María Catalina Ramírez Tovar

Periodista M&M

Perfecto equilibrio entre robustez y ligereza, presencia imponente a través de líneas sencillas, sutil combinación entre la madera, el acero y el vidrio que logra un contraste armónico entre lo cálido y lo frío; eso es “Yoly”, una propuesta estética y funcional materializada en un versátil mueble de estudio o trabajo para el hogar.

Según Darío Toledo, diseñador de “Yoly”, este práctico módulo surge como respuesta a las necesidades de servicio que manifiestan aquellos usuarios que tanto por sus actividades básicas como complementarias, hacen uso permanente de la tecnología y de quienes prefieren diseños especiales, que contemplen la configuración de espacios propios, personales, con orden y equilibrio estético.

De hecho, esa fue la principal motivación para pensar en un diseño minimalista de corte lineal, de fácil construcción y armado, que ofreciera comodidad y ergonomía a la hora de realizar actividades  de trabajo o estudio, integrando módulos especiales en lo cuales ubicar equipos como el PC y otros aparatos como teléfono, scanner, impresora, dock para PDA, ipod, celular, además de algún sistema de iluminación.

Precisamente por esta razón, el diseño plantea una solución para hacer el cableado “invisible”, por medio de seis orificios pasacables ubicados en puntos estratégicos de la lámina que sirve como fondo del mueble, y a través de los cuales es posible pasar y mimetizar todo el cableado de los equipos contenidos, logrando así total servicio con un orden y sin alterar la estética del mueble o del espacio.

De otro lado y a nivel constructivo, el diseño recurre al uso de materiales convencionales como aglomerado y triplex bajo la técnica del entamborado, que ofrece como ventaja principal la rentabilidad, no sólo en términos económicos sino prácticos, gracias al bajo peso de los paneles, al tamaño ideal de las partes, a la estabilidad dimensional y la posibilidad de obtener acabados perfectos, cualidades difíciles de lograr, en ocasiones, usando madera maciza.

Adicionalmente está la facilidad de armado, que constituye una de las ventajas constructivas más importantes de Yoly, no en vano en su diseño y fabricación se minimizó significativamente el uso de herrajes y sistemas de ensamblaje mecánicos o metálicos y se empleó un sistema de empotrado y ensamblado simple y práctico.

Un sistema que tiene su base precisamente en una estructura de apoyo, que recibe los entrepaños a través de ensamble a presión y de juntas con tarugos, y que unen la superficie de la mesa a la estructura, para lograr así uniones muy limpias y por ende, un mueble de apariencia sencilla pero sofisticada a la vez.

 La Fabricación: Una Técnica, un Sólo Proceso

Este módulo de estudio se compone básicamente de cinco paneles rectangulares de diferentes dimensiones (ver lista de partes) que están divididos en dos tableros -inferior y superior- que conforman la parte posterior del mueble, adicionalmente consta de un panel rectangular que funciona como mesón y que une, por medio de tarugos, el tablero inferior con el superior, en el cual están ubicados dos entrepaños.

Como partes adicionales, el diseño incluye dos cajones ensamblados con tornillos autorroscantes al tablero inferior de fondo y que van unidos a la mesa por medio de tubos de acero. Finalmente, dos listones de madera dispuestos en la parte posterior –y en cada lateral del mueble– y que son los encargados de asegurar la estabilidad del mismo.

Para la construcción de este prototipo fue necesario considerar, primero, cuál sería su uso para determinar también el tipo y la cantidad de madera necesaria, los demás elementos de aporte estético y estructural: los metálicos y de vidrio, y las alternativas para lograr el acabado ideal: cera, aceite, goma laca como procedimientos naturales o un acabado sintético con sellador o laca.

Vale señalar antes de continuar que, si bien el proceso de fabricación es muy sencillo en cuanto a maquinados básicos se refiere, es muy importante también ser muy precisos al realizar, especialmente, los orificios para los entrepaños a fin que éstos entren perfecto y no queden sueltos o inestables.

También cabe aclarar que para la fabricación de este mueble puede utilizarse paneles de diferentes tipos de madera como Pino o Amarillo, que ofrecen excelentes acabados y resultan económicas, o maderas más finas como la usada en este caso: aglomerado y triplex de flormorado, escogido básicamente por sus cualidades estéticas y de resistencia físico mecánica.

Así, el primer paso para la construcción de Yoly consistió en conseguir la madera, determinar sus dimensiones y proceder al despiece de cada una de las partes; se decidió que la mejor técnica para hacer los paneles era el entamborado, para lo cual se cortaron doce tiras de aglomerado de 9.0 milímetros de espesor por 10 centímetros de ancho para elaborar las estructuras internas y se cortaron láminas de triplex de 9.0 milímetros para llenar los espacios entre las tiras de aglomerado y dar firmeza al panel. Todas las piezas fueron pegadas y aseguradas finalmente con grapas.

Posteriormente se cortaron láminas de aglomerado contrachapado para la parte exterior de la estructura del entamborado, así, se obtuvieron paneles de 1.49 cm., un centímetro menos con respecto a la medida total del mueble, para que posteriormente, al colocar los tapacantos de 1.0 cm. de espesor se completara la medida exacta de los paneles: 1.50 x 88.0 y 67.0 cm. para tableros superior e inferior respectivamente, de 1.50 por 65.0 cm. para la superficie o mesón y de 1.20 m. por 36.0 cm. para los dos entrepaños.

Seguidamente se realizó en el tablero superior –que soporta los entrepaños y teniendo en cuenta el espesor de estos (3.0 cm.)– las ranuras con ruteadora y fresa de corte recto para que entraran precisos y no fuera necesario utilizar apoyos mecánicos, como un ángulo o soporte.

Luego, con una broca se hizo la perforación de los pasacables (2.0 pulgadas) tanto en la parte superior del módulo como en la inferior, además de los agujeros para los tarugos (de ½ pulgada y 8.0 cm. de largo) elementos encargados de unir los dos tableros, superior e inferior, atravesando la mesa o superficie de trabajo.

Luego se trabajaron los cajones que conforman los módulos bajos de almacenamiento, para los cuales se utilizó una técnica igualmente sencilla que consistió en hacer cinco paneles de 40 por 30 cm., con madera de 2.5 cm. de espesor, para luego para acolillarlos longitudinalmente y pegarlos formando un cubo destapado en su parte frontal.

Ya que este módulo integra elementos metálicos en su diseño -tubo en acero Cold Rolled de 2.0 pulgadas- se procedió luego a realizar los orificios de 2.0 pulgadas de diámetro y 1.0 cm de profundidad, tanto en la parte inferior de la mesa como en la parte superior e inferior de los cajones, orificios que servirían para empotrar y asegurar los tubos a las piezas de madera.

Vale señalar que para asegurar totalmente el tubo a la parte inferior del cajón –zona que recibe gran parte del peso del mueble– se usó una platina metálica. De otro lado también se integró en el extremo inferior de los tubos (patas), graduadores para nivelar el mueble de acuerdo a la superficie en la que se ubique. Luego, se colocaron dos listones en la parte posterior –en los laterales del mueble– de 1.60 m de largo por 10 cm de ancho para asegurar en el armado toda la estructura del mueble.

Para iniciar la fase de acabados se cortaron tiras de chapilla de flormorado de 3.0 cm por 1.0 cm y se procedió a marquetear o colocar los tapacantos, también en flor morado, en todos los bordes del mueble.

Como paso final se lijaron y pulieron cada una de las partes del mueble, de modo que se lograran buenos acabados, los cuales fueron perfeccionados posteriormente en el proceso de pintura. En ese sentido, aunque los diferentes acabados que se le den al mueble dependen y pueden variar según el gusto y la creatividad del fabricante, en el caso que ocupa este taller se usó tintilla color Wengue, sellador y laca.

El Armado, Dinámico, Fácil y Rápido

Según Darío Toledo, diseñador de Yoly “el mueble fue pensado para que fuera armado partiendo del sistema RTA (Ready to Assemble) que tiene como principio constructivo la practicidad no sólo del ensamble, sino del empaque, embalaje y transporte; sistema acorde con la tendencia de consumo del mercado actual”.

Una vez listas las piezas del mueble, se procedió al armado, proceso igualmente sencillo en el que primero fue necesario ubicar el módulo o tablero estructural inferior en la parte posterior del mueble y después ensamblar los cajones, para lo cual se utilizaron únicamente cuatro tornillos autorroscantes de una 1½ pulgada para cada cajón. Una vez puestos los dos cajones al tablero se procedió a ensamblar y asegurar cada unos de los tubos que soportaban y a su vez, unían los cajones con la superficie de la mesa.

Luego se ubicaron los tarugos en los cuatro orificios del tablero inferior e inmediatamente se encajó la superficie de la mesa sobre los mismos tarugos, seguidamente y de la misma forma se asentó el tablero superior del módulo. Cuando ya estaban listos tanto los tableros, como los cajones y la superficie de la mesa, se incrustaron a presión los dos entrepaños superiores.

Finalmente, con el propósito de dar estabilidad y estructura al mueble se ubicaron dos largueros verticales en la parte posterior del módulo, los cuales se ensamblaron por medio de cinco tornillos autoroscantes.

Como detalles para mejorar la estética del mueble se instalaron dos vidrios corredizos en la parte frontal de los cajones y se taparon los orificios pasacables con tapas plásticas del mismo tono del mueble, así estuvo listo Yoly, un práctico y sofisticado módulo de estudio o trabajo.

El resultado fue un mueble que aunque es diferente a la idea planteada en el diseño original,  llena las respectivas del usuario en términos estéticos y funcionales al ser de fácil y rápida fabricación y que además ofrece una altísima resistencia, de hecho, considerando sus dimensiones es realmente liviano y muy estable.

Finalmente el fabricante de muebles puede adaptar el sistema para obtener otras múltiples funciones, por ejemplo tal como propuso en principio su creador, se pueden realizar ranuras porta CD con ruteado y también puede mejorar con diversos acabados y técnicas de pintura  para lo cual sobra decir que hay un universo de posibilidades por explorar.

• Diseño: Darío Toledo.
• Planos: Darío Toledo – Beatriz García Salgado.
• Fabricación de prototipo: Juan Carlos Suárez.
• Textos: Catalina Ramírez Tovar.
• Fotografía: Juan Carlos Suárez.