Metalco: Un Desfile de Muebles con Vestido de Calle

Redacción M&M

Esta empresa italiana se ha convertido, en tres décadas de existencia, en la más importante del segmento de mobiliario urbano, mundial. Parques, plazas, calles, aceras y áreas públicas en general, en las capitales más desarrolladas a lo largo del globo, exhiben productos con su sello; piezas sencillas pero también obras escultóricas de servicio.

Los muebles urbanos tienen exigentes características de propósito, uso y estética que los hacen especiales dentro del segmento general. Se distinguen, básicamente de cualquier otro tipo, por la especificidad de servir en espacios públicos y a todo tipo de transeúntes que, consciente o no, los aprovechan para descansar, divertirse, depositar basura, ampararse de la lluvia o simplemente, esperar cómodamente el autobús.

Paralelo, exhiben atractivos diseños porque deben aportar a la estética de las ciudades y ser elementos de identidad de las mismas; ser ergonómicamente confortables para brindar bienestar a los usuarios, y ser también estructuralmente resistentes y seguros a fin que garanticen una larga vida útil en las complicadas condiciones de variaciones del clima, contaminación o vandalismo, a la que se exponen.

En este escenario y fieles al objetivo de producir muebles que responden a los rasgos en mención, una empresa con sede en Italia, dedicada al diseño y fabricación de equipamiento urbano ha sabido consolidarse como la mejor del mercado: Metalco.

Se trata de la compañía que creó una nueva generación de productos urbanos funcionales, ergonómicos, resistentes y de diseño exquisito; que genera más de 170 empleos directos en la sede central del grupo en Italia; que cuenta con una red comercial distribuida en más de 50 países, en cuatro continentes; que ha dotado con sus productos a mas de 3.000 ciudades de 32 países; y que tras incorporar en su agenda de responsabilidad empresarial, el concepto ‘Lean and clean’ (1) –que exige, internamente, el uso de madera procedente de bosques certificados y la fabricación de componentes 100 por ciento reciclables–; es hoy el líder indiscutible de su segmento.

El siguiente texto referencia el nacimiento y desarrollo de un ejemplo de visión y constancia empresarial, del alcance que puede tener una compañía cuando el buen diseño es parte de su soporte, cuando se vale de los mejores para producir y cuando sabe sortear los tiempos de crisis, con inteligencia y tesón.

Un Sueño, Una Realidad

En 1983, el diseñador italiano Claudio Bertino y el empresario –dedicado a la fabricación de ventanas y puertas en aluminio– Alfredo Tasca, que rondaban la edad de los 20 y 30 años respectivamente, unieron sus destinos para materializar un sueño común: hacer las ciudades italianas, más hermosas y confortables, a través de la creación de bancas, luminarias, contenedores, postes, vallas publicitarias, paraderos y bolardos de diseño innovador –para cualquier espacio público– elaborados con materiales de alta calidad y bajo estándares de producción de tecnología de punta.

Un año después, en 1984, el sueño inició con la fundación de Metalco SRL, la empresa que les permitiría fusionar ideas, experiencia y lograr el reconocimiento mundial; todo, tras un cuidadoso proceso de consolidación en que debieron analizar, previamente, puntos neurálgicos para convertir el equipo de Tasca/Bertino, en ganador.

Claudio Bertino, actual Presidente de Metalco, afirmó (2) que a pesar del gran complemento entre los dos: “Alfredo deseaba gastarse sus veinticuatro horas –de trabajo diario– diseñando y produciendo; yo quería definir y dar a conocer nuestras ideas al mercado, conseguir pedidos y –por supuesto– el dinero”; resolver temas como el comportamiento de la competencia, la ley del menor costo aplicado a la producción y la venta, las condiciones del mercado y de las leyes fiscales, las desventajas o beneficios de ‘copiar los productos’, el manejo de clientes y proveedores de materias primas, la manipulación de los productos, la relación que se establece con los diseñadores, el trato con las entidades financieras y hasta el “número de horas que un empresario debe dedicar a su negocio; fue fundamental para definir los lineamientos del negocio.

Empezaron a operar en una pequeña bodega ubicada en la región de Castelfranco Véneto (Italia), y con sólo doce colaboradores, dieron inicio a la carrera de hacer realidad el sueño y materializar los diseños y productos que tenían en mente. El objetivo –o mejor el imperativo– de los dos emprendedores era conquistar con su naciente empresa, una posición de liderazgo en el segmento de amoblamiento urbano y en un mercado que describe Bertino, era “pequeño pero de grandes nichos”.

Diseñar, proyectar y producir una nueva generación muebles urbanos que exaltaran las cualidades y características de los materiales tradicionales usados en el nicho, como el acero, la madera o el cemento, pero manipulados bajo conceptos industriales que les permitieran lograron la sinergia perfecta: excelente diseño, altos estándares de calidad y precios competitivos, era la estrategia. En efecto, cumplieron la meta y el éxito no demoró en llegar.

Diseño que Impone Tendencias

El primero logro de Metalco, cuya administración corría por cuenta de las esposas de los fundadores, fue una reja modular, diseñada por Alfredo Tasca, cuya estructura estaba conformada por tubos verticales doblados en U hacia arriba, fijados a dos elementos horizontales mediante “cubos” negros en los que se escondían los tornillos de fijación.

Sobre la misma, Bertino afirmó “El diseño era innovador y funcional. La reja se adaptaba a cualquier necesidad del cliente. Los tubos en acero –coloreados en tonos vibrantes como rojo, azul, verde o amarillo– estaban protegidos con galvanizado de calidad y cubiertos con pintura en polvo de alta resistencia. Era un producto libre de mantenimiento, destinado a durar en el tiempo”.

La reja, de diseño simple, incluía detalles que la convirtieron en un éxito comercial inmediato, y en uno de los productos de la marca más copiados, durante años, aunque vale señalar que para su producción, la empresa desarrolló una máquina especial que en pocos minutos realizaba los cortes de las piezas tubulares, así como de las perforaciones necesarias para ajustar los componentes: los tornillos de unión, la cerradura, las manijas, las bisagras, las ruedas de apoyo y las barras dentadas para la motorización eléctrica.

Con este avance, Metalco ganó reconocimiento. La sinergia que logró la compañía entre sus departamentos de Diseño y Técnico favoreció la creación de productos que, desde entonces, han redefinido el concepto de mobiliario urbano por generar soluciones innovadoras y funcionales, atentas a las necesidades de los usuarios, y de las ciudades, en materia estética y funcional.

En su génesis, el interés empresarial fue implementar las tecnologías más innovadoras de la industria en su momento y emplear personal técnico altamente cualificado para lograr productos de avanzada; de hecho, en 1987, la compañía puso en marcha un plan de acción que los conduciría a fortalecer su capacidad productiva, su red comercial y a ganar importantes contratos con el sector público, encargado de los grandes desarrollos urbanísticos de las ciudades. Este fue el momento que se levantó una segunda fábrica de 4.000 metros cuadrados, ubicada a sólo a 100 metros de distancia de la primera planta.

Las medidas, en efecto, provocaron la aparición de detalles que hicieron distintivos, los productos de Metalco: la inclinación del espaldar en función del uso de la banca –de reposo para tiempos prolongados de uso; o de espera, para tiempos costos como sucede con las bancas de estaciones de bus–; la construcción de canecas de basura y bancos prefabricados en cemento con acabados en granito, unidos a estructuras en acero para evitar el hurto de las piezas; y los sistemas de soportes de bancas, basureros y portabicicletas en cemento.

Las propuestas de la compañía se convirtieron, entonces, en referente sobre la unidad estética de los espacios urbanos, la arquitectura, la delimitación de áreas y la creación de espacios de socialización; mientras que algunas piezas adquirieron el rótulo de emblemáticas para la historia del mobiliario urbano: las bancas ‘Story’ y ‘Grigliata’, los basureros ‘Giotto’ y ‘Giustino’, o el estacionamiento para bicicletas ‘Biciblock’; que merecieron no solo altas demandas del mercado sino también, premios como el ‘Best in Class’.

Durante la década de los 90, se selló la consolidación de Metalco como el mejor diseñador y fabricante de equipamiento urbano en el mundo. Fue en este tiempo cuando la firma presentó las piezas que dieron origen al concepto de mueble urbano exterior e interior, con ‘outdoor’ e interior ‘indoor’; y cuando Alfredo Tasca, el diseñador por excelencia de Metalco, creó en 1994, Libre, su obra más importante y la quinta esencia de la marca, una banca que hasta hoy es la más copiada del mundo, versiones que no han alcanzado la armonía y solidez de la original.

Para las postrimerías de la década, en 1997, nació la colección de bancas ‘Opla’ cuyo éxito comercial ayudó a la delimitación del rumbo de la empresa hacia el nuevo milenio: su diseño y las versiones posteriores de éste, le demandaron a la empresa actualizar sus procesos productivos implementando tecnología de punta láser, computarizados y CNC para tareas como corte, soldadura y pintura.

De la Mano de los Mejores

El liderazgo ganado en sus primeros 20 años de vida, le permitió a Metalco establecer alianzas creativas con varios de los diseñadores y arquitectos más reconocidos en la industria mobiliaria, puentes que fueron también gestores de los desarrollos, las soluciones y los diseños que aparecieron al llegar el siglo XXI y que –por las características del mercado– debían llevar como “apellido”, el término “vanguardia”. La familia de materas modulares ‘Flo’ del diseñador italiano Alessandro Lenarda, quien también diseñó las bancas ‘Agora’ y ‘Alfredo’, y el portabicicletas ‘Reset’ –con los cuales, la empresa conquistó tres premios internacionales de diseño–, marcaron el inicio del nuevo milenio para la compañía.

Posteriormente, en el 2002, el reto fue el diseño de piezas sobre encargo para la empresa privada y específicamente, para uno de los sectores más exigentes en cuanto a diseño se refiere: los autos de carreras, reconocido por los altos estándares de calidad de sus piezas. Para esta industria Metalco empezó a diseñar y producir, inicialmente, las bahías de parqueo y después otras estructuras como luminarias. Otros fueron los paraderos de buses ‘Merak’ y ‘Alhena’, diseños en conjunto con la firma automotriz ‘Pininfarina’, que nacieron de un encargo del gobierno de Kazajistán para la ciudad capital de Astaná; y los postes de luz del también diseñador automotriz, Giugiaro Giorgetto, para las ciudades italianas, fueron algunos ejemplos.

De esta época también se destaca la colaboración de los alemanes Helmut Staubach y Uwe Kuckertz –con la firma Bisazza– quienes no sólo dieron una nueva visión al uso de materiales como el aluminio, la madera o el mármol; sino que también dotaron la línea de bancas de la compañía, de una nueva estética que se convirtió en norma para la industria del mueble urbano, en general: desaparecieron los bordes cortantes y las aristas vivas.

El reconocimiento a la capacidad de Metalco como una empresa pionera en su campo, se consolidó entre el 2004 y el 2008, cuando la compañía recibió el premio ‘Compasso D’Oro’ de la Asociación de Diseñadores Italianos –gracias a la basurera ‘Ghost’ del Raffaele Lazzari– y posteriormente, recibió los beneficios de tener en sus filas a Antonio ‘Citterio’, padre de la silla  ‘Sedis Torsión’, la marquesina ‘Pensilis’ y el parqueadero de bicicletas ‘Cyclus’ (de 2007) y de la colección ‘Citterio’ (2008), que fue calificada por Bertino como “memorable” por su derroche de fantasía sin límite. En total fueron 32 productos básicos elaborados en mármol, un material que en las manos de Metalco, lució tan bien en el campo como en la ciudad.

En otro frente de trabajo, cabe destacar que la segunda mitad de la década de 2000, la firma italiana aprovechó su capacidad tecnológica e investigativa para patentar su know how en la transformación del acero Corten, material con un elevado componente de cobre que dota a las piezas elaboradas con él –al paso del tiempo y al fin del proceso de oxidación de las superficies–, de una apariencia  luminosa y por ende, elegante y futurista. “Es un material que exige respeto y capacidad técnica e inventiva para manipularlo”, afirma Claudio Bertino.

Las primeras colecciones elaboradas en acero Corten, nacieron bajo los parámetros de diseño del arquitecto francés Marc Aurel, quien proyectó la línea ‘Corten Style’ instalada en la ciudad de Cannes, y que después haría parte del paisaje de otras urbes francesas. Hoy, la empresa ofrece una completa gama de artículos en este tipo de acero, entre los que se destacan las ‘Campus Harris’ y ‘Volo’ (bancas), el ‘Spencer’ (bote de basura), ‘Flora (protector de plantas) y ‘Fontana’ (fuente).

En el año 2007,  Metalco ofrece por primera vez su línea ‘Metalco Home’, compuesta por muebles de alta gama diseñados por reconocidos arquitectos, diseñadores de interiores y paisajistas y para espacios como el jardín y la piscina (Horuis), la cocina (Cheope) y la mesa (Iside), de los alemanes Stauback y Kuckertz quienes lograron éxito tras fusionar el diseño italiano y la tecnología alemana.

Urbes Marca Metalco

Pero no todo han sido tiempos de bonanza y de cosecha para Metalco; como cualquier otra empresa ha vivido temporadas de ajustes, reprogramaciones y cambios para mantenerse y proteger el nombre construido durante años.

“Ante los problemas es inútil perder tiempo con la filosofía del dolor”, fueron las palabras de Claudio Bertino al recordar las época no tan dorada que vivió la empresa italiana, en los años 90, en un escenario de recesión económica en el que la lira (moneda oficial del país hasta el 2002, cuando fue remplazada por el euro), enfrentaba una grave desvalorización frente a las monedas de los países a los que Metalco exportaba, la mayoría de ellos ubicados al norte de Europa.

A esta situación se sumó entonces, la inflación que alcanzó los dos dígitos y las altas tasas de interés cobradas por los bancos, lo que dificultó para las empresas del sector mobiliario el acceso a financiación y, por ende, el cumplimiento de sus obligaciones financieras y patronales.

Frente al panorama, la compañía diseñó un plan de negocios que le permitiera responder con el pago de salarios y prestaciones sociales, como primera medida; y adecuar el negocio a los tiempos. Así, debió recoger la cartera pendiente, llegar a acuerdos de financiación con clientes y aceptar pagos en especie (básicamente materias primas); solicitar de nuevos créditos a largo plazo con miras a invertir en el mejoramiento de sus procesos productivos; ajustar los precios de compra/venta tanto en dólares como de otras monedas fuertes como el marco alemán; e implementar una estrategia comercial –que contempló el fortalecimiento de su red de agentes altamente cualificados– para aumentar la cuota de productos de metal en el mercado, especialmente italiano.

Para 1998 y con el ánimo de restablecerse finalmente, la empresa puso en marcha un ambicioso proyecto que contempló la construcción de una nueva planta de producción de 25 mil metros cuadrados completamente tecnificada; de un establecimiento de 4.000 metros cuadrados en el sur de Francia, su principal mercado; y de un centro autónomo de mobiliario urbano de 800 metros cuadrados; además de un programa de mejoramiento continuo en materia de diseño.

La historia reciente de Metalco, liberada ya de los tiempos de crisis y apartando las viejas glorias, da cuenta, finalmente, de una consolidación que arrancó a inicios del 2010, cuando se convirtió en un holding empresarial cuyo corazón fue y ha sido la División de mobiliario urbano; pero que también desarrolló otras unidades de negocio importantes como las de iluminación LED, la de energía fotovoltaica y solar en colaboración con Bayer (de Alemania) y ENI (de Italia).

Citas:

  1. Lean and clean: ‘Limpio y de poco volumen’, la idea del concepto es que los productos diseñados por la empresa deben ser «livianos» en cuanto a materiales y procesos; es decir, fabricados con materiales que puedan ser reciclados, cuyos procesos impliquen el consumo de energía pero de forma eficiente y que no contaminan visualmente los espacios, entre otras reglas.
  2. Declaraciones de Claudio Bertino durante su presentación en el Congreso de Diseño Mobiliario del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, realizado en noviembre de 2011 en la ciudad de Medellín, Colombia­.

Fuentes:

  • metalco.itwww.urbanstyle.com.es
  • Memorias exposición Claudio Bertino. Congreso de Diseño Mobiliario del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, noviembre de 2011, Medellín, Colombia­.

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