Observando el incremento en las ventas e importación de maquinaria con algún grado de sofisticación para la fabricación de muebles en Colombia, se afirma el interés de algunos empresarios por tener cada día industrias más eficientes, con mayor capacidad de producción y calidad para atender los mercados. De allí –y del volumen de ventas– podemos afirmar que Colombia tiene realmente un buen mercado de muebles, pues la producción nacional atiende eficientemente la demanda interna y cada día son más las empresas que los exportan.

El comportamiento de las exportaciones de muebles es creciente sobre todo en los segmentos de Muebles Listos para Ensamblar (RTA) –que utilizan como materia prima los tableros aglomerados–muebles de plástico y muebles metálicos, que son los que en Colombia se pueden fabricar masivamente, gracias a que existe un aseguramiento de materia prima.

De otro lado, están los muebles que utilizan madera maciza de diferentes especies y a los que eventualmente se integran fibras y productos tropicales que les otorgan un alto valor agregado por sus formas, estilos, mano de obra y diseño que, aunque comienzan a enfrentar un grave problema de proveeduría de materias prima, también han presentado un incremento sustancial en las exportaciones.

Otro es el caso de la importación de muebles que sólo es atractiva cuando se hace en volúmenes pues, en Colombia, el 95 por ciento de los almacenes que venden muebles pertenecen a los mismos fabricantes quienes no están muy interesados en ofrecer productos importados, a menos que sean más económicos que aquellos que pueden fabricar.

En general, se destaca en este ámbito la notable y exitosa gestión internacional de algunos empresarios del mueble y del portal www.mueblesdecolombia.com, que han logrado que muchos países se fijen en Colombia como proveedor de muebles lo que, sumado a lo ya dicho, deja ver un buen panorama para los muebles nacionales, que tiende a mejorar.

No pasa lo mismo con las maderas de Colombia, pues si bien es cierto que poseemos muchas especies, no poseemos de ellas tantos árboles como requerimos, por ejemplo existen árboles de guayacán pero no los suficientes para asegurar un abastecimiento regular de esa especie y lo mismo sucede casi con la totalidad de las maderas colombianas.

De forma preocupante se advierte como no sólo también estamos agotando la materia prima, sino como no se ha logrado inculcar –por lo menos de manera eficiente entre los poseedores de los bosques y por ende de las maderas– la importancia de ver al futuro y conjugar las palabras madera, rentabilidad, especialización y siembra sostenible, y mucho menos ha sido posible hacer ver a los industriales, fabricantes de muebles y madereros, la necesidad de hacer un alto en el camino y enfrentar el problema de abastecimiento, que ya esta siendo evidente.

Aquí, cabe destacar que la importación de madera maciza y tableros viene incrementándose sosteniblemente y seguirá con esa tendencia.

De otro lado las maderas tropicales, a pesar de su alto rendimiento de crecimiento, tardan mucho para ser cosechadas, lo que las hace poco atractivas para la inversión comercial, no sólo de reforestadores sino de inversionistas en general, y para rematar, se advierte la falta de voluntad y compromiso por parte del Estado y la desconfianza y apatía de las comunidades poseedoras de bosques.

No hablo de la investigación y la búsqueda de recursos para efectuarla, que es un factor muy importante para el desarrollo de las maderas en Colombia, pues no conozco su alcance, pero percibo que no es, para muchos integrantes activos de la cadena, prioritaria.

Creo que la balanza no esta equilibrada y que las sinergias entre los estamentos de la cadena se pueden romper, causando graves consecuencias al país. Me parece grave que sepamos qué está pasando y que no hagamos esfuerzos grandes para remediar la situación, esperando que sean otros los que den soluciones.

Debemos hacer mucho ruido, ser oídos y entendidos en aras de fortalecer la cadena, no en uno, sino en todos los eslabones. Necesitamos más compromiso de los industriales con el sector forestal y con el desarrollo sostenible, necesitamos más reforestación, más opinión pública informada solicitando productos verdes y necesitamos nuevas ideas y líderes.

Es urgente comenzar por hacer cosa macro y micro en pro de las maderas de Colombia; de esa manera también contribuiremos con el proceso de crecimiento la industria de los muebles en el país.

¿Qué medidas cree que pueden tomarse, qué acciones y cómo contribuiría usted? M&M como medio de comunicación esta dispuesto a recibir sus ideas y opiniones para publicarlas y hacer un debate al respecto; en este sentido, pongo a disposición de los lectores no sólo mi correo electrónico sino la nueva sección de la página: www.revista-mm.com, El Foro, en el que se reflejarán no sólo las apreciaciones de los protagonistas de la cadena sino también, y por que no, esas soluciones y respuestas tan esperadas.