Bocetación: De Medio Gráfico e Inmediato de Expresión a Técnica de “Descrestación”

Alexandra Colorado Castro

Periodista M&M

¿Dibujar o bocetar? En teoría, podría parecer que se trata de dos términos sinónimos, sin embargo, mientras que dibujar se entiende como trazar una figura sobre una superficie, empleando un instrumento adecuado; bocetar es un instrumento inmediato de diseño para capturar ideas en un elemento gráfico y técnicamente representado; un medio aplicable en todos los campos de la disciplina, desde el diseño arquitectónico hasta el de muebles.

Entendido de esta forma, en la industria del mueble y la fabricación de objetos en madera, puntualmente, la bocetación se constituye como el método de representación más importante que existe, no sólo porque ha sido tradicionalmente –y gracias al lápiz y el papel– el más empleado en fábricas y talleres, sino porque también se ha constituido en mucho más que un lenguaje oral para la producción.

Sin embargo y pese a la importancia que tiene en el proceso de diseño y en los procesos de producción, la bocetación también es una práctica que con el tiempo han venido reevaluando algunos sectores de la academia y de la industria, subvalorándola frente a las herramientas tecnológicas que ofrecen los paquetes de diseño como Maya, Rino, Cinema 4D o Autocad.

Al respecto, Hernando Rodríguez, experto con más de 30 años en la fabricación de muebles y actual profesor de la Institución Superior de Diseño para América Latina – Isdal, explica que, erróneamente, son muchos los centros de formación y capacitación profesional de diseño que han suspendido materias básicas que desarrollan el intelecto y la habilidad de sus estudiantes, considerando que los computadores pueden solucionar cualquier problema implícito en un proceso creativo.

“En la vida profesional, la capacidad de graficar, de forma inmediata, una idea creada en el cerebro y manifestarla ante una junta de diseñadores, una empresa, un cliente, o para sí mismo, no da el tiempo de encender un computador; las ideas se esfuman. El computador tiene mucha información que puede ser tomada para armar un modelo, pero siempre resulta más rápido –en el proceso de crear, de diseñar– tomar un lápiz y un papel para presentarlo.

En este orden de ideas, la bocetación –que además puede y debe ser aplicada para diseñar desde una línea de muebles hasta un herraje– es el medio de comunicación inmediato entre los actores de una empresa, llámense jefe de taller, gerente de fábrica, director de producción, diseñador u operario; y una técnica para acortar procesos, comprender las formas de un objeto, plasmarlas, y permite poner en papel, ideas que pueden ser fugaces, si no se representan de manera gráfica y se condensan en documentos.

Elementos y Herramientas de la Bocetación

Para el caso específico de muebles, son tres ciencias, las hojas de ruta de la técnica: la geometría, la antropometría y la ergonomía; la primera que otorga una serie de elementos geométricos –cubos, esferas, cilindros, líneas- para representar el objeto que desea; la segunda, es la ciencia que determina las medidas del ser humano para que puedan ser aplicadas a los objetos; y la tercera, es la que determina la relación de los objetos con el usuario, su efecto y el uso del determinado objeto.

El uso del color y las texturas pueden convertirse en grandes aliados a la hora de enfatizar en los materiales elegidos –como tapizados o maderas– para un producto.

Paralelamente, existen otros elementos fundamentales en la bocetación que están implícitos en la técnica, como la estética, la estructura, el equilibrio, la solidez y otros determinantes en percepción visual y la composición; todos juegan un papel determinante a la hora de producir bocetos claros que puedan ser comprendidos tanto en un taller de muebles como en la propuesta de diseño para un cliente.

  • Estética: en el diseño de muebles, corresponde a los resultados que arrojan la aplicación de la Ergonomía, la Antropometría, las Técnicas de Construcción, los medios industriales, los materiales y el análisis de un mercado.
  • Estructura: para desarrollar un boceto es necesario utilizar un mínimo de rudimentos de Geometría a fin de inscribir la idea de un mueble; por ejemplo, al dibujar correctamente un cubo, es posible extraer de él una silla, mesa, poltrona, u otro diseño.
  • Equilibrio: es la forma de expresar, armónicamente, las formas y los distintos componentes de un mueble de manera que se refleje con cierta aproximación fotográfica una idea.
  • Solidez: definición que debe ser aplicada en el desarrollo técnico de muebles.
  • Forma: simplicidad absoluta y relativa, subdivisión, relación de semejanzas y diferencias, el esquema estructural. La configuración: información, representación, significación, niveles, cualidades visuales. El desarrollo: evolución de los conceptos representacionales, diferenciación de direcciones, oblicuidad, fusión de las partes, la génesis de las formas, el paso de dos a tres dimensiones.
  • Espacio: dimensiones espaciales, líneas y contornos, la relación básica fondo-figura, la construcción del espacio, la yuxtaposición, transparencia, niveles de profundidad, gradientes, esquemas de representación.
  • Luz y Claro oscuro: luminosidad e iluminación, elementos básicos: claroscuros, sombras, reflejos, valores volumétricos, espaciales y simbólicos, contrastes, efectos de reconocimiento e identificación.
  • Color: naturaleza y propiedades sensoriales, clasificación colores básicos y mezclas, relación forma-color, efectos fisiológicos y psicológicos, valores, trabajos por armonías, contrastes y gamas, fijación semántica, significación, psicología del color y criterios de aplicación en diseño.
  • Valores compositivos: El equilibrio: esquemas, jerarquía, el centro, el peso visual, la dirección, el significado. Aplicaciones al diseño de producto: retículas, modulación, panel de representación, tipografía, clasificación, información y significación, legibilidad.

Saber conjugar los elementos citados, además de condiciones como la posición del cuerpo, el brazo o la mano para lograr líneas correctas, es el propósito de la bocetación, porque si bien es cierto que los seres humanos tienen una percepción geométrica de los objetos muy similar, prácticamente natural, el reto es saber traducir lo que se ve, al plano gráfico.

Vale señalar que la bocetación no debe ser una práctica o un oficio exclusivo de diseñadores, para el caso de los fabricantes de muebles, administradores de empresas, constructores y carpinteros, es una forma de que comprendan y expresen un lenguaje que, aunque técnico, también es sencillo, preciso e inmediato. La bocetación, en este contexto, sirve a los actores productivos para entender las formas, previo conocimiento del paquete tecnológico que incluye desde información de productos e insumos hasta los costos del diseño.

“Con un boceto, quien propone una idea, le explica al departamento técnico de una empresa –además de los planos técnicos- que deben hacer; explica si se trata de una silla, la profundidad, la altura del mueble, la caída del ángulo de descanso, la resistencia física que debe tener, la madera que se utilizará para que cuando llegue el diseño a la planta industrial, los operarios no tengan que inventar nada; todos los parámetros llegan de la mesa de dibujo”, afirma Rodríguez.

De otro lado, explica Hernando Rodríguez, que quienes bocetan ponen en el papel todo su cúmulo de conocimientos constructivos, económicos, técnicos, estéticos y estilísticos, al servicio de una empresa o un cliente, de manera que éstos comprendan el diseño propuesto. Precisamente, dirigido al cliente, el boceto final es el medio que tiene el fabricante de muebles para venderle la idea.

Métodos de Bocetación

Existen dos tipos de bocetación: la comunicación de una información técnica para un desarrollo de objeto, ya ampliamente explicada, y la ilustración, empleada cuando se trata de presentar y representar productos u objetos que no demandan, necesariamente, el desarrollo de planos técnicos (la moda, por ejemplo) pues tiene un propósito principalmente, ilustrativo, promocional o publicitario y funciona como complemento del boceto técnico.

Aplicada a la industria, la ilustración que propone dibujos no rígidamente definidos, resulta una técnica suelta que bien puede funcionar como semillero de ideas pues da cabida a interpretaciones y reinterpretaciones del dibujo; a modificaciones que realizadas a mano alzada, resultan favorables para mejorar, evolucionar u ofrecer nuevas versiones de un modelo; lo que difícilmente se logra en tiempo récord, a través de un software de diseño.

Pero dado que bocetar no implica hacer, precisamente, “bonitos dibujos”, pues en ese caso sólo se está a mitad del camino, quien emprende la tarea de hacerlo técnicamente, debe en primera medida, elaborar un esquema base, una planimetría técnica que incluya factores como profundidades, inclinaciones, tamaños y modulaciones, aplicando antropometría y ergonomía para, de esta manera, tener la proporción del objeto.

La línea de horizonte y los puntos de fuga determinan el espacio en que se ubican los muebles, pues el espacio como tal no existe, aparece en el concepto teórico cuando existe un objeto tangible, un elemento físico que lo hace aparecer.

Documentos claves en este proceso de determinar la proporción de los objetos y la correspondencia con las medidas humanas, son los percentiles (1), normas universales que –para el caso en particular– varían discretamente según los promedios de medidas por grupos poblacionales . A partir de esta base y de la aplicación de los elementos implícitos en la técnica, es posible producir bocetos y no sólo dibujos.

Según Félix Zambrano, arquitecto y profesor de Isdal, independiente que se trate de bocetación con fines técnicos o de ilustración, existen componentes guía a la hora de dibujar; entre estos están los ejes de construcción, líneas que sirven como apoyo para realizar, por ejemplo, partes de muebles rectos como sillas, mesas o cómodas; y que son la base para la conformación de volúmenes y tienen como referencia figuras geométricas como el cilindro o el cubo. En el caso particular del cubo, se trata de un elemento que gracias a que puede ser descompuesto o segmentado, da la posibilidad de conformar volúmenes a partir de sus recortes.

Otro punto importante en la bocetación es la proporción, es decir, la relación de una parte del objeto con la totalidad del mismo, variable que señala Zambrano, es posible calcular para el caso de la ambientación de un espacio cualquiera –alcoba, comedor o sala– determinando la relación, por ejemplo, entre piso y asiento en un juego de muebles y las veces que dicha relación se repite para calcular otras partes del objeto: si es la mitad, el doble o tres medios, según los cánones de la antropometría y la ergonomía.

“Estas ciencias funcionan para adaptar y relacionar los objetos a la medida del usuario, para saber qué dimensiones puede tener un producto de acuerdo a los rangos promedio de la figura humana. Por ejemplo para calcular alturas, las barras de un bar, se estima, deben tener 1.10 metros. Si se aplica el modelo de Le Corbusier, la altura del mueble toma como referencia la altura del ombligo de una persona de 1.85 metros; un asiento normal para estudio puede tener entre 42 o 43 cm; una mesa normal está a la mitad del muslo (con la mano extendida) lo que equivale a una altura de 70 a 75 cm”.

En este punto es importante anotar que pueda que un bocetador se preste de realizar una buena construcción de ejes y de volúmenes, pero si no tiene visión de proporción; aunque logre un buen dibujo, tenga un buen nivel de acabado y una buena visualización, su trabajo será perdido.

Una tercera variable es la perspectiva, que se entiende como la técnica de representar los objetos en la forma y disposición en la que aparecen a la vista; para proyectar la ilusión de un mundo tridimensional en una superficie de dos dimensiones y crear así, una sensación de profundidad, de espacio que retrocede (2). Al bocetar y para lograr este “efecto”, un elemento clave es el punto de fuga, que por lo general son más de uno en el plano y se sitúan en la línea de horizonte, donde convergen todas las líneas horizontales paralelas entre sí que existen en el modelo

Para efectos de presentaciones de ambientes a clientes, o para que un diseñador explique a una planta de trabajo, la disposición de los elementos en el espacio ó como concebir una línea entera de muebles, la perspectiva resulta el modelo más efectivo. El proceso es, según palabras de Félix Zambrano, “ubicar el objeto (idea), sentirlo, proyectar las líneas, encontrando los puntos de fuga sobre una línea de horizonte”, y convertir la multiplicación de la percepción, en un sólido.

El cubo –inscrito en la geometría– aparece aquí como el módulo inicial y básico para el dibujo del mueble, en la medida que no sólo es responsable del volumen sino que además puede ser multiplicado –duplicado o triplicado, cada 50 centímetros y en cualquier dirección– en favor de lograr las dimensiones correctas. Así, un cubo básico se convierte en una cama si diagonalmente alcanza los 1.30 metros y un cubo replicado a su lado, de igual tamaño, se convierte en mesa compañera, con solo dividirlo y reducirlo a 2/3.

De elementos como un cilindro, una esfera o el fundamental cubo, es posible que el bocetador reproduzca infinidad de diseños –para el caso, muebles, incluso de otras partes como herrajes– con variar el alto, largo y ancho de la figura, los ángulos de inclinación, añadir o suprimir partes; en realidad es la imaginación y la información básica del diseñador, las que dan la pauta creadora.

Vale anotar que la bocetación para muebles es isométrica (3); es decir, que la perspectiva del dibujo la presenta el diseñador a 30° para que sea posible lograr tridimensionalidad, descomponer el objeto volumétricamente, sacar vistas laterales o frontales, acotar medidas y que sea comprensible para el fabricante en el taller; distinta a la perspectiva cónica aplicada a los bocetos para clientes a quienes no interesan las medidas sino la vista y que por lo tanto, se asemeja a una fotografía.

Ya, sobre los útiles necesarios para bocetar, señalan los profesionales Rodríguez y Zambrano, basta con tener a mano: papel, un lápiz duro (HB) para hacer el esquema básico del dibujo; y uno blando (3B) para reafirmar las líneas, generar texturas, sombras y sensaciones de volumen. Para el caso de la ilustración, es frecuente el uso de lápices de colores para resaltar detalles y mejorar la apariencia del dibujo.

Con el paso de los años, los bocetadores más experimentados son capaces de trabajar sus diseños directamente sobre la línea de horizonte, proyectar puntos de fuga –incluso fuera del papel– y utilizar una gran variedad de técnicas de textura y color para, por ejemplo, destacar un mueble dentro de un ambiente o simplemente, convertir la perceptiva en “descrestiva ” e impactar un cliente y concretar una venta; de allí que la práctica y el conocimiento previo de las ciencias mencionadas sean las fórmulas para lograr precisión en el proceso.

De conocimiento obligado entre quienes tienen como actividad la fabricación de muebles y objetos en madera y que además, asegura Hernando Rodríguez, puede ser fácilmente aprendida, la bocetación es hoy una técnica que urge ser recuperada, no sólo para simplificar los procesos industriales sino para potencializar las habilidades de quienes tienen a su cargo la función de materializar lo que en un cerebro creativo existe, la función de diseñar.

Citas:

  1. Existe una gran variedad de textos y tablas, generados principalmente en Alemania y Estados Unidos, que condensan los percentiles y exponen sus medidas, según acuerdos internacionales (Depanero, ‘El arte de proyectar en la arquitectura’, Dreifus). El término percentil forma parte integrante de la enorme cantidad de conceptos que agrupan las matemáticas, por tanto, resulta ser de uso común y frecuente dentro del mencionado ámbito y en el léxico de quienes se dedican al estudio y a la enseñanza de la misma. El percentil es cada uno de los noventa y nueve segmentos que resultan tras dividir algo en cien partes de igual frecuencia y se representa a través de la letra mayúscula P. Uno de los usos más frecuentes que se le da al percentil es a la hora de satisfacer la necesidad de obtener datos concretos respecto de determinadas cuestiones que hacen al conocimiento más profundo de una sociedad o comunidad, por ejemplo, se quiere evaluar el crecimiento de los niños, entonces, los pediatras, basarán su evaluación justamente en tablas de percentiles para llevar a cabo la mencionada evaluación; se inspirarán entonces en tablas de percentiles diferentes según se trate de mujeres o de varones, con unos valores medios, según la edad y el país que corresponda. Las más usadas son las del peso, la altura y el perímetro craneal.
  2. Diccionario de la arquitectura y la construcción.
  3. Una proyección isométrica es un método gráfico de representación, y Constituye una representación visual de un objeto tridimensional en dos dimensiones, en la que los tres ejes ortogonales principales, al proyectarse, forman ángulos de 120º, y las dimensiones paralelas a dichos ejes se miden en una misma escala. La isometría es una de las formas de proyección utilizadas en dibujo técnico que tiene la ventaja de permitir la representación a escala, y la desventaja de no reflejar la disminución aparente de tamaño -proporcional a la distancia- que percibe el ojo

Fuentes:

‘Expresión y comunicación en la enseñanza del diseño’. Teresa Lorenzo Burillo, Alberto Fernández Sora. http://www.ingegraf.es/XVIII/PDF/Comunicacion17011.pdf

http://www.profesorenlinea.cl/artes/Perspectiva_Tipos.htm

http://www.parro.com.ar/definicion-de-est%E9tica

 

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