Sistemas Recolectores de Viruta Un Solución Indispensable para la Tecnificación Maderera

Camilo Marín Villar

Periodista M&M

La recolección del polvo y virutas es de imperiosa necesidad en la industria maderera, para que el aire dentro y fuera de la planta se mantenga limpio, y evitar así perjuicios en la salud de los trabajadores, a la vez que se eleva la seguridad y se previenen accidentes, se reduce el desgaste de las máquinas y herramientas y se liberan áreas de trabajo ocupadas con los residuos.

 La modernización de la industria maderera en Colombia y en el mundo es irreversible, hoy en día el crecimiento del negocio y la tendencia de producir más y mejor motivan a las empresas del sector a continuar el camino hacia la tecnificación, para dar lugar a una actividad altamente mecanizada y eficiente. La industrialización de los procesos permite una mayor producción, más precisión, calidad de los productos y mejor rentabilidad.

La tecnificación no es sólo la adquisición de nuevas y modernas máquinas, también exige la implementación de instalaciones y ambientes adecuados que protejan las inversiones de los empresarios. Es importante cuidar la tecnología, al igual que el talento humano y no exponerlos a sufrir riesgos industriales; la alternativa de ahorrar dinero en la seguridad industrial, al final de cuentas puede salir muy costosa.

En ese sentido, los fabricantes de maquinaria para el trabajo con madera han puesto en marcha diversas campañas para concientizar a los industriales de la importancia de manejar correctamente los equipos. Una de ellas está encaminada a promover la utilización de los sistemas de extracción de polvo, aserrín y viruta en los talleres; residuos que se filtran al interior de las máquinas y obstruyen sus rodamientos y engranajes, aumentando su desgaste. En efecto, estos aspiradores son instalaciones que absorben los desperdicios y los conducen por una red de tuberías a un depósito de almacenamiento para su posterior disposición y adecuado manejo.

El mercado relaciona el buen desempeño de los equipos con la utilización de los extractores de polvo y exige su implementación como condición para otorgar las garantías de los bienes. Así, cuanta mayor tendencia tenga un taller pequeño a evolucionar en un taller mediano o gran taller, tanto más necesaria se hará en él, la absorción neumática de las virutas.

La industrialización progresiva del sector implica un control ambiental más riguroso y concienzudo, los extractores minimizan notablemente la exposición de los trabajadores a los perjudiciales polvos de aserrín y viruta, pues reducen su concentración en los espacios de trabajo, con lo que además se optimizan las áreas de taller que pueden aprovecharse mejor -con la instalación de maquinaria, herramienta o mesas de trabajo adicional- y se evitan accidentes laborales a los trabajadores -como resbalones o tropezones por desechos en el suelo-, las limitantes en su visión y hasta se facilita el tránsito por el taller.

En suma, lo adecuado y recomendable es instalar sistemas neumáticos de aspiración para evitar el desgaste de los equipos, preservar el ambiente sano y la seguridad industrial en las fábricas y en este sentido, los extractores representan la mejor opción para recoger los desperdicios que se generan en lo diferentes procesos de corte, maquinado, cepillado y lijado.

Al respecto, Juan Carlos Llano, gerente comercial de Llanios S.A., compañía dedicada a la ingeniería  e instalación de cabinas y ductos para la recolección de los residuos de madera afirma que, aunque efectivamente, los extractores son hoy la mejor alternativa para las necesidades de aspiración y filtración de los desperdicios en el sector maderero, tradicionalmente la tendencia es prescindir de ellos por su costo, a menudo por encima de las expectativas del empresario.

Sin embargo añadió que, en el último lustro el precio de los extractores ha disminuido y hoy el mercado cuenta con una gran variedad de equipos para los diferentes requerimientos del sector, los cuales cumplen los estándares de seguridad internacional y se pueden adaptar a las necesidades particulares de cada empresa. Son soluciones asequibles a los presupuestos y, por la multiplicidad de beneficios que ofrecen, constituyen una excelente inversión, que se traduce en rentabilidad y beneficios económicos.

Escoja y Mantenga el Sistema Apropiado

En este punto hay que tener en cuenta diversos aspectos, entre los que se destaca el espacio de trabajo y la producción de polvo, aserrín y viruta de la planta. Un pequeño taller puede suplir sus requerimientos con un par de equipos portátiles, pero si la empresa inicia un proceso de expansión de su capacidad instalada, es hora de pensar en un sistema de grupos o incluso de aspiración centralizada. Es necesario buscar la eficiencia y la optimización de los espacios, aprovechar al máximo la producción de la maquinaria y ahorrar energía.

Antes de instalar un sistema de aspiración de polvos y aserrín es recomendable:

  • Planificar previamente y de forma definitiva la distribución de las máquinas en el área del taller. Evitar, en lo posible, cambiar constantemente de ubicación y establecer el sitio apropiado para el sistema extractor.
  • Consultar y exigir la asesoría del proveedor del sistema para instalar el equipo de aspiración a la medida de las necesidades y requerimientos de la empresa usuaria. Cada fábrica y cada proceso tienen diferentes niveles de producción de desperdicios, a los cuales se debe adaptar la capacidad y las características técnicas del extractor.
  • Cerciorarse que el sistema puede ser modificado y adaptado a las necesidades crecientes de la empresa, en este caso, los sistemas modulares son la mejor opción.
  • Por lo general, cada máquina viene equipada con una boquilla de evacuación, pero cuando estas no la traen se le debe acondicionar. Es necesario, tener en cuenta las características y especificaciones técnicas como el diámetro de boquilla y la capacidad de aire que necesita, entre otros.
  • Consultar y conocer las fichas técnicas de los equipos, dado que en ellas se describe en general las dimensiones y extensión de las mangueras (largo × ancho × alto); la potencia nominal de absorción (Kw); el diámetro de las boquillas de acoplamiento (Ø); el caudal nominal de absorción (m³/h); el volumen de recogida de viruta del saco o silo (L) y el nivel de limpieza que proporciona (mg/m³), entre otras.
  • Después de elegir el sistema apropiado, realizar el diseño de la red de mangueras, de manera que no obstaculice los movimientos en el taller, y se optimice la fuerza de succión del ventilador.
  • Analizar la posibilidad de incluir un equipo de clasificación de los desperdicios, para recolectarlos y disponerlos de la forma adecuada. Hoy por hoy, el reciclaje y venta de los residuos de madera es una alternativa de ingresos extra, los materiales se pueden reutilizar en diversas aplicaciones: el polvo de madera seco y libre de contaminantes se usa en la fabricación de varillas aromatizantes, mientras el aserrín grueso y las virutas sirven como sustrato para el suelo de caballerizas y galpones.

Por otro lado, para la adecuada utilización de los extractores es necesario destacar la necesidad de la limpieza periódica y el mantenimiento de los sistemas de aspiración, pues los diferentes tipos de materiales ó residuos procesados pueden causar daños al equipo.

Los materiales de granulometría media o gruesa propios del sector (aserrín, virutas, etc) no son excesivamente problemáticos y pueden ser removidos con facilidad del sistema de filtrado. No ocurre lo mismo con los residuos de polvo húmedos, sobre todo aquellos procedentes del lijado de las piezas lacadas o barnizadas, pues éstos tienen un alto grado adherencia y suelen depositarse en el exterior e interior del filtro, acelerando el proceso de colmatación, es decir, aumentan la acumulación de las partículas y tapan los poros del filtro, afectando su permeabilidad. Por ello, si la intención es aspirar residuos con alto grado de humedad, el mercado ofrece diversos tipos de sistema adecuados para este cometido.

Así mismo, constantemente se introducen en los conductos astillas de madera que van taponando las secciones, de igual forma las trozas de madera vieja puede tener puntillas, grapas o tachuelas que, al ser aspiradas por el sistema, pueden chocar con la lámina de los ductos y perforarlos. Por esta razón, los sistemas de extracción son desarmables, lo que facilita la limpieza, a la vez que cuentan con rejillas de seguridad que se pueden abrir para revisar la tubería.

En cualquier caso, todas las instalaciones, portátiles y estacionarias, necesitan de mantenimiento para su conservación y eficiente desempeño. El filtro del aspirador se debe limpiar con frecuencia y siempre, antes que se presente una reducción del caudal de absorción, la mejor forma de limpiarlos es utilizando un soplador de aire contracorriente. Normalmente, se recomienda limpiar el motor para prevenir la acumulación excesiva de polvo en las zonas de refrigeración, y se aconseja la sustitución de los rodamientos cuando éstos hayan superado las 25.000 horas de funcionamiento real.

Existe también la posibilidad de un mal funcionamiento por causas extraordinarias, por ejemplo, si durante el trabajo habitual se percatan ruidos o vibraciones anormales procedentes del ventilador, éstos podrían ser indicio de que tiene una avería y las causas pueden ser variadas: fisuras en la estructura de ventilador, por impacto de partes sólidas de mayor tamaño y densidad de lo habitual (tacos o trozos de madera) o rotura total o parcial de las palas o acumulación excesiva de material en los alabes del ventilador. En este caso, es conveniente desconectar inmediatamente el equipo y revisarlo y de ser necesario, sustituir el sistema de aspiración. También es conveniente que el reemplazo lo realice un técnico autorizado por el distribuidor de la máquina, pues es vital el correcto equilibrio y acople de las piezas.

Todos estos daños pueden prevenirse con una correcta operación del sistema, por ello de forma preventiva conviene cerciorarse que las partes grandes, tales como trozos o astillas de madera o piezas metálicas, no lleguen a las boquillas, al conducto o al ventilador, pues lo deterioran. De igual manera, es aconsejable contar con suficientes colectores o depósitos de residuos para soportar la producción de material, lo cuales deben estar herméticamente cerrados.

Para el óptimo funcionamiento del sistema, se debe cerrar los conductos que no se utilizan con las compuertas o ‘trampillas’ corredizas, porque de lo contrario se cargará inútilmente la tubería en general y disminuirá el poder de succión del equipo.

Polvo de Aserrín, un Residuo Irritante

La exposición prolongada al polvo, el aserrín y la viruta de madera puede causar graves problemas de salud a los operarios, carpinteros y ebanistas que trabajan diariamente en los talleres. Los efectos nocivos asociados con estos residuos, incluyen enfermedades alérgicas del sistema respiratorio, como asma, sinusitis, inflamación de los senos nasales y disminución de la función pulmonar. También son causa de algunos tipos de dermatitis e irritaciones en los ojos, incluso, según la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (Osha por sus siglas en inglés), la exposición a ciertos polvos de madera puede causar cáncer nasal.

 El polvo de aserrín se produce en todos los eslabones de la cadena maderera, en mayor o menor medida, incluyendo el talado de árboles, las operaciones en aserraderos, fabricación de muebles y la construcción de edificaciones y casas de madera de allí que los trabajadores quedan potencialmente expuestos a sus perjuicios cuando se corta, se tritura, se desbasta o se lija el material.

Este polvo contiene partículas minúsculas de contaminantes biológicos, los cuales incluyen moho y hongos que, a menudo crecen en los árboles y perduran en las trozas, también es posible que la madera haya sido tratada con sustancias químicas para ayudar a su preservación, en especial los contrachapados y aglomerados, siendo los preservativos más comunes algunas sustancias potencialmente tóxicas como el arsénico, cromo, cobre y la creosota1.

El organismo internacional Osha, define el aserrín como un ‘polvo irritante’ y advierte sobre el peligro que representa éste para la salud. La entidad estableció que los polvos de las maderas duras y blandas tienen diferentes límites permisibles de exposición en el aire, en particular los de los materiales duros, tales como el haya y el roble, están en la categoría de alto nivel de peligrosidad, por su parte el cedro rojo occidental (western red cedar) se ubica en una categoría aparte, por ser una especie de madera alérgica y cancerigena.

El límite Osha de exposición al polvo de madera en el aire recomendado, para el trabajo con las especies blandas, tiene un umbral de máximo 5 mg/m3 respirable, es decir, que durante ocho horas diarias de labores en promedio, el trabajador no debe estar expuesto al polvo por encima de este volumen. Para los polvos de maderas duras el nivel de exposición máximo respirable es de 1 mg/m3 (entre otras: roble, caoba, haya, nuez, abedul, olmo y la ceniza); en el caso de los residuos del cedro rojo occidental es de 0.5 mg/m3, basado en sus efectos alérgicos causantes del asma y el cáncer nasal.

En un artículo publicado en 1994, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (Iarc) identificó el polvo de madera como un agente cancerigeno, y aseguró que ningún método de recolección manual logra preservar el ambiente laboral en los talleres bajo los límites de limpieza establecidos y por ello recomendó la utilización de los sistemas neumáticos de absorción.

En Colombia, aunque la reglamentación no ha sido detallada, la Resolución 1351 de 1995 del Ministerio del Medio Ambiente, incluyó el aserrín y la viruta de madera en la categoría de residuos sólidos y emisiones peligrosas volátiles, alertando de los riesgos que implica el inadecuado manejo y disposición de estos desperdicios. Los empresarios pueden acceder a la Ventanilla de Asistencia Técnica Ambiental para la Mypime (Acercar), en Bogotá, o a la página web: www.acercar.org.co, para conocer más sobre los riesgos del material y obtener información sobre su adecuada manipulación.

En resumen, los sistemas de aspiración de polvos son la solución adecuada para la extracción y recolección de los residuos de madera, pues ayudan a reducir notablemente la exposición a los nocivos polvos de aserrín que constituyen un alto riesgo para la salud de los trabajadores.

Con la instalación de un sistema de extracción, se facilita la clasificación y venta de los desechos, que van a estar almacenados en un silo, lo que proporciona mayor facilidad en el transporte y redunda en ingresos económicos adicionales.

Por todas estas razones, es imperioso que la industria tome conciencia de la importancia que tiene el uso de los extractores en sus procesos productivos. Si las empresas quieren alcanzar niveles de modernización competitivos, deberán adquirir nueva tecnología que, como condición inobjetable, requiere del uso de sistemas de aspiración, por lo que aquellos que no están acostumbrados a usarlo, deberán adaptarse, pues la industria y el medio ambiente así lo exigen.

Fuentes:

  • Juan Carlos Llano. Gerente Comercial de Llanios S.A. jcllano@hotmail.com
  • Alrededor del trabajo de la madera: estudio completo del trabajo de la madera mediante máquinas. Heinrich Höner. Publicado por Reverté, 1989
  • Tecnología de la Madera. Santiago Vignote Peña, Isaac Martínez Rojas, Santiago Vignote Peña. Edition: 3. Publicado por Mundi-Prensa Libros, 2006.
  • Tecnología de la Madera y del Mueble. Wolfgang Nutsch. Traducido por José Company Bueno. Publicado por Reverté, 1996.
  • La Madera y su Anatomía: anomalías y defectos, estructura microscópica de coníferas y frondosas, identificación de maderas, descripción de especies y pared celular. Escrito por Luis García Esteban, Esteban Luis Garcia, Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la Madera y Corcho. Edition: illustrated. Publicado por Mundi-Prensa Libros, 2003
  • http://www.osha.gov/SLTC/etools/woodworking/health_wooddust.html, iarc.fr, www.iswoline.com

 Citas

  • La creosota es un compuesto químico derivado del destilado de alquitranes, procedentes de la combustión de carbones como la hulla. Este químico es el preservativo para madera más usado en América, se utiliza en la fabricación de casas o cabañas de troncos, empalmes de ferrocarril, postes de teléfono, puentes, rejas, etc.

La creosota puede entrar al cuerpo a través de los pulmones, cuando se inhalan sus vapores o los polvos de la madera tratada con ella, también a través de la boca o la piel, por ejemplo: al colocar las manos en la boca después de tocar la madera tratada. La exposición a este químico puede tener efectos negativos mayores o menores en la salud, dependiendo del tiempo de exposición, la intensidad de la exposición, la edad, y la historia médica de la persona.

El cuerpo puede reaccionar a la creosota así: al contacto con la piel, ésta puede tornarse roja, puede hincharse, irritarse y ampollarse; si los ojos han estado expuestos, pueden irritarse y pueden tornarse sensibles a la luz; si respira aire con vapores o polvos con creosota, puede sentir una quemazón en la boca o garganta y dolor de cabeza y estómago. La exposición durante tiempo prolongado (meses, años) puede dañar los riñones, el hígado y el cerebro. El aserrín y el polvo con contenido de creosota puede causar dificultad al respirar y asma.

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