Torno y Talla: La Unión de Dos Técnicas en la Producción de Elementos Utilitarios
Paola Andrea Ruiz Rojas
Revista M&M
La textura, apariencia y calidez –entre otras características físicas de la madera– la han convertido en uno de los materiales preferidos por los artesanos para la fabricación de innumerables productos y, ha motivado también, el desarrollo de interesantes técnicas constructivas. La combinación de dos de ellas, aplicadas para la obtención de un elemento decorativo y utilitario, es el motivo del presente ejercicio.
El maestro Juan Francisco Robayo, es un artesano ibaguereño que se ha hecho a pulso. Desde muy pequeño, ha estado inmenso en el trabajo de la madera, y como el mismo afirma, se enamoró de este oficio. De su padre heredó el conocimiento y de su hermano mayor, la técnica, pero fueron sus ganas de surgir las que lo llevaron a adelantar estudios de modelado y dibujo en la Universidad del Tolima, y de técnicas de talla, torno y ebanistería en la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, a fin de mejorar en el legado de su familia.
El conocimiento que tiene de la madera, la excelencia adquirida para trabajarla, su espíritu creador, pero sobre todo, el inmenso amor que siente por el oficio, le han permitido forjar una importante trayectoria artesanal.
Desde 1995 se ha dedicado a fabricar –en madera de caoba, urapán, cedro, teca, puy y melina– elementos decorativos, utilitarios y de mobiliario, con un estilo muy propio, en el que mezcla lo contemporáneo con diseños precolombinos y naturalistas, y en los que realza a través de acabados con aceites minerales y ceras, las vetas, fibras y nudos de las maderas.
Sus obras, que muchos califican como excelentes, lo han hecho merecedor de varios reconocimientos, entre ellos La Medalla a La Maestría Artesanal Contemporánea 2011 –una distinción que le fue otorgada por Artesanías de Colombia– y penetrar los más exigentes mercados nacionales e internacionales, a través de su propia marca Kebanka Maderas, que creó en el año 2007.
En esta edición y de la mano del Maestro Robayo, realizaremos el paso a paso de un elemento utilitario, en el que se mezclan dos técnicas tradicionales para trabajar la madera: el torno y la talla.
Paso a Paso para Realizar Cuenco Torneado y Tallado
Para la realización del proceso también es necesario el uso de un compás de puntas, escuadras, serrucho y metro.
Paso 1: Cortar la Pieza
El paso inicial es definir el diámetro de la pieza, hágalo con la ayuda del compás y el metro. Establezca de forma precisa el centro, esto le permitirá hacer más sencilla la demarcación del perímetro.
Con el compás de puntas, delimite la pieza, marque fuerte el diámetro, para luego poder repasarlo con el lápiz.
En la sierra circular o sin fin, rodee la pieza, hasta cortarla totalmente; guíese por la marca que trazó con anterioridad, así no dañara la pieza. Realice este procedimiento con extremo cuidado, utilizando siempre los elementos de protección y seguridad industrial.
Si la pieza queda mal rodeada o con alguna imperfección, rectifíquela; recuerde que debe cortarla, exactamente por la línea que demarcó. Si no sabe manejar la sierra sin fin, es preferible que deje este paso, en manos de personas calificadas en la operación este tipo de máquinas. Foto: corte pieza
El trabajo quedará, finalmente, como se observa en la foto.
Paso 2: Planeado
Gradúe la máquina de acuerdo al requerimiento. Pase la pieza por la planeadora las veces que sea necesario hasta lograr una cara superior –que será la que se lucirá– completamente lisa, plana y sin imperfecciones.
Una vez la pieza esté totalmente plana, verifique que las medidas correspondan al diámetro inicialmente establecido; para tal fin, válgase del compás y del metro. Establezca el centro y márquelo con un lápiz.
Monte la broca en el taladro y perfore el centro de la pieza, realice este paso por la cara superior, es decir, por aquella que pasó por la planeadora; tenga en cuenta que el orificio no debe ser muy profundo, sólo lo suficiente para montar la pieza en el punto fijo del torno.
Paso 3: Torneado del Cuenco
Antes de iniciar este procedimiento, verifique el estado del torno y cerciórese que funciona óptimamente. Luego, proceda a montar la pieza en el punto fijo, asegúrela para evitar accidentes.
Recuerde que la parte que debe montar en el punto fijo, es aquella a la que hizo la perforación con anterioridad.
Ubique el tiento del torno en la parte lateral del mismo, y a la altura del centro de la pieza. Tenga en cuenta que el tiento debe quedar separado de la pieza a unos 7.0 u 8.0 centímetros, para evitar que golpee el material de trabajo. Observe la fotografía.
Una vez haya ubicado correctamente la pieza y el tiento –y previo uso de los elementos de protección– comience el devaste de la pieza utilizando las herramientas de corte a partir de la forma del cuenco planeado.
Tornee el diámetro y realice el vaciado posterior con gubias o formones media caña de 1.0 pulgada hasta preformar la pieza.
No olvide que la herramienta con la que trabaje debe ir siempre –mientras esté torneando– apoyada sobre el tiento; así evitará accidentes laborales y daños en el material; de hecho, afirma el maestro Robayo, que si el ejecutor de la técnica no domina a perfección el torno, lo correcto –por seguridad del operario y calidad del trabajo– es pedir ayuda a un experto.
Observe la forma que toma la pieza. Recuerde que dependiendo del modelo debe realizar el vaciado y en ese sentido, es usted quien decide hasta donde llegar con el maquinado.
Una vez haya terminado el vaciado, retire el tiento y reubíquelo en la parte posterior de la pieza. Céntrelo, y con la ayuda de una herramienta puntuda o un taladro de mano, realícele un pequeño orificio.
Luego de este procedimiento, retire el tiento pero mantenga el cuenco montado en el punto fijo.
Con el torno funcionando a una velocidad media, comience a lijar la pieza, hágalo siempre del centro hacia afuera. Inicie con lija No 80, pero a medida que la madera vaya tornándose más prolija, aumente el número hasta conseguir el acabado deseado.
Cuando haya terminando el paso anterior, desmonte el cuenco, dele vuelta y asegúrelo al punto fijo, pero esta vez, por la parte posterior. Ubique el tiento como se ve en la figura y proceda a trabajar la parte superior de la pieza.
Empiece a fondear, devastando el cuenco del centro hacia los extremos, paso que debe realizar con una gubia de ½ pulgada, hasta que alcance la profundidad deseada.
Después de efectuar el fondeado del cuenco, realice, con una gubia, los surcos que delimitan la superficie donde se realizará la talla. Recuerde que para lograr el surco, no debe mover la gubia, ésta debe posar quieta sobre el tiento, en el lugar donde hará el trabajo.
Su cuenco debe tener esta apariencia. Tenga en cuenta que la superficie que usted dejó para realizar la talla, debe estar acorde con el diseño que eligió.
Paso seguido, valiéndose de una gubia normal y de una gubia coada, realice el devaste del centro del cuenco sin olvidar que las gubias deben ir apoyadas siempre en el tiento. Vale anotar que, de acuerdo al modelo fabricado, el artesano decide la profundidad del mismo, pero debe tener presente que en este caso, se trata de un elemento utilitario.
Retire el tiento, aspire el desperdicio y lije igual que en el paso anterior y limpie, nuevamente, hasta que no quede polvo ni desechos. En este punto, el trabajo debe verse de esta manera.
Con un paño impregnado de aceite mineral, repase la superficie total del cuenco, excepto, el espacio destinado para la talla.
La aplicación de este aceite, tiene como finalidad develar los imperfectos de lijado que pueda presentar la pieza. Si usted observa alguno, vuelva a lijar hasta dejarla totalmente lisa; luego, proceda a aplicar aceite nuevamente.
Paso 4: Talla del Cuenco
Elija un diseño y cópielo o reprodúzcalo en el papel mantequilla, sin antes olvidar que éste debe ajustarse en el espacio dejado, previamente, para la talla y que además, debe ser acorde al estilo y forma del cuenco. El tema de la plantilla escogida, en este caso, son hojas.
Con la ayuda de una regla, establezca la mitad del cuenco; este paso es fundamental, ya que a partir del centro se ubica el motivo de la talla para que el modelo quede correctamente distribuido.
Usando papel carbón, traspase el dibujo de la plantilla, a la superficie del cuenco. No olvide centrarlo y distribuirlo estéticamente. Luego, repase el modelo con un lápiz para hacerlo más claro y definido, cuidando no cometer imperfecciones.
Prense el cuenco para dejarlo completamente fijo, pues que la pieza no debe moverse mientras se realiza la talla. Para evitar estropear la superficie por la presión que ejerce la talla, coloque un paño, trapo o un pedazo de lija sobre el material, exactamente en el sitio donde reposa la prensa.
Pique el contorno del dibujo con la ayuda de diferentes gubias; luego, utilice el buril para delinearlo. Inicie el devaste de las áreas externas de las hojas. Observe la ilustración, así debe realizar el proceso.
Con las gubias planas moldee las hojas; busque la uniformidad, todas deben quedar iguales, en cuanto al tamaño del relieve. Repase cada detalle, relimpie el contorno y corrija errores, si existen.
Esta es la apariencia que debe tener el trabajo para el paso siguiente: el lijado de la superficie y la aplicación de las ceras y aceites minerales que le darán a la pieza, acabado deseado.
Para terminar, pase un pañito limpio y antes de usarlo, verifique que el objeto no presente imperfecciones y que no existan exceso de material (aceites o ceras) utilizado en el acabado. El cuenco está listo para ser usado.
Fuente: Juan Francisco Robayo, Maestro Artesano.
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