Ron Arad: Profeta en su Tiempo

Redacción M&M

 A través de sus creaciones Ron Arad ha llevado el diseño a instancias accesibles para cualquier consumidor, lo ha popularizado para gusto y servicios de la sociedad moderna. La combinación de materiales y tecnologías de producción innovadoras, aprovechadas por su talento para generar sus “esculturas funcionales”, es uno de sus más grandes aportes al diseño mundial.

 Ron Arad es un artista, lo lleva en su sangre, no en vano proviene de una familia en la que el talento desborda: su padre es pintor, su madre fotógrafa y su hermano violinista. Imaginar y crear son palabras que conoce bien pues le han permitido formarse como uno de los mejores diseñadores industriales contemporáneos.

Arad nació en Tel Aviv (Israel) en 1951, y a la edad de 20 años inició sus estudios de arte en la Academia Bezalel de Jerusalén. Entre 1973 y 1979 estudió arquitectura –bajo la batuta de los notables arquitectos Peter Cook (Londres, 1936) y Bernard Tschumi (Lausana, Suiza, 1944)– en la Asociación Arquitectónica de Londres, Reino Unido, país que se convertiría en su segunda patria.

Después de ejercer durante corto tiempo esta profesión, Arad funda en 1981 el estudio de diseño One Off con el que irrumpió en el mundo creativo, industrial y mobiliario, y se alejó temporalmente de la arquitectura. En 1989 crea la Ron Arad Associates y; cinco años después, en 1994, el Ron Arad Studio, que concibió como una empresa dedicada al diseño y producción integral de proyectos en las áreas de la decoración de interiores, iluminación y mobiliario, y que representó una conveniente reconciliación del diseñador con la arquitectura.

Gracias a su experiencia profesional y al buen nombre de su empresa, Arad pasó a servir al diseño desde la docencia y a influenciar fuertemente la generación de los 90: hasta el año 97, se desempeñó como profesor adjunto en la Hochschule für Angewandte Kunst de Vienna (Austria) dictando diseño de productos y, posteriormente, como maestro de diseño mobiliario en la Royal College of Art (RCA por sus siglas en inglés) de Londres.

Vale anotar que, precisamente, la RCA lo adoptó como el Jefe del departamento de diseño de productos, área desde la cual inspiró a muchos de los mejores profesionales contemporáneos en este ramo –que fueron sus alumnos–, y en la que creó un programa interdisciplinario y plural a través del cual supo inculcar la pasión por la experimentación y por el transgredir los límites de lo establecido; aspectos que le han consolidado como artista y creador.

Por eso, el nombre de Ron Arad –quien además fue editor invitado de ‘El libro Internacional de Diseño’, en 1994– se ha convertido en referencia obligatoria y de estudio para varios libros y revistas especializadas en arquitectura, decoración y diseño mobiliario e industrial, que hoy conforman una completa bibliografía sobre este artista:

Es así como en 1989 se publicó ‘Restless Furniture’ de Deyan Sudjic; en 1990, ‘Reprinted de Alexander von Vegesack –edición especial de Vitra– y en 1993, ‘Ron Arad Associates: One Off Three’. Para 1997 sale al mercado editorial ‘Design Classics Bookworm’ de Volker Albus; para el 98, Raymond Guidot y Olivier Boissiere publican el libro ‘Ron Arad’ y, un año después, un libro con este mismo nombre es editado por la casa Deyan Sudjic. Finalmente, para el 2004, aparece ‘Ron Arad talks to Matthew Collings’ (1)

Pero la fama de Arad alcanza más allá de la literatura especializada. Sus creaciones hacen parte de las muestras permanentes que, sobre arte contemporáneo, se exhiben en los museos y galerías más importantes del mundo, como el Centro Georges Pompidou en París, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, el Museo Albert y Victoria en Londres, o el Museo de Diseño Vitra en Alemania; escenarios en donde también se han organizado muestras temporales sobre su trabajo y retrospectivas artísticas de su obra, esto, con el fin de explicar la evolución de quien es considerado “un profeta” en su propio tiempo.

Volumen al Máximo

A nivel profesional Arad se ha caracterizado por ser un artista especialmente curioso, por su experimentación con nuevas tecnologías y materiales, y por la versatilidad natural que imprime a sus piezas sean lámparas, accesorios decorativos, piezas funcionales o joyas. En materia de diseño de mobiliario, aseguran los conocedores de su obra, “explota minuciosamente las posibilidades formales y funcionales de las piezas para imprimirles belleza y un efecto sorpresa que las hace únicas”, cualidad que demuestra la capacidad técnica y constructiva del diseñador.

A nivel formal, es notoria su inclinación de Arad por las formas esculturales, voluptuosas y colosales. Gracias a esta estética particular se le considera como un diseñador innovador, pionero y audaz, capaz de infringir cualquier ismo, cualquier categorización. En este sentido, fue The Rover Chair, elaborada en 1981 –y una de las piezas que actualmente hacen parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York– la que marcaría el inicio de Arad por buscar una estética volumétrica que, en este caso, resultó de fusionar dos estructuras: el asiento de un Rover 200 (automóvil producido por la empresa Austin Rover Group) y el marco de un Kee-Klamp, un sistema modular desarrollado originalmente en 1930.

Finalmente y como otra característica desatacada de su trabajo, está la apropiación que hace del metal, y que apareció de forma relevante durante los primeros años creativos del diseñador (1980 hasta finales de 1990), tiempo en que aprendió diferentes técnicas de soldadura, a conocer las características físicas y propiedades del acero y las maneras de transformarlo, así como a identificar los aportes que, en el plano visual, proveía a sus creaciones. La silla Big Easy de 1988, elaborada con láminas de acero dobladas y soldadas, o la silla Little Heavy de 1989 (Vitra Design Museum), fabricada en acero inoxidable y pulido, son algunos de los mejores ejemplos.

La Evolución

Los primeros años creativos de Arad se desarrollaron en la Londres de los 80 (recordemos que su estudio de diseño fue establecido en esta ciudad), ciudad en la que primaba un espíritu de individualismo, nihilismo y de transgresión de valores sociales, culturales y económicos, donde un sector marginal de la sociedad rechazaba los principios de riqueza material propios la clase burguesa; hechos que marcaron las primeras creaciones del diseñador.

Por eso Arad pertenece a una generación de diseñadores autodidactas que hacía su trabajo con el objetivo de romper con lo estéticamente establecido y socialmente aceptable, a través de la experimentación con materiales y técnicas que les permitieran materializar sus ideas y hacerlas económicamente viables. Fragmentos de fibra de carbón, plástico, cartón, acero inoxidable, aluminio, vidrio, poliamida o hierro, empezaron a cobrar vida en la imaginación del diseñador; y una naciente tendencia estética “más urbana y marginal –por el uso de materiales que podrían considerarse reciclados–”, empezó a consolidarse como la “favorita de la clase alta londinense”.

Los años 90 llegaron y Arad llevó al límite su curiosidad por nuevos materiales, técnicas e ingenierías de fabricación, hecho que dio como resultado productos exitosos como Box in 4 Movements (1994), una caja-gabinete para albergar objetos que realiza cuatro movimientos gracias a un mecanismo de garfio; la silla Empty (1994), fabricada en madera de fresno y acero inoxidable (para Driade); Lovely Rita (1996) con la que Arad apuesta por plástico de PVC; la FPE – Fantastic, Plastic, Elastic (1997), una fusión entre perfiles de aluminio y plástico de polipropileno (para Kartell); o Pic (1997), silla en la que la fibra de vidrio y el prolipopileno, son los materiales elegidos.

En esta década Arad está en constante evolución, es el período en el que experimenta con materiales y procesos específicos para dar paso a otros: metal, soldadura, fibras sintéticas o naturales, madera, plástico extruido, son los materiales favoritos del diseñador; a la vez que trabaja en la elaboración de prototipos logrados tras procesos de sinterizado y estereolitografía, y logra una posterior fabricación masiva de sus creaciones a partir de bocetos elaborados por computador (2).

Para Arad, el uso de las técnicas mencionadas fue la forma más eficiente de perfeccionar sus diseños, de optimizar tiempos y dinero, de hacer rentables los procesos de fabricación industrial, y claro, de disminuir también el precio final de sus muebles y piezas decorativas y posibilitar así su distribución comercial en cualquier región del planeta; no en vano para Arad, el ganador en un proceso de diseño debe ser el consumidor, esto explica porque se dice que sus piezas son universales y son un éxito comercial.

No obstante, el diseñador aclara que no crea objetos “Made in China”; su objetivo es trabajar con las principales firmas de decoración e interiorismo para desarrollar productos de alta calidad y diseño que puedan ser producidos de forma masiva: las sillas Bad Tempered para Vitra (2002); Little Albert para Moroso (2002), Wavy (2007) y Do-Lo-Rez (2008), para la misma firma; o la estantería Bookworm (1993) son algunos de los mejores ejemplos de su concepto de universalidad pues se han convertido en objetos de culto, deseados por miles de personas a las que, las firmas fabricantes, ha sabido complacer.

Sinergia

Al igual que un músico que también actúa o baila, o un actor que baila y canta, Ron Arad es descrito como “un artista integral” cuyo mayor logro personal ha sido poder fusionar de manera perfecta sus tres oficios: el de diseñador industrial, arquitecto y diseñador mobiliario, de tal forma que se ha convertido en el artista favorito para concebir, edificar y dotar importantes proyectos arquitectónicos en el mundo, como museos, galerías, restaurantes, cafés, boutiques, casas y hoteles.

Tal como sucede con el diseño, toda su creación arquitectónica –desde sus inicios en la década del 80, hasta nuestros días– se caracteriza porque no está limitada a un estilo en particular. Espacios sinuosos, atractivos, sugerentes, cómodos, elegantes e irreverentes a la vez, son el resultado del sello Arad impreso en las paredes, en los muebles o en la iluminación; y que tienen como denominador, un volumen desmedido.

El objetivo trazado para estos espacios es que las personas que los habitan puedan disfrutar de las formas curvilíneas y bulbosas; que a través de las camas, sofás, estanterías, mesas o muebles de baño con sello Arad, el usuario, observador o consumidor pueda interpretar la realidad de los espacios y crear puntos de referencia de acuerdo a su gusto. Por eso no es insólito ver que sus piezas volumétricas más famosas adornen cuartos de hoteles o los comedores de famosos restaurantes, con lo que se ratifica el porqué se afirma que Arad es un artista que “sabe bien cómo alterar los sentidos”.

Un Hombre Común

 Más allá de la fama, Ron Arad es un hombre común a quien le gusta llevar a sus hijos al colegio, escuchar la radio en las mañanas para enterarse de las últimas noticias, llegar temprano a su casa para cenar con su familia y aunque parezca extraño, conducir en medio del tráfico citadino, escuchando rock.

Por su esencia, creativa y artística, afirma que siempre se fija en la forma cómo las mujeres –y en general, todas las personas– están vestidas pues es la primera referencia de información que se puede tener sobre su forma de ser.

Por su mente curiosa, no pasan pensamientos sobre la inseguridad en las calles o la crisis económica. El aburrimiento, el fundamentalismo, la muerte –que puede ser interpretada como la carencia de ideas– son los aspectos de la vida que rechaza. Por eso en su trabajo, en su día a día, Arad disfruta de las nuevas ideas, del discutir sobre su trabajo y sobre el trabajo del diseñador con sus colegas o clientes, un hecho que asume con optimismo pues es una de las formas de conocer los límites de su propia creatividad.

Quienes conocen su trabajo, afirman que él “es una de las referencias ineludibles en el diseño actual”, pues no sólo ha trasgredido los límites de lo establecido para abrirse a nuevas posibilidades estéticas, sino que ha influido en la forma cómo se concibe el diseño: un arte para experimentar. De él, como artista, sus colegas elogian el hecho de que sus ideas y aportes parecen inagotables, y que su trabajo tiene y tendrá “la energía del arte moderno”.

Citas:

  • ‘Restless Furniture’ fue publicado por la editorial Fourth Estate; ‘Ron Arad Associates: One Off Three’, por la editorial Artemis Architectural Publications; ‘Design Classics Bookworm’, por Form Verlag; ‘Ron Arad’ (año 1998) por la editorial Dis Voir; ‘Ron Arad’ (1999), por Pentagram/Laurence King Publishers y; ‘Ron Arad talks to Matthew Collings’ por la casa Phaidon Press.
  • Sinterizado: proceso en el que las piezas son sometidas a un ciclo térmico con temperatura y atmósfera controladas para fusionar el material y otorgarle las propiedades mecánicas y físicas apropiadas. Estereolitografía: tecnología empleada para obtener prototipos precisos a partir de la utilización de resinas líquidas fotopoliméricas que se solidifican cuando son expuestas a la luz ultravioleta.

Fuentes y fotografías:

  • com, designboom.com, moroso.it, bonluxat.com, moma.org, artinfo.com,
  • Ron Arad Associates/Tom Vack, Design Museum + British Council, Alessi, Vitra, Cappellini, Kartell, GbHm, Vitra Design Museum, Georges Pompidou Centre.

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