda del bisturí, recorte la ilustración de acuerdo al tamaño requerido. Cerciórese que el dibujo quede siempre en el centro. Observe la ilustración.

Paso No 2. Escoger y Alistar las Chapillas

Para esta técnica que combina varios tipos de chapilla, es de gran importancia escoger muy bien las maderas, ya que las vetas, los colores y la textura de las mismas le darán el valor estético al diseño y en cambio, una mala combinación puede arruinar el trabajo final.

Existe una gran variedad de maderas de las que se pueden extraer las chapillas, auque los expertos afirman que lo realmente importante es buscar el equilibrio de tonalidades de acuerdo al diseño. Otro aspecto que se debe tener en cuenta, y que según los taraceadores asegura el éxito de la técnica, es el grosor de las chapillas, pues todas deben tener el mismo espesor, es decir, 2.5 milímetros.

Teniendo como base el diseño plasmado en el papel bond, mida esa misma dimensión en la chapillas, trace una línea punteada dejando un pequeño margen en cada una de ellas y, con la ayuda del serrucho de corte fino, proceda a cortarlas dejándolas del tamaño justo.

Una vez cortadas las chapillas, escoja una para que sea el fondo de la incrustación y sobre ella aplique abundante colbón para madera, espárzalo con un pincel por toda la superficie y luego centre y pegue la plantilla o dibujo.

Fije la ilustración y repasando cuidadosamente la superficie con un pañito, esto para evitar que se formen grumos o queden dobleces o imperfecciones. Hágalo de manera firme pero suave para no romper el papel.

Inmediatamente después, guarde la chapilla con el dibujo ya pegado, dentro de una hoja doble de papel periódico y prénsela, así evitará que se pandee. Luego deje secar.

Paso No 3. Fijar las Chapillas

Una vez seca la chapilla de fondo, se procede a fijar las otras dos. Tenga en cuenta que la chapilla fondo es la que tiene pegado el dibujo y que en ella se realizará la incrustación, mientras que de la otra se extraerán las piezas para ser incrustadas.

Ponga la chapilla fondo encima de la otra chapilla, alinéelas y fíjelas con puntillas portuguesas tal como se observa en la foto. Para evitar accidentes, doble las puntillas hacia adentro utilizando un martillo. Así deben quedar unidas las chapillas para que pueda iniciar el trabajo de calado.

Paso No 4. Calado

Recuerde que todas las líneas del diseño seleccionado –en este caso, una flor– deben estar bien delimitadas, a fin que el trabajo se realice adecuadamente.

En el centro de la chapilla fondo y con el taladro de árbol o motor tool, abra un único agujero, por el pasará la herramienta adecuada para ir calando la madera de adentro hacia afuera.

Con la segueta pelo, la caladora eléctrica o la caladora portuguesa, según sea más fácil para usted, recorte cada una de las piezas que compone el dibujo. Recuerde que estos cortes deben guardar siempre una inclinación de 5 a 10 grados, para que las piezas puedan ser luego incrustadas sin que presenten problemas de apiñamiento.

Tenga en cuenta que a la hora de escoger la herramienta para hacer los cortes, debe, además de analizar el costo –entre otros factores– pensar en su destreza para manejarlas. José Miguel García, instructor especialista en esta técnica, afirma que si no se tienen habilidades para utilizar una segueta de pelo, es preferible utilizar la caladora portuguesa que ofrece más precisión y mantiene siempre el ángulo de inclinación. Si utiliza la caladora, e inclina el plato hacia el lado izquierdo, debe entonces calar siempre en el sentido contrario a las manecillas del reloj.

Dado que las dos chapillas están unidas, el corte se realiza en ambas al mismo tiempo, por eso, es indispensable tener especial cuidado en este punto: las piezas recortadas de la primera chapilla, no sirven, así que deséchelas y guarde sólo el resto que quedó de la chapilla fondo, contrario a esto, las piezas de la segunda chapilla sí son útiles, por ser las que se incrustarán; por lo tanto, deben ser guardadas. El resto de madera debe ser desechado.

 Paso No 5. Armando el Rompecabezas.

Luego de separar las chapillas y de reservar el material útil de cada una de ellas, se toma la chapilla fondo y se fija por el revés a una tabla de armado, esto se hace para que a la hora de incrustar las piezas se acuñen sin problemas.

Con la ayuda del dibujo original, observe el orden en el que van las piezas, tome cada una de ellas con la lezna y ubíquelas dentro de la chapilla fondo, en este paso no se deben pegar las piezas. Una vez quede armada la figura, guarde fiel copia de la original, y proceda a realizar el proceso de sombreado.

Paso No 6. Proceso de Sombreado

 Defina las piezas que llevan sombra ciñéndose al dibujo inicial, recuerde que la finalidad del sombreado es dar volumen. Empiece a sombrear de afuera hacia el centro, tome una pieza a la vez con la lezna y sumérjala en arena volcánica por el lado que debe sombrearse, cuando esté lista y si es una pieza lateral, péguela por las orillas con puntillas ¾. Las piezas que siguen a las ubicadas en las orillas, deben unirse a las otras con colbón o pegante para madera, aplicando por los lados suficiente pegamento a fin de lograr buen agarre.

Terminado el proceso, queda lista la incrustación como una única pieza.

Paso No 7. Calado de Hilos para Delimitar el Diseño

Con la sierra de incrustaciones cale finísimos hilos de máximo dos milímetros de espesor, para delimitar el diseño o la pieza única ya terminada, éste borde debe pegarse también con colbón y por las orillas. Deje secar para obtener mayor firmeza.

Paso No 8. Uso de la Incrustación

Este diseño, que se ve muy bien en artículos decorativos como baúles y mesas auxiliares, puede ser incrustado en cualquier superficie plana, a través de la técnica de picado.

Para este fin, delimite el área en la que se realizará la incrustación, trace el contorno de la figura, pique con la ayuda de una gubia dentro del borde y luego, pase la ruteadora con una fresa de ½ pulgada y realice el vaciado. Paso seguido, aplique abundante colbón en la superficie vaciada y pegue la pieza terminada.

Coloque encima una cantidad generosa de papel periódico, proceda a prensar la pieza como se muestra en la fotografía y déjela de un día para otro. Después de desprensada, pase sobre la pieza un cepillo para quitar las posibles imperfecciones que hayan quedado, luego, realice el pulido con una raspa y con lija número 320 o 350.

Para un buen acabado final, pinte la superficie con goma laca disuelta en alcohol metanol, en una medida de 60 por ciento goma y 40 por ciento alcohol.

Realizador de la Técnica: José Miguel García. Artesano Experto en Incrustaciones de la Escuela de Artes y Oficios de Santo Domingo. josemigue75@hotmail.com.

Fotos: Paola Ruiz – José Miguel García.