Sistemas de Alzamiento para Puertas de Muebles

Alba Lucía Romero (*)

Gerente Alsada LTDA

Las puertas son fundamentales en el adecuado funcionamiento de un mueble, por eso, para asegurar que presten un correcto servicio es importante utilizar las bisagras y los sistemas de alzamiento justos. Aprovechar mejor el espacio de los compartimentos superiores, facilitar su acceso y dar una mejor apariencia al mueble, son las funciones de estos elementos.

Los modelos tradicionales de muebles por lo general integran diferentes tipos de bisagras para puertas con apertura lateral, las cuales, si bien son muy útiles, presentan inconvenientes en lo que tiene que ver con el manejo del espacio ya que, por ejemplo, cuando se abren, el usuario debe retirarse o retroceder para darles espacio; incluso cuando la puerta tiene bisagras de menos de 180 grados de apertura, esta queda de frente al usuario y es común que se presenten accidentes, especialmente en espacios de trabajo como la cocina.

Para suplir esta necesidad, en los últimos años, las diferentes empresas fabricantes de bisagras han desarrollado modernos sistemas de alzamiento para puertas de muebles -de cocina, centros de entretenimiento, bibliotecas, entre otros- que ofrecen mayor funcionalidad porque realizan el desplazamiento de apertura de forma vertical, lo que permite un acceso más cómodo al interior de un módulo con puerta.

De hecho, aunque hoy las bisagras siguen siendo el principal elemento de conexión y movimiento entre el cuerpo del mueble y la puerta, éstas por sí solas no pueden sostenerla levantada, por lo que necesitan complementar su funcionamiento con otros sistemas recientemente desarrollados cuya función básica es precisamente, mantener arriba la puerta, una vez se lleva a cabo el desplazamiento de apertura vertical.

Evolución y Desarrollos Recientes

Los primeros sistemas de alzamiento constaban de una platina metálica rectangular, con una pieza plástica con guías internas, a través de las cuales la platina hacía el desplazamiento y frenaba el deslizamiento de la puerta hacia abajo cuando esta llegaba al punto de apertura total. La platina terminaba en un extremo, con una pieza en forma de L remachada, con la que se fijaba el brazo a la puerta del mueble. Estos herrajes eran diseñados para puertas livianas ya que la platina tenía un espesor muy pequeño que terminaba flexionándose con el uso.

Posteriormente, surgieron los brazos mecánicos que por su diseño fueron llamados compases, los cuales constaban de un elemento metálico en acero compuesto por dos secciones simétricas unidas entre sí, de modo que el punto de unión -en el centro- permitía el movimiento de estas dos piezas, cuyos extremos terminaban en una forma especial para acoplar el elemento tanto al mueble como a la puerta.

Este tipo de elemento trabajaba en combinación con bisagras de cazoleta con resorte, por lo que el usuario debía llevar la apertura de la puerta hasta los 90 grados para que esta pudiera sostenerse en la parte superior.

Más adelante, con base en este diseño que presentaba problemas de flexión principalmente por la naturaleza del material en que se fabricaba (lámina de acero) se realizaron mejoras tanto en la calidad del material -con piezas más robustas en Zamak- como en la conexión de las dos piezas del compás, incorporando sistemas de engranajes que permitieron graduar la tensión del brazo dependiendo del peso de la puerta para que, con el tiempo, esta no se cayera y fuera posible su nivelación en diferentes posiciones o ángulos. Brazo dwo huwill.

 Años después, y como aporte a la industria mobiliaria, las compañías fabricantes de pistones a gas para la elevación de las puertas del baúl en la industria automotriz y para sillas de oficina dieron luces para el uso de estos elementos en el primer campo, y desarrollaron pistones de acción automática con los cuales era posible desplazar la puerta hasta el ángulo máximo de apertura de la bisagra, tan sólo con elevar un poco la puerta.

El brazo en este sistema, consiste en un cilindro o cuerpo en cuyo interior se agrega gas (nitrógeno) o aceite a presión y en el cual también está incorporado un vástago, pieza cilíndrica de acero, que en la parte inferior finaliza en una sección muy similar a una jeringa, pero sin orificio de salida posterior. El cilindro tiene una sección más amplia que funciona como un bypass por donde circula el gas y permite el movimiento del émbolo a una velocidad constante ya que el gas, independientemente del peso de la puerta, sólo tiene un espacio para circular.

 Actualmente se fabrican además brazos neumáticos, de funcionamiento similar a los brazos mecánicos –cuya regulación de la fuerza se hace generalmente con una llave allen– pero con diferente compresión del gas en su interior dependiendo, específicamente, del peso de la puerta; pero vale señalar que para su instalación el fabricante debe consultar la tabla dada por el proveedor en la que se especifica el número de brazos requeridos y la fuerza de los mismos, dada en Newton, una unidad de fuerza equivalente a Kg./10.

Estos elementos, tanto mecánicos como neumáticos, están diseñados para el alzamiento de una sola puerta, pero cuando el mueble superior tiene una altura mayor a los 60 cm. se genera un problema de estabilidad dado el tamaño del brazo (una desnivelación), generado por una situación de física en donde el punto de apoyo se aleja demasiado del extremo de la puerta, razón por la cual es necesario dividir la puerta en dos y utilizar otro mecanismo de alzamiento.

Sistemas de Alzamiento para Puertas Dobles

Recientemente, las empresas fabricantes de bisagras de cazuela, obedeciendo a una necesidad del mercado que demanda bisagras y elementos complementarios para los muebles, han desarrollado prácticos mecanismos de alzamiento; tal es el caso de Salice, cuyos productos combinan elementos neumáticos y mecánicos, o Blum, con el desarrollo de sistemas de alzamiento mecánicos para puertas dobles que incorporan amortiguación en el cierre de la puerta.

De hecho, y como parte de desarrollos relativamente recientes en el mercado -cinco años aproximadamente- hoy existen soluciones mecánicas y neumáticas para alzamiento de puertas dobles que funcionan igual que los mecanismos para las puertas individuales, la diferencia radica en que el sistema neumático es más grande y presenta una combinación de palancas y cilindro que permite plegar las puertas y alzarlas simultáneamente.

Vale señalar que este tipo de mecanismos funcionan con bisagras de cazuela que unen la puerta superior con el mueble, por lo cual requieren adicionalmente de unas bisagras de conexión entre las puertas; por lo general y en los mecanismos más comunes, se usan bisagras planas sencillas.

Las puertas dobles demandan que este tipo de mecanismo sea instalado en los dos costados del mueble, dadas las dimensiones y el peso de las puertas, y en ese sentido la evolución en el diseño ha permitido que estos alcancen un tamaño apropiado que no afecte la estética del mueble, soluciones que aportan al diseño de puertas con muy pocas restricciones en cuanto a la altura y ancho de las mismas.

De otro lado, actualmente existen opciones no sólo para puertas dobles, también para piezas de gran tamaño, en las cuales las bisagras ya no son requeridas y toda la función de sostén la realizan los mecanismos y una barra de conexión entre ellos.

El tamaño, dimensiones y formas de instalación de los brazos o compases puede variar de acuerdo a los diferentes modelos y marcas existentes en el mercado, de hecho, al igual que en la industria mobiliaria donde el concepto de funcionalidad y estética priman, los fabricantes de este tipo de productos trabajan constantemente por desarrollar la mejor combinación de variables para dar mayor valor a los muebles.

Finalmente, vale señalar que el desarrollo de este tipo de productos busca facilitar al fabricante, la implementación de soluciones prácticas en instalación, funcionalidad y estética, y al usuario, un mejor acceso al contenido interno del mueble, siempre con dos manos, gracias a la aplicación de conceptos ergonómicos, de manera que la apertura de la puerta deje de ser un obstáculo en el área de trabajo.

Recomendaciones Técnicas

Aunque la gran variedad de marcas y sistemas de alzamiento hacen difícil establecer una metodología única en cuanto a la instalación de los sistemas, es posible citar aspectos claves a tener en cuenta a la hora de elegir un mecanismo de alzamiento:

  • Al disponer un mueble alto con puerta, se debe tener en cuenta que el usuario tenga acceso fácil a su contenido interior, pues cuando se diseñan muebles con espacios inalcanzables se convierten en zonas subutilizadas.
  • Antes de instalar el mueble es importante determinar la altura de la puerta desde su base hasta la parte superior, teniendo en cuenta la estatura del usuario para que, cuando la puerta se eleve y gane altura, éste no se vea obligado a colocar una escalera para bajar la puerta. Foto instalación.
  • Los sistemas de alzamiento consideran en su diseño una altura mínima de puerta, la que va en función del tamaño del brazo o compás, por eso, al diseñar el mueble se debe tener en cuenta que el brazo esté dentro del mueble y que sostenga con seguridad una puerta alta.
  • Ya que los sistemas de alzamiento están diseñados en función de la altura, ancho y peso de la puerta, lo ideal es seleccionar el mecanismo y cantidad adecuada de los mismos usando las tablas suministradas por el fabricante pues, un mecanismo mal escogido pueda generar la caída de la puerta e incluso accidentes.
  • Dependiendo del ancho de la puerta es posible utilizar más de dos bisagras de conexión entre la puerta y el gabinete, por ello es importante consultar las especificaciones y tablas de relación que han diseñado las empresas fabricantes de bisagras, las cuales señalan por ejemplo, que las puertas de ancho inferior a 90 cm requieren dos bisagras.
  • Este tipo de herrajes o sistemas de alzamiento están diseñados bajo el sistema 32, por eso es de gran utilidad seguir las guías que acompañan el producto y las recomendaciones de instalación del fabricante. Estos sistemas están sometidos a esfuerzos en varias direcciones, y una instalación incorrecta, además de dañar el mecanismo puede ocasionar la caída de la puerta.
  • La correcta instalación de las bisagras es fundamental si se quiere que el mecanismo de alzamiento funcione adecuadamente, por eso, además de cumplir las especificaciones de instalación de cada producto, sería muy útil revisar las recomendaciones que al respecto se han hecho en ediciones pasadas.

(*) Alba Lucía Romero. Gerente Alsada Ltda. Ingeniera Industrial con especialización en Gerencia Estratégica de Ventas Universidad Javeriana. Ocho años de experiencia en el mercado de la comercialización de herrajes para muebles.  alsadacolombia@yahoo.com

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