China: Un Coloso en el Mercado Mundial del Mueble

Adaptado de la Revista Porte No 39 (1)

En los últimos cinco años China ha ganado un puesto muy importante en el mercado internacional, ubicándose en el tercer lugar, a nivel mundial, como fabricante de muebles. Competir contra este país se convertido en un reto incluso para las naciones con altos niveles de industrialización, ya que sus precios son hasta un 30 por ciento más bajos que los establecidos por el resto del mercado.

 Hoy en día China cubre el nueve por ciento del mercado global. De hecho sólo hacia los Estados Unidos -el importador más grande de muebles del mundo- exportó en el 2004 cerca de  $8.7 mil millones de dólares que representan el 47 por ciento de las importaciones totales de los EEU. Según las cifras de la Oficina China de Estadísticas, el volumen total de exportaciones de mobiliario ha ascendido a 3.13 billones de dólares en el primer trimestre de 2005, representando un incremento del 34.26 por ciento.

Este rápido crecimiento se debe en parte a los subsidios de trabajo, a los bajos impuestos y a la reforma de las políticas económicas (2) que ha hecho el gobierno chino, para permitirle a su industria competir con economías desarrolladas, maximizar sus sistemas productivos y convertirse así, en el país con mayor capacidad competitiva del mundo.

La Fábrica de Muebles en China

Las fábricas de muebles en China se concentran en cuatro Provincias: La primera es Cantón (sur de China), que esta a la cabeza de las exportaciones pues se encarga de un tercio de los muebles fabricados, con un número ascendente de 6.000 fábricas que producen más de 2.400 millones de dólares anuales, distribuidas entre las ciudades de Dongguan y Shenzhen.

La segunda provincia es Zhejiang (este de China) que cuenta con más de 2.500 empresas; sólo en la ciudad de Wenzhou, existen 1.000 fábricas que facturan entre 480 y 600 millones de USD.

La tercera es Liaoning (nordeste de china) que tiene 2.010 empresas, la mitad de las cuales se encuentran en Shenyang, -que representa la mitad de la producción de la zona- y por último esta la provincia de Fujian (sudeste de China), de la cual no se tienen cifras exactas pero se cree que existen más de 500 fábricas de muebles, en su mayoría concentradas en la ciudad de Zhangzhou.

Ya, por productos mobiliarios, China tiene aproximadamente unas 100 grandes plantas de producción de muebles para cocina que facturan cerca de 360 millones de dólares anuales y existen también entre 3.000 y 4.000 fabricantes de muebles para oficina, segmento que emplea a cerca de 250.000 personas y que reporta un 98 por ciento de constitución privada.

En general, el 94 por ciento de estas fábricas son Pymes y el 80 por ciento de las empresas que comprenden la industria mobiliaria de China son privadas, con el indicador importante que el sector genera empleo a más de tres millones de personas.

Las industrias más destacadas del sector mobiliario chino son: Tiantan Furniture Company (Beijing), también conocida como “El Rey del Mueble”, Guangming Furniture (Heilongjiang), Mei Ke (Xinjiang), Richman and Land Bond (Cantón) y Xi Lin Men (Zhejiang).

La Competitividad China

China basa su éxito en la fabricación de piezas de calidad media baja, sin diseño propio, pero a unos costos y procesos que generan gamas de artículos variados a precios  muy económicos. En el caso de los muebles fabricados en China, se promedia que su valor es como mínimo un 30 por ciento más barato que en occidente.

Existen factores específicos que inciden para que la oferta china sea tan económica: una mano de obra más barata, menor inversión en activos fijos y maquinaria, un nivel tecnológico básico, simplificación de los procesos productivos y la compra de materias prima más económica.

Por otro lado, a diferencia de las demás fábricas del mundo, los empresarios chinos tienen prácticas corporativas y fiscales distintas, ya que no pagan seguridad social, IVA, no pagan impuesto de sociedades, no tienen costos ecológicos, no asumen costos de desarrollo de producto y no invierten en costos de desarrollo de diseño pues los plagian del mercado internacional.

De esta manera ha resultado, para otras naciones productoras de muebles, muy difícil competir con los productos chinos que tienen una calidad aceptable a precios muy bajos. De hecho, algunos expertos han asegurado que pronto esta industria, sustituirá a la industria productiva occidental captando en primera estancia, a aquellos compradores de muebles que no son muy exigentes y con el tiempo -al mejorar la calidad del producto- crecerá su demanda de la misma forma como ha sucedido en otros sectores como el textil, el del cuero, calzado, juguetes y materiales de construcción.

Estrategias para Enfrentar a la Amenaza China

 Es claro que dadas las ventajas competitivas de China, son algunos países europeos y las empresas estadounidenses en primera instancia, los que podrían competir pronta, efectivamente y en una escala similar contra el fuerte productor asiático.

Sin embargo, también cabe destacar el buen momento que atraviesan otros países como Brasil pero para todos son tres las estrategias, que según estudios en la materia, pueden aplicarse:

Primero las grandes empresas pueden contra atacar, infiltrándose en el mercado interno de china, aprovechando su trascendencia de marcas,  su  agilidad en la distribución y su capacidad de desarrollar nuevos productos, factores que los compradores chinos tienen muy en cuenta. Además pueden aprovechar las carencias de China; ausencia de canales de distribución propios, su incapacidad para generar pedidos “just in time” hacia Europa y América y las dificultades para desarrollar líneas propias de producto.

En este sentido, el Secretario General de la Asociación China de Muebles, Jia Qingwen, afirma que, por ejemplo, “las importaciones en el 2004 sumaron 720 millones de dólares y fueron principalmente de muebles de marcas reconocidas”.

Jia asegura que “la demanda de tales muebles de marca, en China, posiblemente crecerá en el futuro, aunque del momento son contadas las empresas extranjeras que han incursionado en este mercado debido a que, curiosamente, en China los muebles se comercializan y distribuyen junto con los materiales de construcción en un mismo almacén, hecho contrario a lo que sucede en Occidente donde el mercado se basa en marcas de artículos específicos que tienen sus tiendas independientes”.

Otra estrategia es que las empresas transformen sus sedes en centros de diseño y distribución, trasladando la producción a centros en vías de desarrollo como China, estableciendo empresas mixtas o 100 por ciento extranjeras; aunque también existe la posibilidad de comprar las empresas de los competidores chinos o subcontratar la producción.

Por último, para aquellas empresas que cuentan con recursos menores y no tienen la posibilidad de invertir, la alternativa es simple: comprar muebles chinos para mantener cierta competitividad.

La Inversión una Oportunidad

 Aunque si bien es cierto que China se ha convertido en un gran competidor también es verdad que muchos inversionistas no lo han visto como una amenaza, sino como una oportunidad para asociarse y esto es precisamente lo que el país asiático pretende.

Desde 1979 y gracias a la política de “puertas abiertas” impulsada por sus autoridades, China ha recibido 500 mil millones de dólares en capital extranjero. Gran parte de las empresas foráneas se han vinculado a través de proyectos conjuntos con socios locales, todo gracias a las facilidades y privilegios que el gobierno chino les otorga.

Por ejemplo, en octubre del 2004 China promulgó una norma para establecer los derechos y deberes de los extranjeros que solicitan permisos de residencia en el país, y con interesantes anuencias.

A través de dicha norma, por ejemplo, Beijing concedió a los extranjeros idénticos derechos que a los locales a la hora de adquirir vivienda. De otra parte,  Shanghai, a través de Internet facilitó a los foráneos recién llegados, la realización de trámites burocráticos. Gracias a estas medidas gubernamentales los inversionistas extranjeros cuentan ahora con las mismas ventajas que tienen los empresarios chinos, accediendo así a todas las oportunidades que ofrece la creación de centros de producción en ese país.

 Estas normas creadas como incentivo para atraer inversionistas han logrado su objetivo, y una muestra es la presencia de fabricantes italianos en China, quienes están detrás del resurgimiento de las exportaciones de tapizados.

Ya es tal la presencia de italianos en este país, que entre Beijing y Tianjin un grupo de estos emigrantes, liderado por un arquitecto italiano, Paolo Caputo, esta diseñando un pueblo chino con costumbres italianas. El pueblo será un centro integrado multifuncional, promovido por la Agencia China de Milán, con el soporte institucional de la región de Lombardía y otras implicadas en un sistemas de excelencia conocido como “Hecho en Italia” (Cámara de Alta Moda, Muebles Federlengo – Arredo, institutos en el campo de la navegación, joyas, comida y otros componentes).

Por otra parte, la vinculación de China a la Organización Mundial del Comercio en el 2002, impulsó la entrada de capital extranjero, proveniente principalmente de Singapur, Taiwán, Hong-Kong, Europa y Estados Unidos. Estas empresas vienen atraídas por el gran potencial del mercado chino, los bajos costos laborales y por una alta demanda de consumidores dispuestos a adquirir productos que cumplan con altos niveles de calidad y diseño.

Las primeras fábricas de muebles estadounidenses que se establecieron en China fueron, Standar, Landamark y Jofran, su objetivo ha sido adquirir una mayor competitividad frente a los fabricantes de muebles chinos, que alcanzan a cubrir más del 40 por ciento de las importaciones del mercado de muebles en los Estados Unidos, un porcentaje alto para capturar.

Las Nuevas Políticas Chinas

 Las fábricas privadas de China, exportadoras de muebles, concientes de sus limitaciones y carencias han incorporado políticas agresivas dirigiendo la inversión a la innovación, adquisición de nueva tecnología y al desarrollo del producto como estrategia para ampliar sus ventas en los mercados globales.

Algunas empresas han optado por aumentar su competitividad ofreciendo muebles producidos localmente, pero con acabados importados, como tejidos de alta calidad para el caso del mueble tapizado.

El principal objetivo del sector mobiliario chino, es calificarse dentro el rango de productores de alto nivel, por esta razón, cada día son más las empresas que adquieren la certificación de calidad ISO 9001 que acredita la calidad total en los muebles chinos. Furniture Company, obtuvo desde 1996 esta certificación, convirtiéndose en la primera empresa de muebles en obtenerla.

También se han establecido como prioridades para el progreso: la importancia de crear diseños propios y con calidad, el mejoramiento de la gestión de las empresas dentro del nivel corporativo, la digitalización de la administración empresarial, la perfección del servicio post-venta y la profesionalización de los empleados. Como punto de partida a todas estas iniciativas de mejora, China invierte más de 60 mil millones de dólares en investigación y desarrollo.

Expertos aseguran que la ambición de China es convertirse en “la fábrica del mundo”, por lo tanto, esta aplicando distintas tácticas para que sus productos suban de calidad y puedan cumplir con las expectativas del mercado internacional.

Por esta razón y como un buen ejemplo, en septiembre de 2005, en la ciudad de Shangai, abrió sus puertas, Furniture China 2005 en el Expo Center, una feria que contó con 200.000 metros cuadrados de espacio y que albergó a 1.421 expositores para que dieran a conocer sus productos a más de 65.000 visitantes de 150 países.  Allí se mostraron las últimas tendencias para el hogar y la oficina, accesorios y tecnología para la fabricación de muebles, con otros eventos como talleres, charlas seminarios que paralelamente enriquecieron a los invitados al mejor estilo de las grandes ferias mundiales.

Según, la Asociación China de Muebles, gracias al desarrollo del sector, los muebles chinos seguirán la arremetida en el mercado mundial, convirtiéndose en un producto de primer orden.

Fuente:

Tomado: Revista Porte No 39. Artículo “Innovación, Serio Compromiso del Mueblero en China”.

El más reciente aporte del gobierno Chino a su industria fue la reevaluación del Yuan, su moneda nacional, en un 2.1 por ciento, desvinculándolo del dólar, esta decisión fue tomada por el Banco Popular de China (central), el 22 de Julio del 2005, cuando se anunció una tasa de cambio con respecto al dólar de 8.11 por ciento y la flexibilización de la moneda china, una vez impuesta, comenzaron los beneficios, ya que el yen y el euro elevaron su valor con respecto del dólar. Gracias a esta medida, el crecimiento del mercado interno en China es más equilibrado, ya que estimuló la capacidad de compra doméstica y las importaciones.

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