Hevea Brasilensis: Entre el Caucho y la Madera, una Especie Multipropósito

Carolina Obregón Sánchez
Periodista M&M

Especie apreciada mundialmente por su principal producto: el caucho natural, la Hevea brasilensis, es hoy en día objeto de diversos planes que buscan hacer de su madera un producto que también pueda contribuir al desarrollo económico de los territorios en donde se produce. En Colombia, el gobierno nacional, en alianza con algunas entidades privadas, realizan proyectos de productividad para rescatar la especie.

Originaria de Brasil, esta especie es desde el siglo XVII una de las más requeridas por las diferentes industrias que tienen como elemento base para sus productos el caucho natural, resina extraída de la corteza de su árbol.

Históricamente, el caucho natural fue dado a conocer en 1736, en Europa, por De La Condamine, astrónomo francés, quien desde Perú envió una muestra del material elástico a Francia; llamándolo “Caoutchouc”, palabra derivada de la fonética de la región de la Guyana que significa: caa: lágrima y ochu: madera.

Los árboles que lo producían, exóticos hasta entonces, cobraron importancia a raíz de las noticias que llegaban desde el continente americano afirmando que el jeve o heve (nombre con el cual los indígenas llamaron el material), era utilizado por los nativos de México, Guatemala y de la región del Amazonas para fabricar pelotas, antorchas, zapatos, ropa y otros objetos impermeables.

Hacía 1791 en numerosas expediciones realizadas en Centro y Sur América, se descubrió una gran diversidad de especies forestales que exudaban contenidos resinosos y de alta elasticidad. Sin embargo los botánicos Von Humbolt y Bonpland, aclararon el misterio de las plantas que, aparentemente iguales, producían la resina y clasificaron al árbol de caucho como Siphonia brasiliensis, especie nativa de las tierras bajas de la Cuenca del Amazonas que posteriormente fue transferido al género Hevea.

Años después, en 1876, el inglés Sir Henry Wickham llevó desde el Brasil a Inglaterra semillas de Hevea Brasilensis de contrabando; que más tarde serían usadas para establecer las primeras plantaciones en el Jardín Botánico de Singapur y en Malasia. Desde entonces, la especie se ha cultivado en varios países tropicales de Asia suroriental, convirtiendo éstos en los principales productores de caucho a nivel mundial.

El Árbol y su Hábitat

El nombre científico de la especie es Hevea brasiliensis Muell. Arg., y pertenece a la familia de las Euphorbiaceae. Alrededor del mundo recibe distintos nombres: para rubber tree, caoutchouc tree ó caucho de pará en Venezuela; seringa o seringueira en Perú, seringueira o mapala en Portugal y Brasil, árbol de caucho en la Guyana francesa, sibi-sibi en Surinam ó caucho en Colombia. En España se le da el nombre de caucho o hule natural, en Gran Bretaña es conocida como hevea, hevaru ó rubberwood y en Asia del Sudeste como kayu karet.

La Hevea brasilensis es nativa del Brasil, pero desde allí se ha extendido por toda la franja tropical africana y asiática. Actualmente se encuentra distribuida en Sur América en la región Amazónica del Perú, Colombia y Brasil; en Centro América en Guatemala y en la región de Indomalasia, en el continente asiático.

Naturalmente la especie se cultiva en tierras bajas tropicales, entre los 0 y 1.100 metros sobre el nivel del mar y entre los 10° norte y 10° sur de latitud, estando las áreas más productivas dentro de los 6° del Ecuador. De igual manera, requiere suelos con mínimo 1 metro de profundidad que sean fértiles y permeables para su mejor desarrollo, y ya que estos árboles extraen gran cantidad de nutrientesdurante su vida productiva (aproximadamente 25 a 30 años), es necesarioque estas condiciones se mantengan naturalmente o a través de métodos  de drenaje, riego, control de la erosión ó cultivos de cobertura.

El caucho es un árbol de tamaño mediano,que puede alcanzar entre 10 y 20 metros de altura y su diámetro en los primeros 5 metros es de 30 centímetros. Sus ramas son robustas, lisas y contienen un jugo lechoso, sus hojas son alternas, sus flores unisexuales, pequeñas y de color amarillo claro; su fruto es grande y leñoso y las semillas
son pequeñas y ovoideas. Su corteza es lisa y una vez abierta en ella una hendidura se extrae el látex, caracterizado por ser un líquido blanco o amarillento.

A nivel patológico, el árbol de caucho es susceptible a sufrir enfermedades serias como el Mal Suramericano de la Hoja ocasionada por el hongo Microcyclus ulei que ataca principalmente las hojas y que, al infectar toda la planta, ocasiona la muerte de la corona, el cese del desarrollo y en ocasiones la muerte del árbol. Su control se realiza con aspersiones de cobre.

También puede sufrir otras alteraciones como el Cáncer de Tiras, Cáncer en Parches ó Cáncer de Terrón; que se presentan en la zona de sangrado, generalmente en épocas de lluvia; o la Enfermedad del Pie y la Muerte rápida, que ocasionan daños importantes en el tronco y ramas inferiores. El control de estas enfermedades es básicamente cultural, ya que se pueden manejar despejando el área circundante de vegetación asociada y retirando la humedad excesiva del medio, de las copas y de los implementos ubicados en los árboles para la recolección del látex.

La Madera

La Hevea brasilensis se caracteriza por ser una madera ligera (densidad de 0,56 a 0,62 gramos por centímetro cubico), de color crema a marrón claro y frecuentes tintes rosados. Su duramen y albura no exhiben muchas diferencias ya que su color es similar: amarillo, blanco o gris. Presenta porosidad difusa, grano grueso y fibra entrelazada. Cabe resaltar la presencia de parénquima en las bandas concéntricas en forma de anillo, dando como resultado un veteado muy atractivo sobretodo en los cortes tangenciales.

Es una madera fácil de trabajar en procesos mecánicos como aserrado, taladrado, torneado, clavado y enlocado; pero las cicatrices dejadas por su explotación primaria (extracción del caucho) provocan la disminución de su potencialidad y la rotura de las piezas, siendo esta su desventaja principal frente a otras especies maderables. Como otras grandes ventajas, la madera no provoca desgaste en las herramientas ya que su dureza no es elevada, su comportamiento al momento de clavar o atornillar es bueno, ofrece buenos acabados al momento de lijar y puede teñirse con facilidad para dar la apariencia de cedro, cerezo o roble.

Para los procesos de secado al aire, se acondiciona con facilidad y rapidez a tiempos que oscilan entre los 40 y 80 días dependiendo de las dimensiones de las piezas, presentado una elevada estabilidad dimensional frente a los cambios de la humedad ambiental, sin embargo puede curvarse o arquearse y en ocasiones puede sufrir una decoloración marrón tras el secado en aserradero. El sistema de secado artificial más recomendable es el de vapor recalentado.

En cuanto a las técnicas de inmunización, la más utilizada es el tratamiento con autoclave que ofrece buenos resultados por lo cual se considera ésta como una madera fácilmente tratable.

Usos: Una Madera que Vale

Aunque esta especie es reconocida a nivel industrial por ser la fuente del caucho o látex, investigaciones realizadas en las últimas décadas han dejado ver el potencial de su madera, considerada hoy día como un subproducto de la especie cuyo tiempo de producción rentable se estima en 25 años; tiempo después del cual se rescata la madera para hacerla económicamente rentable.

Considerada como una madera poco costosa la Hevea brasilensis es, dentro de las especies del mismo género, la de mayor versatilidad. Hoy en día, se constituye en materia prima para una gran variedad de productos de distinta calidad y valor que se asocia con maderas más valiosas, e incluso ha empezado a sustituir otras cuya obtención es difícil por problemas de disponibilidad como el cedro, la caoba o el pino.

La ventaja de esta especie, en cuanto a su fácil distribución natural, se debe en parte a las mínimas condiciones que necesita para su crecimiento y a que su madera es un subproducto de un cultivo cuya finalidad es la obtención del látex, sin contar como los gobiernos de los países con mayor producción de la especie, desarrollan programas de replantación para garantizar el suministro de látex y a su vez, hacer de su madera una fuente de ingresos para las comunidades encargadas de los cultivos.

Es así como durante los últimos 20 años los países del Asia suroriental, han desarrollado investigaciones para combatir la baja duración natural de la especie, identificada como su principal inconveniente; pero como resultado de los estudios se han determinado también tratamientos de preservación adecuados y otras medidas de protección utilizadas en el proceso de elaboración de las piezas de madera.

En el campo de la carpintería se emplea en pisos, recubrimientos, escaleras y construcción estructural interna de casas o casas prefabricadas y en el área del mueble, sirve para la fabricación de sillas, mesas, armarios y estanterías; aunque no compite con otras maderas de mayor valor comercial pues su dureza natural es baja. No obstante ensayos recientes revelaron que este inconveniente se puede compensar fabricando con las partes del árbol en mejor estado (sin heridas), una pieza de madera más gruesa de lo habitual (de 0,5 a 1,0 milímetros).

Se puede usar también en la elaboración de tableros contrachapados y de partículas ó en la manufactura de objetos pequeños como juguetes, marcos o recipientes de cocina. A su vez, se emplea como una fuente económica de leña para cocer ladrillos y para el curado del tabaco.

Igualmente de su semilla se extraen aceites industriales con aplicación para pinturas ó barnices y se puede obtener una harina de aceite, muy rica en fibra y con un alto valor nutricional, que se da como alimento a los bovinos (ofrece buenos resultados) ó puede ser
ingrediente para las raciones alimenticias y de crecimiento para las aves de corral.

Comercio: Las ventajas del Caucho Natural

La comercialización del látex natural se debe al descubrimiento de la vulcanización (2), con el cual este material se convirtió en el elemento base para conseguir cauchos de gran valor. Las propiedades físico-químicas propias del Hevea brasilensis como elasticidad,
resistencia al estiramiento y al desgaste, capacidad de fricción, poder adhesivo y flexibilidad (aún en condiciones de frío extremo), son condiciones que no se han podido obtener o reproducir mediante métodos artificiales.

Es precisamente por esta razón que las industrias mecánica, aeronáutica, médica, textil, manufacturera y farmacéutica tienen como componente esencial en sus procesos de fabricación al caucho natural, incluso por encima del caucho sintético; exigiendo de los países productores una cantidad cada vez mayor de esta materia prima que, según estadísticas de la FAO, crece año tras año (Ver recuadro 1); siendo el sector automotriz (para la fabricación de neumáticos y otras partes de vehículos) con un 60 por ciento, el mayor consumidor de este producto a nivel mundial.

La necesidad de abastecer esta materia prima ha llevado a la comunidad científica a realizar investigaciones para prever el suministro futuro de la misma sin ninguna contrariedad (4). De hecho en los años noventa, en Malasia, se adelantó un estudio para
el mejoramiento genético de la especie con el doble objetivo de obtenerun rendimiento más elevado de látex y madera; proceso realizado también en otros países de la región asiática, con lo que la superficie plantada asegura el suministro por mucho tiempo,siendo ésta (dentro de las especie forestales tropicales) la de mayor disponibilidad mundial.

Colombia: Al Rescate de la Especie.

La situación de nuestro país es muy similar a la de otros países de Suramérica,ya que después de ser una de las regiones con mayor número de hectáreas cultivadas en el siglo XIX, a la fecha, la Hevea brasilensis padece cierto olvido.

En Colombia las primeras plantaciones de 450 hectáreas, se establecieron en la región del Urabá antioqueño en el municipio de Mutatá (1948). Posteriormente, el entonces INCORA realizó las segundas plantaciones en el departamento del Caquetá entre 1966 y 1970, sumando unas 360 hectáreas en los municipios de Doncello y Belén de los Andaquíes. Estos proyectos tuvieron poco éxito debido a la escasa experiencia sobre el cultivo de la especie y sobre las técnicas para su mejoramiento.

Actualmente, en el país existen unas 7757 hectáreas (5) cultivadas de la especie, plantaciones que pertenecen a pequeños propietarios, pero existe la posibilidad de expandir las áreas cultivadas de manera adecuada para que el látex y la madera de caucho puedan ser una entrada importante en la economía de varios departamentos.

Uno de los proyectos realizados en esta materia fue llevado a cabo por el Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria – CIPAV y Econometría S.A. (CIPAV), cuyo fin principal era evaluar la capacidad de desarrollo de la industria transformadora de la madera de caucho en Colombia. Los logros más
destacados del proyecto fueron: la clasificación de las áreas de cultivo de caucho en Colombia, la realización de un estudio preliminar de mercadeo internacional para los productos de madera de caucho y el establecimiento de contactos con los gobiernos de Malasia, Tailandia.

Otro trabajo importante fue el realizado por iniciativa del gobierno nacional en el año 2001, con el fin de crear una estrategia de desarrollo agroindustrial para aprovechar todas las posibilidades socio-económicas de la especie. En este proyecto llamado Cadenas productivas, participaron todos los estamentos privados, gubernamentales, académicos, gremiales e industriales dedicados a la producción y consumo de la especie en nuestro país (6) y algunos de sus resultados fueron: la identificación de la problemática y de las ventajas del sector dedicado a la producción del caucho, y la proyección de las potencialidades económicas del mismo sector.

Cabe destacar que la Hevea brasilensis, considerada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural como una de las especies nativas del país, recibió a partir de junio de 1995 el Certificado de Incentivo Forestal (CIF) -Ley 139 de 1994, decreto reglamentario 1824-, con el cual se ha buscado dar un aporte directo en dinero, con fines protectores-productores para la especie.

Otros proyectos están enfocados a incrementar el número de áreas cultivadaspara sustituir las importaciones (de un 20% aproximadamente) que el país hacer actualmente, ya que su materia prima se utiliza en la producción de llantas, guantes, impermeables, artículos deportivos, mangueras, borradores, tapetes, suelas y en la fabricación de empaques. Un ejemplo es el Proyecto Cumaribo, desarrollado en el municipio que recibe su mismo nombre (región del Vichada), que busca a mediano plazo aumentar en 10.000 hectáreas la siembra de la especie.

Según el Ingeniero Forestal, Jairo Silva, el caucho representa una gran alternativa de desarrollo económico y social para Colombia ya que a los cuatro años de su siembra, además de iniciar su etapa productiva para los fines ya conocidos; también puede servir para reemplazar los cultivos ilícitos que afectan al país.

Aunque en nuestro país el aprovechamiento de la Hevea brasilensis es tema aún en miras de realizarse, en el resto del mundo es actualmente una de las especies que goza de manejo sostenible. No sólo por su materia prima, sino por las posibilidades de su madera; este árbol es considerado hoy como uno de los de mayor aceptación internacional.

Citas:

Según la FAO, la madera de la Hevea brasilensis es considerada un producto forestal menor, subproducto forestal ó producto forestal secundario; ya que es rescatada para hacerla económicamente rentable después de haber consumido su producto principal o primario: el látex.

La técnica de vulcanización fue inventada por Charles Goodyear en el año de 1839 en Estados Unidos y consiste en la aplicación de calor a la mezcla del látex crudo y azufre.
Esta técnica revolucionó la industria de la noche a la mañana y recibió su mayor impulso cuando Dunlop (Inglaterra), Michelín (Francia) y B.F. Goodrich (Estados Unidos), iniciaron la fabricación de llantas para bicicletas y automóviles.

Para el año 2000 tres compañías controlaban más del 60 por ciento de la fabricación y mercadeo de neumáticos: Bridgestone de Japón atendiendo el mercado de Asia y el Pacífico, Michelín asegurando el mercado de Europa y Africa y Goodyear que controlaba el mercado de toda América.

Según datos de la FAO, los países con mayor número de importaciones en toneladas de la especie para el año 2001, son la China con un 19% de la producción total, Estados Unidos (17%), Japón (14%), seguidos de Corea del Sur y Francia (6%), Alemania (5%) y finalmente España (4%).

 Datos del estudio ‘’Sistematización y ajuste de la información disponible sobre el mercado del caucho natural en Colombia’’ realizado por el Incora, DRI, Plante y Fedecaucho en 1999 y presentado por el ‘’Plan quinquenal de desarrollo hervícola colombiano’’ en el año 2001.

Estas entidades se reúnen bajo el Comité Técnico Integrado, creado en el año de 2001. Algunas de ellas son: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Ministerio de Comercio Exterior, Ministerios de Desarrollo Económico, Departamento Nacional de Planeación, SENA, Fedecaucho, Finagro, Federación Nacional de Cafeteros, Proexport, Universidad Nacional de Colombia y las gobernaciones de los departamentos de Antioquía, Cundinamarca, Santander y Caldas.

Fuentes:

– Luis Jairo Silva Herrera, Ingeniero Forestal. Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
– Boletín de información técnica No 202. Documento: “La madera del caucho”. Ignacio Bobadilla Maldonado, Francisco García Fernández. Aitim, noviembre, diciembre, 1999.
– Ricker Martin, C. Daly. “Botánica económica en bosques tropicales: Principios y métodos para su estudio y aprovechamiento”. Ed. Diana. México, marzo de 1998.
– Acero Duarte Luis Enrique. “Árboles, gentes y costumbres”. Ed. Plaza & Janes Ed Colombia S.A., Universidad Francisco José de Caldas: Centro de Investigaciones y Desarrollo Científico.
– Espinal Luis Sigifredo. “Árboles de Antioquía”. Universidad Nacional de Colombia. Seccional Medellín.
– Valderrama Plata Luis Eduardo. “El cultivo del caucho y su balance económico social para Colombia”. Ed. Ministerio de Agricultura. Recursos naturales renovables. Bogotá, Colombia. Diciembre, 1984.
– Documento de trabajo No 30: “La cadena del caucho en Colombia”. Diego Roldán, Marcela Salazar y Freddy González. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Natural.
– Documento: “El caucho, el éxito de un subproducto agrícola”. W. Killmann y L.T. Hong.
– www.proamazonia.gob.pe – www.agracadenas.gov.co – www.cipav.org.co – www.colciencias.gov.co – www.fao.org – www.aitim.com

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